Ya les ocurrió el año pasado. La cámara convocó pleno extraordinario en el mes de agosto para aprobar un nuevo paquete de medidas anti-crisis puesto en marcha por José Luis Rodríguez Zapatero, que aprovechó para anunciar la más sorpresiva de las reformas, la de la Constitución al objeto de incluir el principio de estabilidad prespuestaria en la Carta Magna. Con estos antecedentes y una situación de crisis acentuada, los servicios de la Cámara y los Grupos Parlamentarios están convencidos de que les tocará volver al hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo en plena canícula.
El Consejo de Ministros tiene previsto reunirse los días 3, 24 y 31 de agosto. Eso tienen marcado los ministros en la agenda, pero no es descartable que las tres convocatorias se conviertan en alguna más. Y si se aprueba en cualquiera de estas citas un nuevo paquete de ajustes y recortes que exija de la convalidación de la Cámara, lo más probable es que Moncloa no quiera, ni pueda, esperar al inicio del periodo de sesiones. La situación es de emergencia y el Gobierno no se preocupa por disimularla, habida cuenta, además, de que los meses de agosto son especialmente duros con nuestra economía.
De momento, lo único que tienen previsto los servicios de la Cámara es una reunión de la diputación permanente a finales de agosto. Lo habitual. Pero en situaciones de excepcionalidad pocas cosas son habituales y no es creíble que desde hoy, en que se celebra la última sesión plenaria del curso, hasta el 11 de septiembre, en que la Cámara Baja reanudaría su actividad tras las vacaciones estivales, los diputados no tengan que acudir al hemiciclo. Por ello, la instrucción que ha dado la dirección de algunos Grupos Parlamentarios a sus diputados es que no se vayan muy lejos por si tuvieran que regresar a Madrid para votar, todo ello sin contar con un escenario aún más terrible: el del rescate, posibilidad que, a pesar de las palabras del ministro de Economía negándolo, planea por el Congreso de los Diputados.
Precisamente ayer la Diputación Permanente rechazó ayer que Mariano Rajoy, comparezca con carácter urgente al Pleno del Congreso para dar cuenta de los detalles del rescate financiero a la banca española cuyo Memorándum de Entendimiento España se firmará hoy, informa Europa Press. El PSOE reclamó esta comparecencia por entender "no es concebible" que el Parlamento no debate sobre esta cuestión que es "la principal operación económica jamás suscrita por España en su historia", en boca del portavoz económico del PSOE, Valeriano Gómez.
Hoy arrancan las comparecencias en la comisión de Economía sobre la gestión de las antiguas cajas con la presencia de Fernández Ordóñez y Campa
Gómez defendió que los españoles merecen una discusión "a fondo" sobre un asunto que cree que el presidente del Gobierno explicó "a medias" hace dos semanas en el pleno del Congreso. "Estos siete días, al igual que estos siete meses, han servido para mostrar una vez más que el camino no es éste ni en España ni en Europa. El camino no puede ser aplicar una política ciega e irresponsable de ajuste y de depresión de la actividad, una política que terminará conduciéndonos a una fase de la crisis mucho más severa que la inicial", subrayó el también ex ministro de Trabajo en el último gobierno de Zapatero.
No se puede negar la febril actividad de la Cámara Baja en este mes de julio, constitucionalmente mes inhábil en el Parlamento. En el día de hoy, además de celebrarse pleno, arrancan las comparecencias solicitadas por el PP para analizar la situación del sector financiero, en concreto, la gestión de las antiguas cajas. Le toca el turno al ex secretario de Estado de Economía José Manuel Campa y al ex gobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez. El jueves lo harán, y por este orden, Julio Fernández Gayoso, ex copresidente de Novacaixagalicia; Rodrigo Rato, ex presidente de Bankia; Narcis Serra , que fuera responsable de Caixa Catalunya y la ex vicepresidenta económica, Elena Salgado.
