La sucesión de Ximo Puig no será indolora para el PSPV que se ha abierto en canal y que en las próximas fechas puede tener hasta tres candidatos. El proceso de primarias parece inevitable ante las pretensiones de Diana Morant, Alejandro Soler y Carlos Fernández Bielsa de presentar su propio proyecto de regeneración del partido.
La Conferencia Política del PSOE del pasado fin de semana en La Coruña sirvió de bien poco desde el punto de vista de la unidad de la federación socialista valenciana porque ninguno de los aspirantes renunció a sus aspiraciones a la secretaría general del PSPV que ocupará Ximo Puig hasta la celebración del congreso extraordinario.
En el pasado fin de semana sí quedaron claras tres cuestiones. La primera que Diana Morant cuenta con el apoyo de Pedro Sánchez y le dio protagonismo en la Conferencia Política, así como la cercanía del secretario de organización, Santos Cerdán.
La segunda es que la alianza entre el secretario general provincial de Alicante, Alejandro Soler, y el exministro y exsecretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, es sólida. Estuvieron en muchos momentos juntos y en la cena de la delegación valenciano también se sentaron uno al lado del otro.
Presiones internas
Y la tercera es que las presiones internas que se niegan en público sí se dan. Eso le sucedió al tercero en discordia, el secretario provincial de Valencia, Carlos Fernández Bielsa, quien anunció su equipo de 8 colaboradores para la redacción de un programa de cambio para el partido y al rato ya había perdido a 2 de ellos, tras oír 'recomendaciones' del entorno de otras posibles candidaturas.
Es el caso de Bartolomé Nofuentes que primero negó haber hablado con Bielsa de ir en su equipo y luego lo matizó y dijo que sí habló pero que pensaba que no era para ir todavía en una candidatura. Negar que sí habló con el portavoz del PSPV en la Diputación de Valencia era difícil porque en esa conversación había alcaldes de la provincia presentes que aseguran a Vozpópuli que Nofuentes fue quien pidió incluso formar parte de la candidatura.
También a Alejandro Soler le recuerdan, a modo de ejemplo, que es diputado nacional, cuestión que podría "arriesgar" a futuro si se enfrenta a los deseos de Sánchez.
Congreso: del 22 al 24 de marzo
Es solo un aperitivo de lo que se avecina si finalmente no hay pacto previo entre ninguno de los tres aspirantes y que puede reavivar heridas internas que los 8 años de ejercicio del poder habían aliviado.
La comisión ejecutiva nacional celebrada ayer por la tarde marcó el calendario del congreso extraordinario del PSPV que deberá ratificar el Comité Nacional (el 27 de enero) y que está propuesto para los días 22, 23 y 24 de marzo en la localidad castellonense de Benicassim.
El plazo para la presentación de precandidaturas se abre el 29 de enero y finalizar al día siguiente: el 30. Las candidaturas que quieran pasar el corte deberán recoger entre un 6% de los avales o un máximo del 8% del censo para superar el mínimo exigido por si se produce la anulación de alguno de esos avales.
La fecha tope es el 7 de febrero, en la que quedarán oficialmente proclamados los aspirantes a la sucesión de Ximo Puig en la secretaría general de la federación socialista valenciana.
El censo reconocido está en torno a los 16.000 militantes, aunque en la última revisión podría haber crecido hasta el entorno de los 18.000 (11.000 en Valencia; 5.500 en Alicante y 1.500 en Castellón, aproximadamente), por lo que el mínimo exigido puede estar en los 1.000 avales para que una candidatura pueda ser oficial.
La ejecutiva celebrada ayer comunicó que el censo oficial que se tendrá validez para este proceso de elección del nuevo guía del PSPV será el que estaba cerrado con fecha de 1 de octubre de 2023, que es el que estaría en torno a los 18.000 afiliados y que deberá ratificar a los candidatos el presidente de la comisión Ética, José María Ángel.
Los 3 superarían el umbral exigido
Si Ferraz no lo remedia, y a la vista de lo sucedido en La Coruña parece difícil, serán tres las candidaturas que puedan superar con facilidad ese umbral de avales exigidos. Si Diana Morant, Alejandro Soler y Carlos Fernández Bielsa no llegan a un acuerdo deberá dilucidarse el nuevo liderazgo según "lo que decida la militancia", tal y como apuntó en su momento Santos Cerdán.
Habrá una campaña de dos semanas, entre el 8 y el 23 de febrero en la que los candidatos darán a conocer su proyecto a los militantes del PSPV y a continuación las votaciones decisivas del proceso de primarias.
Los estatutos del PSPV establecen que las primarias se realizan mediante voto individual, directo y secreto de los militantes y afiliados directos que tengan plenos derechos políticos.
Doble vuelta y un 'eliminado'
Las primarias se celebrarían por el sistema de doble vuelta. Si en la primera vuelta hubiera una candidatura que alcanzara más del 50% de los votos válidos ya sería declarado como ganador, algo que ahora mismo se antoja casi imposible.
Esa primera votación tendrá lugar el 25 de febrero y si, por contra, hubiera más de dos candidaturas proclamadas (como parece que puede ser el caso) y ninguna obtuviera más del 50% de los votos válidos en la primera vuelta, "pasarán a la segunda vuelta las dos candidaturas que obtengan el mayor número de votos" en la que el ganador y nuevo ocupante de la secretaría general sería el que "obtenga mayor número de votos". Esa segunda votación tendría lugar el 3 de marzo.
Los tres aspirantes ya hacen números, aunque aún es pronto para saber el apoyo que obtendrían sin haber oficializado su propuesta a los militantes para suceder a Ximo Puig.
Morant cuenta con el apoyo de Pedro Sánchez y el de Ximo Puig . El 'ximismo' no es en sí mismo una familia en el PSPV pero el ejercicio del poder ha aglutinado a un grupo de referentes del partido que le daría presumiblemente la delantera en apoyos.
Haciendo números
La ministra –que ha deslizado a sus colaboradores que quiere compatibilizar su tarea en el Gobierno con la de oposición al presidente valenciano, Carlos Mazón– cuenta con que obtendrá el apoyo mayoritario de los militantes de Castellón (gracias a Puig), significativo en Alicante (también por el 'ximismo') y en Valencia existen más dudas de cuál sería su porcentaje final de respaldo, aunque en la ciudad de Valencia y la de Gandia sería muy elevado.
Alejandro Soler garantiza a los suyos que dispone de un control amplio en Alicante, una parte de Valencia que le llegaría a través del exsecretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, y más residual en Castellón.
Carlos Fernández Bielsa dispondría de un elevado apoyo en la provincia de Valencia (la que cuenta con más militantes), mientras que sería escaso en Alicante y testimonial en Castellón.
La secretaría general es el único botín que desean los tres y, por lo tanto, es difícil aceptar 'compensaciones' cuando el objetivo es compartido. Así que habrá que esperar a ver si finalmente hay alianzas o cada uno se la juega definitivamente en las urnas.
