Comunidad Valenciana

COMUNIDAD VALENCIANA

La Presidencia de la Generalitat estará en manos de 186.000 nuevos votantes

La irrupción de los jóvenes en la convocatoria del 28-M puede romper la equilibrada dinámica de bloques en la Comunidad Valenciana. Si todos decidieran ir a votar tienen capacidad para asignar hasta 7 escaños

Votación en una urna electoral EFE

Las elecciones autonómicas el próximo 28-M contarán con un total de 186.871 nuevos votantes que podrán ejercer por primera vez su derecho al sufragio tras haber cumplido ya los 18 años desde que se celebraron las pasadas elecciones de 2019. Es un sector difícil de pronosticar cuál será el sentido de su voto, al no haber participado antes en otros procesos electorales, pero tendrán la capacidad de decidir quién será el futuro presidente de la Generalitat.

La cifra es muy alta si se tiene en cuenta su incorporación al censo electoral con vistas a las elecciones autonómicas del 28-M, ya que en las locales se dispersan mucho más. Para esta convocatoria en la provincia de Valencia se incorporan un total de 98.543 nuevos votantes, mientras que en Alicante ascienden a 66.933 y en la de Castellón los jóvenes que podrán votar por primera vez son un total de 21.395.

El 5% del censo global

La fuerza de este sector de la población para romper la equilibrada dinámica de bloques (izquierda-derecha) que existe desde hace varios ciclos electorales en la Comunidad Valenciana es bastante considerable en esta convocatoria. Representan el 5% del total del censo que ha quedado establecido en 3.731.958 personas para las elecciones autonómicas que Ximo Puig convocó el pasado 3 de abril.

Esta cifra global sale de la suma de los españoles residentes en la Comunidad Valenciana más aquellos valencianos que están residiendo en el extranjero.

Si se compara la incorporación de los nuevos votantes con la registrada en las dos últimas convocatorias se puede observar que el 28-M habrá 22.000 jóvenes más que los que tuvieron esa posibilidad por primera vez en 2019 (164.779) y 25.000 más que los que lo hicieron en los comicios de 2015 (161.091).

Decidirán entre 6 y 7 escaños

Las opciones reales de que el voto nuevo acabe por decidir el presidente de la Generalitat (Ximo Puig o Carlos Mazón van muy destacados en las encuestas) no son nada despreciables. Los 186.871 nuevos electores representarán alrededor de 7 escaños en las Cortes Valencianas (1 escaño suele 'costar' 28.000 apoyos en las urnas) y eso, en una campaña que se anticipa como muy ajustada, puede resultar un factor determinante.

La experiencia de anteriores citas electorales, tanto autonómicas como generales, sitúa en torno al 18% los jóvenes que no acuden a las urnas pese a tener la oportunidad hacerlo por primera vez. Si eso se repitiera el próximo domingo 28 de mayo, la fuerza de la masa de nuevos electores seguiría siendo elevada con capacidad para decidir el destino de unos 5-6 escaños de la Cámara autonómica.

Los partidos quieren captarlos

El discurso de los partidos se está amoldando a esta circunstancia en los últimos meses y tanto PP como PSOE tratan de incorporarse a marchas forzadas con sus líderes a los nuevos canales de comunicación de la generación que se suma a la cita con las urnas. Los dos grandes partidos tratan de convencerles con diferentes medidas que favorezcan su incorporación al mercado laboral, la ayuda en los estudios universitarios o de formación profesional, así como complementos para que puedan adquirir su primera vivienda.

Podemos, Compromís e incluso Vox ya han explorado esos entornos antes, sobre todo los digitales, para llegar de manera más directa a los nuevos votantes, mientras que Ciudadanos está algo 'desaparecido' en esta tarea desmotivado por las pésimas perspectivas electorales para el 28-M.

Dispersión en las municipales

Por su parte, en las municipales el censo electoral para el 28-M alcanza las 3.680.292 personas. Podrán votar, además de los electores españoles residentes en la Comunidad Valenciana, los extranjeros que vivan en la región procedentes de países de la Unión Europea o que tengan un acuerdo de reciprocidad, y que hayan manifestado su intención de votar.

En ese ámbito la nueva masa de jóvenes votantes quedará más diluida por su diferente lugar de empadronamiento y otros factores de política de proximidad que no se reproducen en la circunscripción autonómica donde la carga ideológica es muy superior a la tarea que realizan los alcaldes o alcaldesas y que imprimen un factor más personal en la decisión de los votantes.

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