Comunidad Valenciana

Un sondeo de Compromís alerta de la caída de Podemos que pone en riesgo el Gobierno

El bloque de izquierdas obtendría entre 50 y 52 escaños (con Podemos a medio punto de no entrar en las Cortes) y el de derechas entre 46 y 48 (con Ciudadanos fuera del hemiciclo) y el PP como primera fuerza

  • Joan Baldoví en la sede nacional de Compromís -

La actividad para saber el sentir de los ciudadanos y sus preferencias de voto para las próximas citas electorales aumenta cada día. Si el PSPV que encabeza Ximo Puig exhibió hace escasas fechas en Levante EMV un sondeo en el que conseguía una victoria holgada, ahora es Compromís quien hace cábalas sobre lo que puede suceder en la cita autonómica de mayo del 23 que se presenta muy reñida. En ese estudio el margen por el que el bloque de izquierdas revalidaría su victoria es muy estrecho y existe temor en Compromís a que un a fuga de votos en Podemos los deje fuera de las Cortes Valencianas haciendo imposible una tercera edición del Pacto del Botànic.

En concreto la horquilla que contempla este sondeo interno de la formación nacionalista al que ha tenido acceso Vozpópuli contempla que la suma de PSPV, Compromís y Podemos sería de entre 50 (justo la mayoría absoluta) y 52 escaños, mientras que la suma de PP y Vox estaría entre 46 y 48 escaños, con Ciudadanos fuera del Parlamento autonómico valenciano.

El efecto Oltra ya está medido

El estudio es relevante porque ya contempla los primeros efectos del 'caso Oltra' y desde entonces hasta ahora esa fotografía demoscópica ha permanecido sin muchos altibajoscomo revela el barómetro del CIS publicado ayer– y que a nivel nacional otorga la misma intención de voto a Compromís que en el publicado el pasado mes de julio.

El PPCV de Carlos Mazón sería la fuerza más votada en esta muestra con un porcentaje de apoyo de casi el 32% y un total de 32-33 escaños, seguido de cerca por el PSPV de Ximo Puig con un 30% de los votos y 30-31 escaños. Los populares subirían 14 diputados desde la última cita y los socialistas un máximo de 4. Como tercera fuerza se situaría Compromís (aún sin candidato decidido) en un empate técnico con Vox (también pendiente del cabeza de cartel). Ambas formaciones estarían rozando o superando ligeramente el 14% de votos para un total de entre 14 y 15 diputados cada uno.

Podemos pende de un hilo

Las dos claves del estudio están en la evolución que van a tener en los próximos meses dos partidos como Podemos y Ciudadanos. La formación morada es la muleta necesaria para reeditar un gobierno tripartito de izquierdas y en este momento estaría al borde del abismo con un 5,7% de los votos para un total de 6 escaños.

Es por ello que la política de pactos preelectorales de Compromís, que debe empezar a definir en breve, va a ser fundamental para dar 'oxígeno' a Podemos y que no salga del hemiciclo, ya que esa circunstancia haría que el PP como primera fuerza se disparara por la aplicación de la Ley d'Hont y alcanzaría la mayoría absoluta junto a Vox.

En la propia encuesta del CIS avanzada ayer los votantes de Compromís se decantan por Yolanda Díaz como la líder por la que sienten más simpatía. Sin embargo, en el tablero político valenciano hay condicionantes que aconsejan otras alianzas o fichajes. Los seguidores de Más País de Íñigo Errejón pueden ayudar a engrosar los números de Compromís y también los de Izquierda Unida, que en Valencia toman la denominación de EUPV.

El fichaje de referentes de Podemos que ahora no están en primera línea es otra realidad –como ya ha sucedido con César Jiménez, uno de los fundadores de la formación morada en tierras valencianas, que se ha incorporado como asesor de Compromís en las Cortes–. En cualquier caso, bien por alianza o por absorción de líderes, Compromís debe contribuir a que aumente el porcentaje de votos de Podemos.

Si la formación nacionalista se centra sólo en que su propia bajada –que se da casi por segura–, sea contenida, dejará desguarnecido el nicho de votantes de Podemos (que estiman actualmente en unos 175.000) y eso sería sinónimo de derrota electoral. Por eso, están volcados los dirigentes de la coalición en buscar una solución y el ex conseller de Educación, Vicent Marzá, es el referente encargado de 'peinar' el mercado desde el norte de Castellón hasta la comarca de la Vega Baja en Alicante.

En cuanto a Ciudadanos su evolución refleja una tendencia a la baja, tanto a nivel nacional como autonómico, y estaría ahora en el entorno del 3% pero ya sin alcanzarlo. Remontar dos puntos (la barrera electoral fija el 5% como mínimo para entrar en el Parlamento autonómico valenciano) se antoja ahora una tarea titánica si atendemos a la desbandada interna o las críticas a la dirección nacional actual que encabeza Inés Arrimadas.

El hundimiento de C's

El escenario que presenta este estudio, si se mantiene, hace posible un nuevo gobierno de izquierdas. Por contra, hay elementos que pueden variar y casi todos beneficiarían al PP valenciano que encabeza Carlos Mazón. El primero es la mencionada salida de Podemos de las Cortes por no alcanzar el 5%; el segundo es la bajada continua de Ciudadanos que podría elevar aún más la transferencia de votos hacia el PP de lo que ya se reflejan en numerosas encuestas publicadas.

El votante de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana procede en un porcentaje muy elevado del PP, que llegó a recibir 1.200.000 votos en su época dorada y que apenas superó los 500.000 votos en 2019 con Isabel Bonig al frente. Es por ello que, ante la certeza de que la formación naranja no entrará en el Parlamento autonómico, se puede producir un mayor retorno de votantes a los populares.

Y el tercer escenario es que el PSPV no suele superar el porcentaje de voto de los socialistas a nivel nacional y la encuesta del CIS de septiembre (la más favorable de las que se han publicado) sitúa su porcentaje de apoyo en el 29%.

Por contra, hay una constante en las encuestas que sí beneficiaría al bloque de izquierdas como es el hecho de que, según aseguran las fuentes consultadas, no hay en la Comunidad Valenciana a día de hoy un trasvase significativo de voto del PSPV hacia el PP.

Este paso de votantes socialistas al PP sí que haría también imposible la reedición del pacto del Botànic, aunque en caso de darse siempre suele ser en el tramo más cercano a las elecciones. Se trata de un segmento de la población que bascula entre los dos grandes partidos y que pone la lupa en la gestión, por lo que este otoño y el invierno serán cruciales para determinar si ese trasvase finalmente se produce.

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