Valencia ha vivido hoy un primer ensayo de la vuelta a la 'normalidad' con la llegada del primer lunes después de la tragedia inmensa provocada por la DANA y le reusltado ha sido un colapso monumental en las vías de acceso, salida y circunvalación de la capital del Turia. Atascos de más de 30 kilómetros han sido el escenario que se han encontrado los usuarios desde primera hora de la mañana.
Está claro que la convivencia del Ejército y los servicios de Emergencia que acceden a los municipos afectados por la riada con los trabajadores y autobuses escolares ha tenido incontables problemas para que la vida de los ciudadanos vuelva a adquirir una cierta normalidad en las rutinas diarias.
Infraestructuras dañadas
El tráfico de camiones también contribuye a ese colapso. En cualquier caso, la rotura de puentes, el corte de carriles y la precaución con la que hay que circular para sortear zonas en las que ha habido escorrentías, corrimientos de tierra o vehículos atravesados que se van retirando, dibujan un escenario con el que los valencianos tendrán que convivir, al menos, en las poróximas semanas.
Los esfuerzos de las Administraciones públicas son enormes pero la zona que ha afectado a infraestructuras viarias y ferroviarias es enorme, más de 200 kilómetros.
La estimación de la Dirección General de Tráfico es que en este primer lunes hay trayectos en los alrededores de la ciudad de Valencia que antes costaban media hora y que ahora se acercan a las tres horas desde los municipios del área metropolitana considerados 'dormitorio' de la propia capital del Turia.
Servicios de emergencia
Este es el panorama que se va a mantener durante toda la semana porque los servicios de Emergencia todavía piensan que en los próximos siete días tendrán una ardua labor de retirada de escombros y de búsqueda de personas desaparecidas en la treintena de municipios que más afectados se han visto por la DANA.
Vías de alta capacidad como la A-7 en diversos puntos cercanos a la capital, la V-21, la V-30. la CV-35 o la V-31 resultan fundamentales para la absorción de todo ese tránsito en las horas punta de entrada y salida de la capital.
Los atascos pueden ir a más en próximas jornadas porque la ciudad de Valencia decidió ayer a última hora suspender las clases, circunstancia que ha permitido una reducción de la circulación interna.