La Casa del Rey ha desmentido, a preguntas de este diario, cualquier tipo de relación, información previa o pacto en relación a la entrevista aparecida ayer domingo y hoy lunes en el diario El Mundo con la llamada “princesa” Corinna zu Sayn-Wittgenstein, entrevista que ha causado enorme revuelo por el extraordinario valor simbólico que encierra, ello al margen de que en el fondo se trate de un texto amable con el que la ex amante del Rey Juan Carlos cuida su imagen, puesto que es obvio que no se han tocado los temas “calientes” que hubieran hecho de esta entrevista un terremoto.
Un portavoz de la Casa del Rey ha asegurado a este diario que “no sabíamos absolutamente nada de que esa entrevista fuera a aparecer. De manera que ni hemos sido informados, ni hemos consentido, y mucho menos hemos pactado nada”. La sorpresa en el entorno de Zarzuela es aparentemente sincera y total: “Evidentemente es una iniciativa que ha tomado ella personalmente y sus abogados, y ella sabrá por qué. Para esta Casa ha sido una decisión lamentable, por no utilizar una expresión más contundente”.
En la mañana del 14 de abril de 2012, Corinna y su hijo fueron puestos en Barajas para tomar un avión de salida y sin retorno horas después de la célebre caída de Botswana
Fuentes consultadas por este diario esta mañana sugieren en la iniciativa de Corinna una suerte de “venganza” contra el Monarca y la propia Familia Real, particularmente contra la reina Sofía, por la forma en que la llamada “princesa” y su hijo fueron puestos en el aeropuerto de Barajas en la mañana del pasado 14 de abril de 2012, y obligados a tomar un avión de salida para no regresar a España, ello horas después de que, de madrugada, en un hospital de Madrid fuera operado el Rey tras el accidente de caza sufrido en Botswana
“Nunca he recibido un solo euro de los contribuyentes españoles. He ayudado gratis al Gobierno español y me han pagado algunas empresas privadas que querían expandirse globalmente”, asegura Corinna en la entrevista efectuada por la periodista Ana Romero, que ha logrado aquí un brillante scoop periodístico. “El Rey me pidió que ayudara a Iñaki a encontrar empleo apropiado en una organización internacional reconocida. Cuando no aceptó la oferta de Laureus me sentí decepcionada”, sostiene.
La alemana, con brillante fotoshop en la portada de El Mundo, afirma también que “La colaboración que he prestado al Gobierno español, cuando se me ha pedido, ha sido siempre delicada, confidencial. Son asuntos clasificados, situaciones puntuales que he ayudado a solucionar por el bien del país”. Esta mañana, distintos miembros del Gobierno echaban balones fuera y desmentían que el Gobierno hubiera tenido o mantenido cualquier tipo de relación con esta señora.
La segunda parte fue efectuada ayer mismo en Londres
La segunda parte de la entrevista que hoy publica El Mundo fue realizada ayer mismo en Londres, no después de que la “princesa” comprobara cómo era tratada en la edición de “El Mundo” del sábado, con la primera parte -apenas cuatro frases en realidad-, de la misma efectuada a lo largo de la semana pasada en la casa de Mónaco que ahora ocupa, y cuya planta baja ha sido acondicionada para ejercer de improvisada “oficina” para los negocios de Corinna.
Para el Palacio de la Zarzuela, la aparición de Corinna en el segundo gran diario de tirada nacional es en estos momentos algo parecido a un desastre. Su mera existencia se ha convertido en uno de los talones de Aquiles de la Corona, aunque ya lo era desde que la relación, apenas conocida hasta el “accidente” de Botswana por un reducido número de personajes de la alta sociedad y del mundo empresarial y financiero, llegara a los dominios del pueblo llano por culpa de esa cacería de elefantes que llevó al Monarca a un hospital madrileño para ser sometido a una operación de cadera.
La relación no se habría roto del todo porque el Rey habría seguido viendo a su amiga en encuentros ocasionales en el extranjero, fundamentalmente Emiratos Árabes Unidos
A primera hora de la mañana del mismo día, 14 de abril de 2012, en que don Juan Carlos era intervenido de madrugada en el Hospital USP San José de Madrid por el doctor Ángel Villamor, Corinna abandonaba la casa en el recinto de El Pardo que habitualmente venía ocupando durante sus estancias en Madrid y, en compañía de su hijo, tomaba un avión en Barajas, adonde había sido conducida por agentes del servicio de inteligencia, con destino desconocido.
Ha sido la última vez que la alemana ha pisado suelo español. De acuerdo con algunas fuentes, la relación no se habría roto del todo, de forma que el Rey habría seguido viendo a su amiga en encuentros ocasionales ocurridos en el extranjero, fundamentalmente en los Emiratos Árabes Unidos.
La entrevista de El Mundo se publica en un momento crítico para la salud del Monarca y para el prestigio de la institución que representa. En efecto, el próximo 3 de marzo el Rey, por séptima vez en su vida, entrará en un quirófano para ser intervenido quirúrgicamente de una hernia discal que padece desde hace años pero que se le ha agudizado en los últimos meses. La intervención tendrá lugar en la Clínica La Milagrosa de Madrid, y correrá a cargo de un equipo encabezado por el doctor Manuel de la Torre Gutiérrez, un especialista de confianza de la Casa del Rey, en la que ha trabajado como miembro del Servicio Médico de la Guardia Real.