La carrera por gobernar las instituciones está ya desatada a poco más de un mes para el 28-M y Ximo Puig va cerrando los flecos que asomarán justo cuando acabe el recuento de las urnas. Uno de ellos, que no será el más inmediato sino el último en concretarse, es el de quién ocupará la Presidencia de la Diputación de Valencia si al PSOE le salen los números. Y en esa reflexión Puig parece haberse decantado por el actual alcalde de Torrent, Jesús Ros frente a la opción del alcalde de Mislata y secretario general del PSOE en la provincia de Valencia, Carlos Fernández Bielsa.
Las fuentes del partido consultadas por Vozpópuli apuntan a que Puig mantendrá sigilo al respecto de esta cuestión durante la precampaña y la campaña electoral aunque la decisión ya estaría tomada. El equilibrio es delicado porque Bielsa es el vicepresidente de la Diputación y tras el adiós del actual presidente, Toni Gaspar (que irá como número 7 en la lista autonómica), tenía todas las papeletas para sustituirle.
Bielsa, además, es el secretario general del PSOE de la provincia de Valencia desde febrero de 2022 lo que orgánicamente dificulta más a Puig esa toma de decisión.
El objetivo de Bielsa
Lo que está claro es que la palabra de Puig –siempre que consiga repetir como presidente de la Generalitat– no se pondrá en cuestión. Bielsa quedaría en una posición delicada, ya que todos sus esfuerzos han ido encaminados a tener un poder provincial dentro de la organización y la Presidencia de la Diputación era la salida más lógica.
Si se confirma este escenario, el alcalde de Mislata quedaría reducido a su papel como primer munícipe, que nadie discute en las encuestas, y a las tareas internas de organización de los socialistas en la provincia de Valencia.
Puig premiará así la larga trayectoria de Jesús Ros como alcalde de Torrent durante casi veinticinco años en varias etapas –además de presidente del grupo socialista en las Cortes Valencianas– y también su decisión de repetir como candidato para el 28-M, algo que no entraba en sus cálculos. Ros quería dar un paso al lado pero Puig lo convenció para que ayudara a revalidar un gobierno autonómico de izquierdas.
El 28 de mayo las urnas para los votos municipales y autonómicos estarán juntas y Ros puede ser un gran activo para la candidatura de Puig.
Ros, una figura destacada
No en vano, Torrent es la segunda ciudad de la provincia de Valencia en número de votantes y sacar un buen resultado para Puig allí puede ser muy importante para alcanzar el éxito electoral. La figura de Ros, además, es respetada dentro del partido y pocos se opondrían a esa decisión de Ximo Puig.
Jesús Ros, es consciente de que debe dar el do de pecho por el partido para evitar que Amparo Folgado (PP) consiga la vara de mando. Folgado es junto a María José Catalá, la ahora candidata popular a la Alcaldía de Valencia, y a Josep Bresó (PSPV), los únicos que han ostentado la Alcaldía de Torrent en los últimos 30 años al margen de Ros. Aunque Folgado y el propio Bresó lo fueron por las renuncias de Catalá (que se marchó a la Generalitat) y del propio Ros por motivos personales.
Ahora bien, Bielsa desde su condición de líder provincial podría poner en apuros al comité de ese ámbito que debe elevar la propuesta sobre el candidato a presidir la Diputación de Valencia.
El núcleo duro, a favor
Las mismas fuentes afirman que con la decisión de Puig habría consenso en su grupo más cercano de colaboradores. Quienes también se decantan por Ros, según fuentes del partido, son el grupo que generacional y tradicionalmente ha pugnado con Bielsa, como son la candidata a la Alcaldía de Valencia, Sandra Gómez (y sus colaboradores) y el secretario de Organización, José Muñoz.
Puig, quizás, también esté pensando con ese portazo a Bielsa en poner dificultades a una figura que aspira a todo en el partido –incluido sustituir al propio Puig–. Si el presidente valenciano revalidara el triunfo quizás no agotara el mandato y ahí figuras como la de Arcadi España (conseller de Hacienda) son más del agrado del político de Morella.
El recuento de los votos municipales y las impugnaciones posteriores determinarán el reparto de diputados provinciales para cada partido. Las encuestas apuntan a que el PSOE podría revalidar el triunfo en la corporación provincial con un margen mucho más ajustado que el logrado en 2019.
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