El Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat siguen sin ver 'gestos' de Peter Lim para desbloquear la reanudación de las obras que permitan finalizar el nuevo estadio. Las fuentes consultadas en ambas Administraciones por Vozpópuli coinciden en que el magnate singapurense, máximo accionista del Valencia CF, "no está poniendo suficiente de su parte" para resolver este asunto que también puede dar al traste con la candidatura de la capital del Turia como sede para el Mundial 2030.
Las informaciones que se han conocido en la última semana son contradictorias al respecto de si hay o no negociaciones entre la Abogacía de la Generalitat y el club de Mestalla para que se retiren las dos demandas que la entidad valencianista mantiene contra las Administraciones públicas valencianas.
En alguna, como la que informaba Las Provincias, se alude a un inminente acuerdo para la retirada de las mismas, mientras que en otras, se insiste en que Lim exige que se aprueben antes las fichas urbanísticas para retirarlas.
Demandas determinantes
Las fuentes consultadas por este medio aseguran que todo obedece a "filtraciones interesadas" con el ánimo de "presionar" y también de "enfrentar al Ayuntamiento con la Generalitat", sin descartar que antes del 6 de marzo –cuando está previsto que se celebre la deliberación sobre la primera de las demandas– desde el Valencia CF se haga alguna "consulta" o "movimiento".
En esa primera cita del 6 de marzo en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana se analizará la negativa de la Conselleria de Economía en noviembre de 2021 a prorrogar la Actuación Territorial Estratégica (ATE) que reclamaba el equipo jurídico de Lim.
La segunda, aún sin fecha de señalamiento, se ceñirá a la deliberación del tribunal sobre la propia caducidad de la ATE decretada por el Gobierno valenciano por los incumplimientos reiterados de Lim y que el Valencia CF también recurrió.
Los juristas consultados por este medio aseguran que si la resolución de la primera demanda es favorable al Valencia CF y se considera que el club debió tener la prórroga, condicionará "indefectiblemente" la resolución de la segunda a favor de los intereses de Lim
Judicialmente la que tiene más relevancia es la que estudia la caducidad de la ATE, ya que al eliminar esa herramienta urbanística, Peter Lim se quedó con los principales beneficios urbanísticos que allí se contemplaban en un limbo que resta valor al paquete accionarial que controla (más del 92%) en una hipotética posición vendedora.
Ahora bien, si la primera resolución es contraria a los intereses de Lim y valida la actuación de la Administración autonómica –entonces encabezada por Ximo Puig–, no significaría que en la segunda el resultado fuera igual.
Y es que en esa segunda demanda pendiente de señalamiento se entrará en el fondo de la cuestión, mientras que en la primera se estudia más una praxis procedimental.
Las fichas de la discordia
Tanto las fuentes del Gobierno valenciano como las del Ejecutivo municipal coinciden en que si Peter Lim no gana este recurso se complicará aún más la reanudación de las obras. Y es que hasta la fecha no ha habido una voluntad firme de hacerlo hasta que tuviera los beneficios urbanísticos asegurados a través de las fichas urbanísticas.
La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ya aseguraba la semana pasada que las fichas no irán al pleno del mes de febrero. Su aprobación necesita la mayoría de los votos del hemiciclo y actualmente sólo contaría con los 13 ediles del PP, lejos de los 17 exigidos.
Los dos grupos de la oposición, Compromís (9) y PSPV (7), no están por la labor de aprobarlas sin condicionarlas antes a una serie de requisitos que marcará el convenio que Catalá, sin embargo, sitúa temporalmente más adelante.
Y tampoco Vox (4), socio de gobierno del PP, va a dar luz verde a esa herramienta. Son posiciones que difícilmente se van a modificar. Catalá, por ello, no va a llevarlas a pleno y llegará antes la primera cita judicial que cualquier avance en el ámbito del Ayuntamiento.
Frialdad con Mazón y Catalá
Las mismas fuentes aseguran a Vozpópuli que la actual relación de Catalá con el club de Mestalla es de claro distanciamiento por la falta de "gestos" para avanzar en la finalización del estadio. Las demandas judiciales presentadas, el planteamiento de un estadio de "mínimos" e incluso la desinversión deportiva continuada en el equipo que ahora dirige Rubén Baraja "alejan mucho" a la alcaldesa de la mayoría accionarial del club.
Una postura muy similar ha adoptado el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. Fuentes de toda solvencia indican que Mazón es consciente de que "los valencianistas no quieren a Lim" y en su entorno consideran que es una cuestión que ya está "muy arraigada".
El Valencia CF ha intentado realizar algún acercamiento hacia el presidente como el día en el que Mazón fue al estadio Cívitas Metropolitano en el partido de Liga entre el Atlético de Madrid y el club de Mestalla. Sin éxito. El jefe del Consell sí estuvo esa noche con el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
Esperamos disfrutar de un partidazo entre el @Atleti y el @valenciacf junto a un gran anfitrión como es el Alcalde de Madrid @AlmeidaPP_ #AMUNT pic.twitter.com/Ncm2Ib7Drr
— Carlos Mazón (@carlos_mazon_) January 28, 2024
Así las cosas, las citadas fuentes afirman que los contactos de la dirección del Valencia CF con la Generalitat son ahora mismo "nulos", salvo en lo referente a la documentación necesaria para que Valencia pueda ser candidata a albergar algún partido del Mundial 2030.
Mundial 2030
El vicepresidente primero de la Generalitat, Vicente Barrera, y el director del Deporte, Luis Cervera, son los interlocutores para esa cuestión. Las conversaciones con el Valencia CF se han circunscrito a que se pueda presentar todo en regla a la FIFA, aunque son conscientes de que dependen de la evolución del nuevo estadio de la entidad blanquinegra porque es la única infraestructura en la ciudad que tendría capacidad de albergar un evento de estas características.
"Nos centramos en tenerlo todo a punto por si se puede aprovechar la oportunidad que se nos ha presentado con el Mundial", aseguran las mismas fuentes, que descartan más contactos a otros niveles y tampoco con la Abogacía.
Técnicos municipales
El Ayuntamiento, por su parte, también limita las conversaciones con el equipo directivo de Lim en Valencia a las que mantienen los técnicos municipales para pulir los detalles que permita avanzar en la concesión de la licencia de obras. "No hay más líneas de diálogo abiertas", aseguran las fuentes conocedoras del proceso.
La posición de la alcaldesa "es la misma desde hace meses", afirman. Esto es, que Lim debe reiniciar las obras y, una vez estén suficientemente avanzadas, se podrá empezar a hablar del convenio con el club: algo que ahora mismo ven "complicado".
El inmovilismo en la posición de Peter Lim está abocando pues a que sean los tribunales quienes decidan si recupera una posición de privilegio a la hora de reanudar las obras del nuevo estadio.
Si gana no tendría que cumplir los requisitos que ahora se plantean desde el Ayuntamiento (abonar la construcción del polideportivo de Benicalap y acabar el nuevo campo) antes de disponer de todo el patrimonio inmobiliario en la parcela de Mestalla y en la del nuevo estadio en la avenida de las Cortes Valencianas.
Son 40.000 metros cuadrados de suelo terciario en la parcela de Cortes Valencianas y 75.000 metros cuadrados de suelo residencial más otros 14.000 de suelo terciario en la parcela de la avenida de Aragón donde se asienta el actual Mestalla.
Las instituciones miran ya de reojo por si el Gobierno valenciano tuviera que volver a entrar en escena (en caso de victoria judicial de Lim) pero hasta que ese hito llegue lo hacen con "frialdad y distancia", aseguran las fuentes consultadas.