La obra del nuevo cauce del río Turia a su paso por Valencia ha evitado que la tragedia en la capital fuera mayor que la que a estas horas se conoce con, al menos 4 víctimas mortales, en sus pedanías. La magnitud de las lluvias aguas arriba (cerca de 500 litros por metro cuadrado) ha provocado que durante unas horas se haya desbordado en algunos puntos de su recorrido que desemboca en el Mediterráneo.
Esta infraestructura se abordó tras la riada sufrida por la capital del Turia en el año 1957 y que dejó, al menos, 81 muertos tras la inundación de muchos de sus barrios.
La Ciudad de las Artes
El antiguo cauce ocupaba el terreno donde actualmente se erige el parque metropolitano más grande de la ciudad, el Bioparc o la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Esa salida natural del Turia hacia el mar en mitad de la ciudad se desvió hacia el norte después del episodio de la riada en una obra que se inauguró en 1973.
Gracias al gran caudal que engulle el cauce nuevo se ha podido minimizar la tragedia en Valencia y han quedado protegidos la mayor parte de barrios y pedanías de la ciudad, cumpliendo así su función inicial.
Localidades como Mislata son algunas de las que han sufrido el desbordamiento del nuevo cauce pero de manera muy puntual pero es el menor del escenario previsto porque las lluvias torrenciales sí se que han provocado que otras infraestructuras como el barranco del Poyo (al otro lado de este nuevo cauce del Turia) se hayan desbordado de manera violenta causando la mayoría de las víctimas mortales que hasta esta hora se están contabilizando.
Mantenerlo limpio
Esta infraestructura ha sido objeto en el pasado incluso de algún intento de 'urbanizar' para el disfrute ciudadano con infraestructuras desmontables por parte del anterior equipo de Gobierno encabezado por Joan Ribó. Algo planteable porque nunca se había desbordado y que finalmente organismos como la Confederación Hidrográfica del Júcar desaconsejaron rotundamente.
Las lluvias de estas jornadas han demostrado que tener despejado ese cauce es la mejor manera de que un capítulo extremo de precipitaciones no acabe afectando a la ciudad de Valencia.
El cauce nuevo supuso respecto al trazado original desviar el río hacia el norte, uniéndolo al barranco de Carraixet. También abordó la construcción de un embalse en la localidad de Villamarchante y, lo más importante, fue la excavación del trazado desde las afueras del municipio de Quart de Poblet hasta el norte de la pedanía de Pinedo, cruzando por el corazón de la comarca de l'Horta de Valencia que ha sido tan dura golpeada en la DANA de ayer.
Esta obra de 11,8 kilómetros de longitud y una capacidad de soportar 5.000 metros cúbicos por segundo ha salvado a Valencia, sin duda, de una segunda riada letal.