La Audiencia de Barcelona ha condenado al Instituto Catalán de la Salud (ICS) a pagar 150.000 euros a una paciente por dar por benigno un tumor maligno y por retrasar el tratamiento injustificadamente, lo que ha provocado que las probabilidades de supervivencia de la mujer bajen al 50%.
La demandante acudió a su médico de cabecera en Lleida el 1 de agosto de 2012 por un bulto en la pierna derecha, y tras varias pruebas se optó por hacer una resonancia magnética ante la sospecha de que el tumor podía ser maligno.
La resonancia se retrasó un año, hasta agosto de 2013, y no tuvo en cuenta los signos de malignidad, por lo que el 4 de abril de 2014 se le extirpó el tumor en el hospital universitario Arnau de Vilanova de Lleida.
El informe postoperatorio no incluyó que el tumor había crecido considerablemente durante el período, uno de los signos de que podía ser maligno, por lo que la paciente fue dada de alta hasta que en julio de 2014 se detectó un nuevo tumor en la mama izquierda, que derivó en metástasis y en otros tumores metastásicos en los pulmones y en el páncreas, según la sentencia.
Podía haberse evitado
Según el tribunal, el retraso y el error en el diagnóstico expuso a la paciente a un cáncer "altamente agresivo de rápida progresión y crecimiento" que podría haberse evitado con un correcto diagnóstico y tratamiento en cuanto la mujer presentó los primeros síntomas.
La demandante continúa en tratamiento en el hospital de Sant Pau de Barcelona, y sus posibilidades de supervivencia han descendido al 50% según los peritos del tribunal, cuando en el inicio de la enfermedad eran del 90%.