La defensa del español Daniel Sancho, encarcelado en Tailandia por el presunto asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta, ha convocado este viernes una rueda de prensa para denunciar varias "irregularidades" observadas en el procedimiento penal seguido en el país asiático.
El despacho Balfagón & Chippirrás y el Despacho García Montes, que ejercen la defensa desde España, afirman que en el primer momento de la detención la policía tailandesa prometió al chef su deportación para ser juzgado en su país.
Según ha detallado la letrada Carmen Balfagón, los agentes tailandeses aseguraron al acusado que si confesaba los hechos podría estar en 48 horas en España. Un poder con el que -según asegura la defensa- no cuenta la policía tailandesa: "no tiene capacidad ni legal ni jurídica para emitir una orden de deportación. Esto sólo puede hacerlo el Ministro del Interior", ha sentenciado.
Los letrados denuncian que las actuaciones policiales no se desarrollaron con normalidad y que no han estado adheridas a los derechos humanos. Según han detallado este viernes en rueda de prensa, Sancho confesó los hechos, desde el primer momento. El joven español aseguró ante las autoridades tailandesas que Edwin Arrieta intentó agredirle sexualmente y que actuó en defensa propia.
Balfagón ha asegurado que la policía presionó a Sancho hasta que confesó y que la traducción de su primera declaración se hizo incorrectamente. Los abogados afirman que han podido tener acceso a los documentos firmados por su representado y a las grabaciones de su declaración, donde "en todo momento" habla de su intención de defenderse de una agresión.
Para demostrar esta línea de hechos, Marcos García Montes ha mostrado a los medios varias fotografías del cuerpo de su defendido en las que se pueden apreciar varias lesiones. Según el equipo de abogados, las marcas que presenta el joven en hombro y brazos corresponden a las lesiones causadas por una agresión, por lo que quedaría descartado que exitiera una pelea, tal y como se publicó en un primer momento en varios medios.
Sancho no pudo declarar en castellano
Asimismo, la familia de Daniel Sancho denuncia el trato que sufrió el joven durante los primeras horas de su detención. La defensa señala que se vulneraron sus derechos al no permitirle declarar en castellano (su idioma nativo) y que sólo se le habilitase una intérprete, la cual no conocen si es jurada, y que se comunicaba en un inglés difícil de entender.
García Montes ha detallado que Sancho llegó a firmar documentos en tailandés y que la policía "le indicaba prácticamente lo que debía decir". Entre las irregularidades denunciadas, ha denunciado que las autoridades tailandesas le asignaron a una abogada sin leerle sus derechos y sin darle opción que pedir un abogado de oficio.
No es hasta el 21 de agosto, más de quince días después de su detención, cuando Sancho escucha por primera vez la lectura de sus derechos. Mientras la policía filtraba información a la prensa internacional -denuncian- el chef español no conocía el desarrollo de las investigaciones.
Por estas y otras irregularidades, la defensa pedirá a la Justicia tailandesa la nulidad de las actuaciones policiales por no estar adheridas a los derechos humanos. Entiendes que los agentes encargados de la investigación engañaron a su defendido y que, por tanto, se han presentado pruebas ilícitas, contraviniendo la normativa de derechos humanos.
El juicio contra el español Daniel Sancho por el supuesto asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta tendrá lugar en el Tribunal Provincial de Samui (sur de Tailandia) del 9 de abril al 3 de mayo y contará con al menos 57 testigos entre todas las partes.
El acusado buscará sortear la pena de muerte y demostrar que el fatal desenlace del colombiano no fue planeado. Según la declaración del joven español, intentó romper su relación con la víctima, este se negó e intentó agredirle sexualmente. Para ello, la defensa llevará al menos 27 testigos, tras el acuerdo alcanzado el pasado mes de diciembre entre defensa y acusación.
musta
los españoles como siempre defienden a sus delincuentes................un estado fallido.