El congreso ordinario al que debe enfrentarse Diana Morant como secretaria general del PSPV podría aplazarse, incluso, hasta después de las elecciones autonómicas de 2027 si tiene el visto bueno, como parece, del líder del PSOE: Pedro Sánchez.
Los estatutos del PSPV establecen que "el Congreso se reúne ordinariamente entre el tercer y cuarto año desde la celebración del Congreso Ordinario anterior, preferentemente después de las elecciones autonómicas".
Esto obligaría a que Diana Morant, que fue elegida secretaria general del PSPV el pasado mes de marzo en un congreso extraordinario en Benicásim, celebrara uno ordinario entre el tercer y cuarto año después del anterior (desde noviembre de este año hasta el de 2025).
El XIV congreso ordinario del PSPV tuvo lugar en noviembre de 2021 en Benidorm y de ahí la obligación del plazo temporal para que Diana Morant se someta a la aprobación de sus compañeros de filas poco tiempo después de haber sido encumbrada a través de la vía extraordinaria para sustituir a su antecesor, Ximo Puig.
Los estatutos federales también recogen, sin embargo, la posibilidad de eximir de esa obligación si se ha celebrado un congreso extraordinario y el ordinario posterior está muy pegado en el calendario, como sucedería en esta ocasión.
El horizonte de las autonómicas
La intención de Morant –que comparte Ferraz según las fuentes del PSOE consultadas por Vozpópuli– es, sin embargo, la de retrasar ese congreso ordinario.
Si no surge algún candidato alternativo que pida su celebración ese cónclave de ámbito autonómico podría retrasarse hasta principios de 2026 ó ya después de las elecciones autonómicas de 2027 (antes de esa fecha si Carlos Mazón decide aplicar un adelanto electoral).
Los congresos en el PSOE siempre van en 'cascada' y la celebración de los cónclaves nacionales, provinciales, comarcales y locales se produce siempre después del federal.
Las mismas fuentes apuntan a que en Ferraz no tienen decidido si ese congreso federal tendrá lugar en octubre de este año o de 2025 –algunos apuntan también a marzo del próximo año– y que todo dependerá de cómo quede la investidura del presidente de la Generalitat catalana y de si hay o no repetición electoral.
Bajo esas dos premisas Diana Morant debería enfrentarse al refrendo de sus compañeros en noviembre de este año o como máximo del que viene, siempre después del federal. Esta formalidad, no obstante, podría sortearse sin mayores problemas con el visto bueno de Pedro Sánchez y de la interpretación de los estatutos que a día de hoy va en esa línea.
Federaciones renovadas
No en balde fue el propio Sánchez el que forzó el adiós rápido de Ximo Puig y la imposición de Diana Morant para que tuviera tiempo durante la legislatura de convertirse en una alternativa al Gobierno autonómico valenciano de PP y Vox que lidera Carlos Mazón.
La intención de Ferraz, según las citadas fuentes, es que en aquellos territorios donde ya se ha producido un cambio de liderazgo a través de un congreso extraordinario (como es el caso de la Comunidad Valenciana o Extremadura) no se celebren ahora congresos ordinarios que podrían provocar nuevas tensiones internas en un momento de máxima inestabilidad e incertidumbre política.
Morant no elude someterse al refrendo de sus compañeros, según las citadas fuentes, porque los congresos son una manera de "motivar, movilizar y tensionar al partido". Ahora bien, si se realizan dos congresos (el extraordinario y el ordinario) de forma muy cercana en el tiempo, supone un esfuerzo extra para la organización "también en el plano económico" aseguran.
Cuestión diferente es qué ocurrirá en federaciones socialistas como las de Aragón, La Rioja, Andalucía, Castilla y León, Madrid o Asturias donde sí está prevista la celebración de los congresos ordinarios para establecer un nuevo rumbo.
La convención como alternativa
Diana Morant dejó entrever la posibilidad de retrasar el congreso ordinario cuando anunció, ya como nueva líder del PSPV, que en el próximo otoño el partido celebrará una convención política para establecer una hoja de ruta política renovadora y que actualice el argumentario del partido para esta legislatura.
La convención podría hacer las veces de congreso ordinario con el visto bueno de Ferraz y se establecerían diferentes mesas de trabajo que servirían para imprimir el sello de Diana Morant en su camino hacia la candidatura a la Presidencia de la Generalitat en 2027.
La praxis orgánica del PSOE obligaría a la celebración del congreso ordinario pero también existe 'flexibilidad' a la hora de realizar excepciones en algunas circunstancias como las que ha registrado recientemente la federación socialista valenciana.
Nadie en el PSPV se va a oponer a que se pudiera producir ese retraso en el congreso ordinario porque, como pasó en la sucesión de Ximo Puig, nadie se enfrenta a Pedro Sánchez.
Afianzar el liderazgo
Sólo la eventual convocatoria de unas elecciones generales ante la hipotética repetición de las elecciones en Cataluña podría variar el diseño que ahora es el preferido en Ferraz y que deja libertad a la ministra para afianzar su liderazgo en el PSPV y sin sobresaltos orgánicos hasta después de las elecciones autonómicas.
Esta circunstancia también dejaría vía libre a la celebración de los congresos provinciales después del congreso federal, sin esperar a que se celebrara el nacional. En este caso, las fuentes consultadas apuntan a que el grado de movilización y exigencia para el partido es "mucho menor", por lo que podrían celebrarse cuando toca reglamentariamente.
La renovación de cargos en el nivel provincial debe servir también para que Diana Morant consolide su posición con algunos nombramientos.
El plan de la líder del PSPV es ir de la mano de Carlos Fernández Bielsa en Valencia (su actual vicesecretario general en la Ejecutiva) y de Alejandro Soler en Alicante (actual presidente del PSPV), ya que ambos formaron parte del congreso extraordinario de 'concentración' que la aupó a la secretaría general de la federación socialista valenciana.