Incluso quienes dentro del PP y de CiU creen que la solución al enredo catalán puede llegar de una reforma constitucional, desprecian el papel que en estos momentos puede jugar el PSOE para empujar en esta dirección. “Todos éramos conscientes del equipaje intelectual que tenía Rubalcaba en su defensa del cambio de la Constitución y todos sabemos ahora que su sustituto, un recién llegado, no reúne estas condiciones”, asegura un miembro de la ejecutiva de Convergencia. En todo caso, este es el escondite en el que ha preferido refugiarse Pedro Sánchez para eludir el problema de fondo, con su apuesta genérica por introducir un nuevo encaje de Cataluña en España dentro de la Carta Magna, a sabiendas de que es una salida que rechaza Mariano Rajoy y de que está cogida con alfileres dentro de su propio partido. Eso explica también la defensa que el nuevo líder socialista hace de la ‘declaración de Granada’, aprobada por los barones hace un año para parchear la crisis con los socialistas catalanes. En su texto, se apuesta por un giro federalista que ha vuelto a mezclarse con el ‘derecho a decidir’.
En el PSOE se ve a Iceta más sólido que a Sánchez, al contrario de lo que ocurría con Navarro y Rubalcaba
Algo que no ha pasado desapercibido dentro del PSOE es que el relevo de Pere Navarro por Miquel Iceta al frente del PSC ha estado acompañado por la restitución de las relaciones con los dirigentes críticos que apoyan el referéndum soberanista y por el apoyo a la ley de Consultas promovida por la Generalitat. Todo lo contrario de lo que hace cinco meses Rubalcaba pactó con Navarro para evitar el divorcio con los socialistas catalanes y ahora Sánchez trata de sortear incorporando a la exministra Carmen Chacón a su ejecutiva y haciendo malabarismos entre la federación catalana y las 16 federaciones restantes que miran vigilantes los primeros movimientos del nuevo líder y la explosiva situación en Cataluña.
Dos escenarios para el encuentro entre Rajoy y Mas
“Se han invertido los papeles”, explica un miembro de la ejecutiva saliente del PSOE atento al problema catalán. “Hasta ahora era la influencia de Rubalcaba la que había prevalecido sobre la del PSC, con un Pere Navarro poco preparado y muy debilitado. En adelante, tenemos en Barcelona a un político fino y experimentado como Iceta, frente a un secretario general poco avezado en el rompecabezas catalán”.
El abrazo de Sánchez al PSC –“Vamos a ir juntos y en unidad de acción”–, puede tener recorrido si de la entrevista que Rajoy mantendrá el miércoles con Artur Mas sale una agenda negociadora, pero también puede descarrilar si el Gobierno se niega en rotundo a ceder a las presiones del frente independentista y los socialistas catalanes se ven obligados a precisar su actitud, se opina en la federación andaluza del PSOE, la que más va a tutelar los primeros pasos del secretario general.
De momento, lo evidente es que las propuestas para Cataluña del PSC y de Sánchez son contradictorias. Iceta propone dos consultas a los ciudadanos de esta comunidad: la primera, para que mandaten al Gobierno de la Generalitat a negociar con el Ejecutivo central una salida y la segunda, para ratificar el acuerdo alcanzado. En cambio, el nuevo líder del PSOE considera que hay que hacer una sola consulta sobre una reforma constitucional de corte federal y que debe tener, además, alcance nacional.
Un congreso extraordinario vacío de contenido
Con esta foto de situación, en el PSOE se ve posible que de la reunión que el lunes celebrarán Rajoy y Sánchez salga un compromiso de lealtad y juego limpio ante el proceso soberanista, pero no un frente común tan sólido como el que operó entre La Moncloa y Ferraz durante la etapa de Rubalcaba. De hecho, el problema ha quedado conscientemente enmascarado en el congreso extraordinario que los socialistas celebran este fin de semana, donde es patente el vacío de contenido más allá del reparto de poder orgánico encauzado a través de la nueva ejecutiva y del comité federal. Para disimularlo, se han improvisado cuatro foros, centrados en el empleo, la igualdad, el municipalismo y el cambio climático. El primero será conducido por el exministro de Trabajo Valeriano Gómez, el segundo por la diputada Carmen Montón, el tercero por el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y el cuarto por el hasta ahora secretario de Ordenación del Territorio en la ejecutiva de Ferraz, Hugo Morán.
En el congreso extraordinario se ha sorteado el problema catalán, mientras se ha organizado un foro sobre cambio climático
Sánchez ha convenido que la andaluza Susana Díaz, a la que debe el cargo, oficie como presidenta del congreso extraordinario, mientras ultima la composición de su ejecutiva, donde ha colocado como ‘número dos’ al secretario general de La Rioja, su amigo César Luena, un diputado de 33 años licenciado en Humanidades al que tocará lidiar con los barones regionales y coordinar los preparativos de las elecciones autonómicas y locales de mayo, claves para el PSOE y para el liderazgo del propio Sánchez. Un cálculo ampliamente compartido en las filas socialistas es que si en mayo se conquista Madrid, el candidato natural a las legislativas, sin necesidad de elecciones primarias, será el secretario general, sin que Susana Díaz ni Carmen Chacón se atrevan a dar la batalla en contra. Sin embargo, un mal resultado en la primavera del año que viene, cambiaría todo el mapa de coordenadas con el que trabaja el líder que será ungido este domingo. Un obstáculo más que sumar al catalán para “jubilar” a Rajoy.