La encuesta preelectoral del 27S elaborada por el CIS otorga ahora mismo a la Candidatura d'Unitat Popular (CUP) la llave que permitiría al presidente de la Generalitat, Artur Mas, y sus socios (ERC y las plataformas ANC y Òmniun Cultural) seguir adelante con su órdago secesionista. La formación que lidera David Fernández, portavoz y diputado en el Parlament, quiere que tras estas elecciones se inicie un proceso constituyente hacia la independencia, sin enredos en negociaciones con el Gobierno central. Su propósito es desconectar de España, pero aguardan al resultado de las urnas para tomar decisiones. De momento, respaldan el carácter plebiscitario de estos comicios, se alinean con el procés e incluso creen que podrían sumar al mismo a futuros diputados de la candidatura 'Cataluña Sí se puede' (Podemos, ICV y Equo).
Así lo ha afirmado Fernández en una entrevista con el semanario alternativo digital Directa, donde habla distendidamente del panorama catalán. Según el diputado de la CUP, "abrir el proceso constituyente reclama dos tercios del Parlament, que estarán". "Estoy convencido -apunta Fernández- de que, pasada la locura electoral, 'Cataluña Sí se puede' también estará, porque la opción -que no hipótesis- de ruptura democrática catalana está cerca y es bien real si la hacemos entre todos". El portavoz de la CUP subraya que la fórmula de su formación "es la de siempre: mano extendida por la autodeterminación, puño cerradísimo contra recortes... y luz y taquígrafos contra la corrupción y el capitalismo de amiguetes".
Fernández considera que Podemos e ICV están "subordinados" a "lo que pase en Madrid"
No obstante, tal convencimiento no impide a Fernández afear a la formación de Pablo Iglesias que no suscribiera la consulta independentista del 9N y que sea "rehén del nacionalismo de Estado". Asimismo, el portavoz de la CUP no ve futuro a las tesis de Podemos: abrir un proceso constituyente en Cataluña, pero dentro de un "cambio de régimen" a nivel estatal. "Nos comprometemos a respetar la voluntad democrática del Parlament, pero tendremos que buscar cómo encajarlo en el marco institucional español", dijo Iglesias el pasado julio.
Ante ello, Fernández es meridianamente claro: "Lo que no veo, es un proceso constituyente en España. Lo lamento. En noviembre, el régimen se cerrará por arriba, porque habrá una victoria del PP, del PSOE y de Ciudadanos. Podemos será tercera o cuarta fuerza política. Yo les deseo lo mejor, pero no veo que tengan la fuerza ni la acumulación de fuerzas suficiente para abrir un proceso constituyente", señala Fernández.
A su juicio, el esquema de 'Cataluña Sí se puede' (Podemos, ICV y Equo) es que "tiene que pasar algo en Madrid para que pase algo en Cataluña. Y este es un principio de subordinación y de dependencia terrible, que es lo que rompemos nosotros y la mayoría del movimiento soberanista: ya no pedimos permiso en Madrid ni dependemos de Madrid", sentencia.
La intuición interesada de Podemos
Pese a la relación cercana que mantiene con Mas, el diputado afirma que no ve a la CUP votando una investidura del líder convergente tras el 27S. Sin embargo, de estas palabras no se infiere, como ya están difundiendo dirigentes de Podemos, entre ellos Íñigo Errejón, que la formación separatista vaya a bloquear un gobierno de la candidatura 'Juntos por el Sí'. Desde la CUP dejan la puerta abierta a posibilitar la investidura de otro candidato que no sea Mas. "No nos veo ni haciendo el juego a España, ni invistiendo a Mas, ni salvando a Convergència", sostiene Fernández, pero tampoco "haciendo descarrilar el proceso", apostilla.
Según recalca el diputado de la CUP, "no se trata solamente de que el proceso siga adelante. También es imprescindible la agenda social, el 'mientras tanto', lo que pase en estos 18 meses: si hay moratoria de desahucios, si hay medidas contra la pobreza energética o no, si se empieza a repartir el trabajo de la función pública, si hacemos una auditoría de la deuda, si detenemos BCN World..." Por todo ello, Fernández considera que "el horizonte es tan importante como tener un pie en el suelo".
En caso de tener mayoría absoluta en las urnas, la hoja de ruta trazada por Mas y el líder de ERC, Oriol Junqueras, contempla la celebración de unas "elecciones constituyentes" dentro de los 18 meses, como máximo, siguientes al 27-S. La CUP es partidaria de que en ese periodo transitorio se lleve a cabo una "declaración unilateral de independencia", mientras que CDC y ERC prevén abrir una negociación con el Gobierno central. Eso sí, las tres fuerzas se hallan inmersas en la deriva del 'ahora o nunca'.
