La Guardia Civil ha detenido a tres personas, una de ellas menor de edad, por atentado a la autoridad y lanzar objetos a los participantes ayer en un mitin de Vox en la localidad de Navalcarnero, ha informado a Europa Press un portavoz de la Comandancia de Madrid.
Los hechos ocurrieron este miércoles por la tarde en la plaza del Teatro de la localidad. La Guardia Civil identificó a un grupo que pretendía boicotear el acto, por lo que les aislaron en un lado de la plaza. Pero cuando terminó la intervención del líder de Vox, Santiago Abascal, un grupo logró zafarse del control y tiró piedras, objetos y huevos a los asistentes al mitin, impactando un huevo contra una niña de diez años.
Por ello, se produjeron varias cargas de la Guardia Civil y Policía Nacional desplegada. Los manifestantes arremetieron también contra algunos agentes, causándoles lesiones leves. Finalmente, fueron detenidas tres personas por atentado a la autoridad y daños. Uno de ellos es menor de edad. No se descartan nuevas detenciones tras inspeccionar las imágenes.
Animar a defenderse
Tras los incidentes, Abascal afirmó en Twitter que está valorando el "animar" a sus simpatizantes a defenderse de las agresiones hacia la formación en actos de campaña "si no interviene la Policía para proteger a nuestra gente y detener a los agresores".
El presidente de Vox puso de relieve que en las últimas elecciones el partido que lidera "fue el más votado" en Navalcarnero, donde "esperaban muchísimos vecinos para escucharles". "Pero de nuevo Marlaska ha permitido que una pandilla de energúmenos, agitados por la prensa y los demás partidos, lanzaran piedras, objetos y huevos contra los asistentes", ha añadido, al tiempo que ha censurado que "entre otras personas, han alcanzado a una niña de 10 años, Irene, con un huevo en la cabeza".
Es por ello que Abascal ha advertido que no va a ver llorar a otra niña "sin agarrar por el pescuezo y poner a disposición de la Policía al terrorista callejero que le haya hecho daño". Además, ha asegurado que no van a "permitir la batasunización de las calles y pueblos de Madrid". "Ni nos van arrebatar la libertad ni nos vamos a dejar lapidar", zanjó.