Joan Ribó deja hoy su acta de concejal en el Ayuntamiento de Valencia después de ver cómo su sucesora, María José Catalá, no ha tomado el relevo de su legado salvo en contadas excepciones. Los 8 años de Gobierno de Compromís y PSPV están ahora en revisión por parte del binomio PP-Vox.

El exalcalde de la capital del Turia mantuvo ayer un encuentro con la actual alcaldesa para despedirse, ya que durante el pleno previsto para la mañana de hoy se concretará la renuncia al acta de concejal que presentó hace unas semanas.

En esa reunión con un tono cordial, Catalá aseguraba que "siempre tendré la mano tendida, respeto y lealtad en lo institucional hacia Joan Ribó como alcalde de esta ciudad que ha sido". La petición de que el Gobierno de España declare acontecimiento de excepcional interés la Capitalidad Verde Europea del año 2024 es el asunto que más ha unido a Ribó con su sucesora.

Capitalidad Verde Europea

A la salida de ese encuentro, Ribó confirmó que ayudará en lo que pueda en esta cuestión –un reconocimiento que permitiría regular el régimen jurídico del evento y proporcionar los máximos beneficios fiscales permitidos por la legislación vigente–.

Ahora bien, también advirtió que "desde la segunda fila de la política" realizará una "crítica constructiva" al actual Gobierno municipal en artículos de opinión, redes sociales y actividades para "ayudar a que Valencia siga siendo una gran ciudad europea".

Dos modelos antagónicos

Pocos puntos más de acuerdo han tenido y van a tener Ribó y Catalá. De hecho, el exalcalde le mostró ayer su "preocupación" por los datos del último barómetro municipal en el que cuestiones como la limpieza, la seguridad o la movilidad ofrecían más incertidumbre a los encuestados que en la anterior legislatura.

Lo que resulta evidente es que María José Catalá ha optado –como era lógico pensar– por un modelo de ciudad diferente al de la coalición de izquierda.

Una de ellas es la movilidad caótica que se registraba durante los últimos años en la calle Colón, una de las más céntricas de la ciudad. El actual gobierno ha abierto un segundo carril para el tráfico privado y se lo ha quitado al transporte público que usaba también dos.

Ampliación del Puerto

El período navideño también fue diferente en la capital del Turia con la instalación de árboles en los barrios de la ciudad y una iluminación más potente y atractiva para los vecinos y visitantes.

La cabalgata de las Reinas Magas Republicanas que impulsó Ribó también pasó a mejor vida, en una actuación que deshacía una imposición forzada por la nula tradición de esta cabalgata en la ciudad.

Los dos modos de entender la política y la vida de Ribó y Catalá ha quedado de manifiesto en este primer año del mandato de la nueva alcaldesa en el que ha apoyado (frente a la oposición frontal de Ribó) la ampliación norte del Puerto de Valencia. Finalmente, el Gobierno de Pedro Sánchez se decantó por apoyar a Catalá frente a la tesis del exalcalde.

Ideología y lengua

También cuestiones ideológicas como la instalación de un monolito en homenaje al movimiento del 15-M en plena plaza del Ayuntamiento ha sido abordada por Catalá, quien ordenó su retirada.

Otra simbología que ha sufrido cambios tiene que ver con la jornada festiva del 9 d'Octubre para la Comunidad Valenciana como es la procesión cívica.

En su recorrido, Joan Ribó, eliminó la entrada de la Real Senyera a la Catedral de Valencia bajo el argumento de que ese acto ciudadano debía ser laico. El pasado 9 d'Octubre la Senyera volvió a entrar en la Catedral con la alcaldesa, María José Catalá, como portadora de la misma.

Regresa así una tradición muy interiorizada entre los valencianos y que sólo fue interrumpida en los 8 años del Gobierno en el que Ribó era alcalde de la ciudad.

La denominación de la ciudad también ha sufrido una variación en las pretensiones. Ribó impulsó, con el apoyo del PSPV, la toponimia exclusivamente en valenciano y con el acento abierto: València.

Catalá dio el primer paso para que la denominación de la capital del Turia sea doble, en español y en valenciano, y en este segundo caso con el acento cerrado: Valéncia. A día de hoy ese asunto aún no ha avanzado al tener que pasar el filtro de instancias autonómicas.

La alcaldesa de la ciudad, en cualquier caso, tiene clara su hoja de ruta y sigue recuperando tradiciones para algunas pedanías (Carpesa, Benifaraig y Borobotó) como son los 'bous al carrer' –festejos taurinos en la calle–, para lo que también cuenta con el apoyo de Vox. Ribó las eliminó por considerar estos festejos maltrato animal.

Un símbolo para el PP

El reconocimiento a Rita Barberá por parte de Catalá, al nombrarla alcaldesa honoraria de la ciudad a título póstumo, tampoco ha sido apoyada por Ribó ni el PSPV y sigue siendo un arma arrojadiza entre los partidos de izquierda y el PP.

La que fuera alcaldesa de la ciudad y gran transformadora de su estructura y modernización da nombre ya al Puente de las Flores, aunque Vox propone darle a lo largo de la legislatura alguna otra vía pública de relevancia en la ciudad.

Dos modelos de ciudad y de progreso que van a quedar marcados por la evolución de la letra pequeña de la gestión, los proyectos de barrio, los ajardinamientos, la mejora de la seguridad, la limpieza o los grandes retos como la solución ferroviaria en el subsuelo.

Los valencianos podrán determinar la calificación que obtiene María José Catalá el último domingo de mayo de 2027. Ribó, ya no. Su sustituta al frente de Compromís para la Alcaldía será, previsiblemente, su actual portavoz municipal, Papi Robles. Ahora bien, nadie se atreve a garantizarlo.

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