Ono sigue sin crecer, y por lo tanto, su principal lucha por intentar salir a bolsa (para financiarse y dar una salida a los fondos americanos) seguirá frustrada por más tiempo. El negocio está parado y su base de clientes también.

La operadora de cable, que ayer presentó resultados trimestrales, mantiene el tipo en plena crisis con un crecimiento del 0,1% de sus ventas en los nueve primeros meses del año y con una base de clientes un 0,7% superior.

Las cifras del tercer trimestre (julio-septiembre) dan un crecimiento del 2,5% en sus ventas, pero la base de clientes se lleva uno de los mayores recortes trimestrales: casi 6.000 clientes del mercado residencial menos, un 0,3% (1,906 millones). Esta supuesta mejora en los ingresos se explica, según la documentación que aporta la compañía, al incremento de un euro en los servicios desde el pasado 1 de julio; y precisamente esto es lo que provoca la fuga de clientes.

Por áeras, la compañía ha perdido en estos tres tres meses 13.000 clientes en televisión; y 1.000 en telefonía; en el mercado de internet, en cambio, suma 6.000 usuarios más. Pero estas cifras muestran que el operador es muy poco competitivo. En el mismo trimestre, su rival Jazztel por ejemplo hizo diez veces más, más de 62.000 líneas nuevas.

Por todo ello, se explica que la ratio Churn (la tasa de cancelación de clientes) es una de las más altas en mucho tiempo: 16,7%. En el capítulo de la deuda, por último, se observa que Ono paga cada trimestre más, cambia deuda barata por deuda más cara.