Ximo Puig no quiere sobresaltos el próximo 28-M y ha decidido prescindir del presidente de la Autoridad portuaria de Valencia, Aurelio Martínez, quien está inmerso en una grave crisis reputacional por la venta del Valencia CF a Peter Lim que impulsó junto a Amadeo Salvo y que se hizo en condiciones de claro engaño a la sociedad y a los patronos de la Fundación.
La vicepresidenta del Consell, Aitana Mas, ha sido la encargada de oficializar su cese –adelantado por la cadena SER– y que se quiso 'vestir' inicialmente como si hubiera sido a petición propia. Es la misma situación que se dio en el pasado con Mónica Oltra, cuando ésta dijo haber dimitido pero en realidad Puig la obligó a dar ese paso con celeridad para no verse arrastrado por el controvertido asunto del abuso de la menor tutelada por parte del exmarido de la líder nacionalista.
Puig ha protegido públicamente al presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia en su salida y ha afirmado que "no tiene que ver" con su juicio por la venta del Valencia CF y sí con la edad de Martínez quien "me había hecho llegar en algunas ocasiones su voluntad de dejar el cargo".
Para abonar la tesis del cese a petición propia Aurelio Martínez remitió esta mañana una carta personal a Ximo Puig en la que le ha agradecido "todo el apoyo brindado en los últimos años en los que ha estado al frente de la gestión de los puertos de Valencia, Sagunto y Gandia".
Mejorar la interlocución con Ribó
Martínez destaca en el escrito haber alcanzado "gracias a los excelentes profesionales que conforman Valenciaport, grandes logros para el mejor puerto de España, a los que se ha dedicado mucho esfuerzo, así como a otros proyectos que han quedado a las puertas de su aprobación, que confía pueda llevar a buen puerto la persona que le suceda".
La realidad, sin embargo, es que Puig no quiere lío a falta de apenas dos meses para la cita con las urnas y ha optado por su separación. Según ha informado Aitana Mas "se pretende que haya una mejor interlocución del Puerto de Valencia con el Ayuntamiento de la ciudad".
Y es que Martínez mantenía una tensa relación con el alcalde de Valencia, Joan Ribó, a cuenta de la ampliación norte del Puerto de Valencia. Compromís y Podemos piden una nueva Declaración de Impacto Ambiental y el PSOE se decantó por aprobar la mejora de la infraestructura. La pelea se ha extendido hasta el Consejo de Ministros donde el proyecto estará en el cajón hasta, parece, después de las elecciones del 28-M.
Increpado antes y después del juicio
Aurelio Martínez ha tenido una semana complicada con su presencia en un juicio en el que fue denunciado por cinco accionistas del club de Mestalla por la venta al magnate singapurense de la mayoría accionarial de la entidad. La participación de Martínez en la vista fue muy controvertida al asegurar que los compromisos de Peter Lim para lograr la compra del club "fueron verbales".
Estas manifestaciones provocaron un gran bochorno en una gran parte de la sociedad civil valenciana que vive una revuelta contra Lim por el abandono absoluto del club. Aurelio Martínez fue increpado al llegar a la Ciudad de la Justicia de Valencia y al salir de ella. "Sinvergüenza", "caradura", "estafador", "pide perdón" o "devuelve la insignia de oro y brillantes del club" fueron algunas de las críticas de los aficionados que se dieron cita allí.
El presidente valenciano ha visto venir la ola de críticas e indignación y ha querido separar lo antes posible su camino del de Martínez –de 75 años de edad– que ha sido un dirigente socialista con larga trayectoria de cargos públicos auspiciados por el partido del puño y la rosa. Entre ellos cabe destacar el de conseller de Economía y Hacienda entre 1993 y 1995 con Joan Lerma como presidente autonómico valenciano. También llegó a la presidencia del Instituto de Crédito Oficial entre los años 2004 y 2009.
Martínez también fue cabeza de lista del PSOE en las elecciones de 1995 donde Rita Barberá arrasó con una mayoría absoluta que ya no dejó hasta el año 2015.
Recomendado por Lerma
El nombramiento de Aurelio Martínez como presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia llegó de la mano de quien fuera su jefe en el Gobierno valenciano del año 93, Joan Lerma. Ximo Puig tenía otros aspirantes pero prefirió aceptar la recomendación de Lerma para mantener un equilibrio interno dentro de las familias que componen el PSOE valenciano.
El sustituto nombrado es Joan Calabuig, quien actualmente es secretario autonómico de Relaciones Institucionales con la Unión Europea. Calabuig es también un 'histórico' de la época de Joan Lerma pero su acercamiento a Ximo Puig le ha valido estar en la presente legislatura con responsabilidades designadas por el presidente valenciano. su gran reto será culminar la ampliación norte del Puerto de Valencia.
El hueco de Calabuig lo ocupará la exportavoz de Ciudadanos en las Cortes Valencianas, Carolina Punset, quien después de dejar la formación naranja se enroló en el proyecto de Puig y era, hasta la fecha, comisionada para Asuntos Europeos e Iniciativas Estratégicas.
Salida de Rafa Simó
Otro movimiento aprobado por el pleno del Gobierno valenciano relacionado con los puertos es la salida de Rafa Simó como presidente de la Autoridad Portuaria de Castellón. En este caso, no hay dobleces en la toma de la decisión, ya que Simó será el cabeza de lista del PSOE para las Cortes por la circunscripción de Castellón. Este relevo, pactado previamente, coloca a Enrique Vidal como su sustituto.
El otro nombramiento sonado de la jornada de hoy ha sido el del exconseller de Hacienda Vicent Soler (a quien sustituyó Arcadi España) como nuevo presidente del Consejo Social de la Universidad de Valencia. Esta decisión remarca la presencia de Soler en los planes de Ximo Puig para la campaña electoral del 28-M, ya que a este puesto de relevancia se suma a su presencia en la lista del PSOE en la ciudad de Valencia, que cierra simbólicamente.