El Ministerio de Defensa ha desarrollado su particular plan de 'desescalada' tras la crisis del coronavirus y detalla en una resolución las fases de incorporación de personal a las diferentes unidades, centros y organismos con un porcentaje inicial -sólo uno de cada cinco militares- que ha provocado sorpresa en los Ejércitos.
En la primera fase de sus planes, y con la intención de minimizar el riesgo de contagio entre los miembros de las Fuerzas Armadas y de trabajadores civiles integrados en el departamento, el departamento de Margarita Robles permitirá la incorporación presencial de un máximo del 20% de todos ellos. Los cuarteles generales de Tierra, Mar y Aire tendrán que decidir ahora cómo harán el reparto para seguir desarrollando sus funciones básicas y que afecte lo menos posible a la operatividad de las unidades.
El Boletín Oficial del Ministerio de Defensa (BOD) recoge este lunes una serie de medidas que dan forma al proceso de 'desescalada' en el ámbito militar. La condición de las Fuerzas Armadas -un mayor desempeño físico y convivencia en espacios reducidos- requiere disposiciones diferentes a las del resto del funcionariado. La resolución está firmada por el subsecretario de Defensa, Alejo de la Torre, e insta a la cúpula militar a "dictar las disposiciones que se requieran para la ejecución de la presente resolución".
En el tercer apartado de la resolución, el Ministerio detalla los porcentajes máximos de personal que permitirá integrarse en unidades, centros y organismos: un 20% en la fase 1, un 40% en la fase 2 y un 70% en la fase 3. Se entiende que el siguiente estadio corresponde a la normalidad absoluta y a la reincorporación del total del personal a sus diferentes puestos.
La resolución, no obstante, delega cómo se hará ese proceso de incorporación en los máximos responsables de las Fuerzas Armadas: desde el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general Miguel Ángel Villarroya, hasta los correspondientes Jefes de Estado Mayor del Ejército de Tierra, Aire y Armada.
Fuentes militares consultadas por este diario detallan las dificultades que pueden encontrarse en algunas de estas unidades, centros y organismos para cumplir con sus funciones básicas con sólo uno de cada cinco miembros de su personal incorporado físicamente a su puesto. A ello hay que sumar la complicada gestión de la realización de 60.000 pruebas rápidas de detección de coronavirus entre el personal de las Fuerzas Armadas.
Por ejemplo, en el Ejército de Tierra hay unidades que han estado trabajando con el 50% del personal desde que estalló la pandemia, de modo que bajar ahora al 20% resulta muy problemático. Las citadas fuentes no descartan que finalmente haya un cambio en los porcentajes.
Dependencia de Sanidad
Además, al hablar de diferentes "fases", Defensa se refiere a las mismas fases que ha diseñado el Ministerio de Sanidad para todo el territorio nacional y que supone la reapertura de actividad y comercio de forma gradual. Por lo tanto, el plan diseñado por el departamento dirigido por Margarita Robles también atiende a criterios geográficos. Dicho de otro modo, los militares destinados en la Comunidad de Madrid o Barcelona, entre otras regiones, aún siguen en fase 0.
"Para el cálculo del porcentaje no se tendrá en cuenta el personal que se encuentre en situación de baja temporal para el servicio, así como en aislamiento o sea declarado especialmente vulnerable con motivo del COVID-19 [sic], según la definición de este colectivo en cada momento por el Ministerio de Sanidad", detalla la resolución publicada en el Boletín Oficial de Defensa.
Por último, se establece que los militares que están preparándose para irse de misión también queden fuera de los porcentajes. Y que la incorporación de alumnos y personal militar a los centros docentes se regulará en posteriores resoluciones de la Subsecretaría de Defensa.