Las Comunidades Judías de España acusan a Colau de "incongruente" por romper con Tel Aviv

"¿Por qué contra Israel? ¿Por qué no se aplica el mismo criterio contra otros países?" es la pregunta que se hacen desde la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) a raíz de la decisión del Ayuntamiento de Barcelona, bajo el mandato de Ada Colau, de romper el hermanamiento de la capital catalana con la ciudad israelí de Tel Aviv. La Federación ha escrito una carta abierta al Ayuntamiento en la que relatan la "inquietud" con la que han recibido la noticia.

Bajo el lema "Barcelona, con el apartheid NO", organizaciones pro-palestinas han promovido la campaña para romper el hermanamiento trilateral firmado en 1998 entre Barcelona, Tel Aviv y Gaza. Para impulsarlo, llevaron a cabo una recogida de firmas que registró en la casa consistorial 4.135 signaturas. El acuerdo se produjo en el marco de los Acuerdos de Oslo, que se produjeron apenas unos años antes. La situación del conflicto palestino-israelí, sin embargo, ha motivado a estas asociaciones a desdeñar el acuerdo.

La propuesta, que insta por tanto a suspender las relaciones con el Estado de Israel y que anula el hermanamiento entre las ciudades mediterráneas se votará en febrero.

Decepción entre las comunidades judías de Barcelona

"Hemos recibido la noticia con sorpresa y pena", cuenta a Vozpópuli María Royo, directora de Comunicación de la FCJE. Ha lamentado que "una ciudad como Barcelona, en la que hay una comunidad judía y con la que hay una gran amistad" corte su relación con Tel Aviv.

Royo lamenta la posible ruptura de relaciones entre las ciudades, ya que Barcelona no es sólo una urbe con una comunidad judía propia, sino que es un destino turístico clave para la población israelí. Antes de la pandemia, la capital catalana recibió, solo de Tel Aviv, 431.000 visitantes.

Desde la Federación denuncian que esta actuación se tiene contra Israel y especialmente con Tel Aviv, pero no con otros países. Reconocen, eso sí, que la ruptura del hermanamiento incluye también a Gaza, una de las principales ciudades palestinas gobernada por la organización islamista Hamás.

La carta recoge las similitudes entre ambas ciudades que "son descubridoras de arte y cultura, defensoras de derechos LGTB y puertos de bienvenida para todos", según escribe la FCJE. Ambas, dice Royo, son ciudades "cosmopolitas" y "abiertas al mundo", por lo que considera la decisión de votar romper el hermanamiento por parte del Ayuntamiento algo "incongruente". Es, dice, una decisión que no se ha tomado pensando en la población barcelonesa, entre otras cosas por la comunidad judía que de ella forma parte. "Para la comunidad judía es fatal", asevera, además de considerar la iniciativa un "gesto de hostilidad" contra ella.

La FCJE rechaza que la propuesta haya llegado tras un 2022 especialmente tenso en las relaciones entre Israel y Palestina, con el sonado caso de la muerte de la periodista de Al Jazeera Shireen Abu Akleh a manos de militares del país hebreo, para apuntar hacia un rechazo a largo plazo de las políticas de Israel. Un rechazo que, dicen, "pagan con la ciudadanía israelí".

Con todo ello, llaman al Ayuntamiento de Barcelona a los políticos del consistorio de Barcelona a que "permitan que la ciudad siga construyendo puentes de concordia, sensibles con todas las minorías y eviten la promoción de discursos de rechazo y aislamiento".

Votación el próximo 27 de enero

La iniciativa se votará en febrero, y planteará un choque entre las posturas de los miembros de la casa consistorial que va más allá del hermanamiento y pone el foco en el conflicto localizado en Oriente Medio. Inicialmente, estaba planificado que la propuesta se votara en el pleno del 27 de enero, pero al coincidir la fecha con el día en conmemoración de las Víctimas del Holocausto la votación se aplazó.

Por el momento, la propuesta cuenta con el claro apoyo de Barcelona en Comú, capitaneado por Ada Colau. Por otro lado, destaca el rechazo de Ciudadanos a la propuesta, que llegaron a presentar una moción en condena al "auge de la judeofobía" en el Parlament catalán con el apoyo de Junts y motivada por la medida de la capital, aunque finalmente fue rechazada.