Los diez diputados de la formación anticapitalista de la CUP están presionando a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y a la Mesa del hemiciclo catalán para que la resolución que da inicio al proceso “hacia la República catalana”, aprobada esta semana con Junts pel Sí, pueda votarse los próximos 5 o 6 de noviembre, tres días antes del inicio del debate de investidura del próximo presidente de la Generalitat.
Lo más probable es que el PP decida agotar el plazo para constituirse formalmente como grupo parlamentario, retrasando así la reunión de portavoces
Después de que PP, Ciudadanos y PSC lograran retrasar temporalmente la votación de la propuesta de resolución independentista –fuera del ordenamiento jurídico- para que no se votara el próximo lunes en el Parlament, la CUP sigue con su estrategia de querer votar dicha resolución separatista antes de que sus 10 diputados decidan si aceptan la reelección de Artur Mas en la investidura del 9 de noviembre.
“Estamos haciendo todo lo posible para que los próximos días 5 o 6 de noviembre, el Parlament pueda votar la resolución que inicia el proceso de desconexión con España y para nosotros es fundamental que esta votación se produzca antes del debate de investidura del próximo 9 de noviembre”, explican a Vozpópuli fuentes de la CUP en los pasillos del Parlament.
La CUP insiste en que no hará presidente a Artur Mas
La formación separatista –que es llave del futuro Gobierno catalán- aspira a superar cuanto antes el “escollo parlamentario” que ha sufrido la propuesta de resolución soberanista, e insiste, según las fuentes consultadas, en que “la CUP no votará como candidato a la presidencia de la Generalitat a Artur Mas”.
El día 9 es la fecha límite que marca la ley para celebrar la primera votación de investidura y, aunque es casi imposible aplicando estrictamente el reglamento de la Cámara, tanto la CUP como Junts pel Sí querrían aprobar el texto antes de este día. "Estamos convencidos de que la declaración de inicio del proceso para lograr la República catalana se podrá desbloquear en la Mesa del Parlament y por eso estamos dialogando con Carme Forcadell”, aseguran desde la CUP.
"Estamos convencidos de que la declaración de inicio del proceso se podrá desbloquear en la Mesa del Parlament y por eso estamos dialogando con Carme Forcadell”, aseguran desde la CUP
Según ha podido confirmar este diario, la propia presidenta del Parlament ha puesto como fecha más probable para celebrar el pleno para aprobar la resolución el día 9. Tras ese pleno, ha añadido, se iniciaría el del debate de investidura. Lo más probable es que el PP catalán decida agotar el plazo para constituirse formalmente como grupo parlamentario -que concluye a las 9:30 horas del próximo 6 de noviembre-, por lo que hasta ese momento no se reuniría la Junta de Portavoces para tramitar la resolución.
Así, tras el plazo de dos días para la presentación de enmiendas, para lo que podría habilitarse el Parlament para que se vote el sábado 7 de noviembre, se podría convocar el pleno extraordinario el 9 de noviembre por la mañana, justo antes del debate de investidura. "Intentaremos que se vote antes" de la investidura, ha insistido Forcadell a sus más estrechos colaboradores de Junts pel Sí sobre la voluntad de las fuerzas soberanistas para aprobar la declaración.
El PSC alerta de “consecuencias penales” a los separatistas
Por su parte, el líder del PSC, Miquel Iceta, ha advertido de que si se aprueba en el Parlament la declaración su partido apostaría por recurrirla ante el Tribunal Constitucional, y ha alertado de que las consecuencias de este camino pueden llegar a ser "penales". Iceta ha asegurado que su formación hará "lo que sea" para que la declaración de Junts pel Sí y la CUP no se apruebe en la Cámara catalana y que si finalmente esto sucede "sea anulada", ya que "vulnera absolutamente el marco constitucional y estatutario".
El PSC apuesta por recurrir la declaración al TC si ésta se aprueba en la Cámara catalana
El hecho de que los populares no tengan nombrado a su portavoz impide que se celebre la junta en la que se debería fijar cuándo se vota la resolución independentista. Si la formación que encabeza en Cataluña Xavier García Albiol decide apurar el plazo, los portavoces se reunirían el próximo día 6 debería abrirse entonces un plazo de enmiendas de dos días hábiles. Por tanto, si no se producen otras argucias normativas del Parlament, la votación sería como muy pronto el 10 de noviembre, un día después del primer debate de investidura, al que los secesionistas querían llegar después de haber aprobado su propuesta de resolución.
Las propuestas de reconsideración que han presentado Ciudadanos y PSC para frenar la resolución se admite de forma automática y hay un plazo de dos días para tomar la decisión definitiva por parte de la Mesa. Antes de ello debe escuchar a la junta de portavoces, pero si el PP sigue sin tenerla, por lo que no puede haber reunión hasta el viernes. Desde los populares y Ciudadanos se asegura que la CUP no quiere negociar quién será el próximo presidente de la Generalitat si antes no ha quedado aprobado el texto independentista para dar un mensaje “claro de los catalanes” a la comunidad internacional a favor de la secesión.