La deuda catalana va camino de convertirse en una pesada losa no sólo para la gestión del gobierno actual en manos de CiU, sino para futuras generaciones y para el conjunto de la economía española. Cataluña, al igual que España en su integridad, ha seguido en 2014 engrosando su deuda y es la comunidad más endeudada en términos absolutos, con 63.075 millones de euros, según los últimos datos del Banco de España.
En términos relativos, la superan la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, pero la deuda ya supone el 31,8% del PIB catalán, cuando un año antes equivalía al 27,2% del PIB, por lo que el pasivo de Cataluña se ha incrementado en torno a unos 10.000 millones de euros en un año, según los datos estadísticos autonómicos. Algunos expertos consideran que en el futuro habrá que negociar algún tipo de quita de la deuda catalana si no se quiere hipotecar el crecimiento económico de la región y del país.
La Generalitat ha continuado este año su particular batalla con el Gobierno por conseguir unos objetivos de déficit más amplios y un modelo de financiación más justo. Y para reducir el déficit no se ha centrado tanto en la reducción del gasto público, sino en el aumento de la presión fiscal con la creación de nuevas tasas y a través de la parte autonómica del IRPF.
Además, según el departamento de Economía que dirige el conseller Andreu Mas-Colell para cuadrar el presupuesto de 2015 el Estado debe transferir alrededor de 2.200 millones de “deuda política” respecto del 18% del PIB que representa en España la economía catalana.
Hasta octubre, la Generalitat acumulaba un déficit del 1,76% del PIB, equivalente a 3.529 millones, frente al 1% permitido para todo el año, y ya ha fiado el cumplimiento del 0,7% marcado para 2015 a que el Estado le transfiera 2.200 millones de euros por reclamaciones que cree justas.
La deuda ya supone el 31,8% del PIB catalán, cuando un año antes equivalía al 27,2%: el pasivo se ha incrementado en 10.000 millones
Elevado desempleo en Cataluña
La economía catalana ha dado signos de recuperación en 2014 y cerrará el ejercicio en positivo, pero su nivel de desempleo continúa siendo elevado y su endeudamiento sigue disparándose en un ejercicio en el cual el debate sobre la independencia también ha estado presente en el terreno económico.
A falta de conocer los datos del cierre del año, la economía catalana acumulaba a finales del tercer trimestre un crecimiento del 1,5% en comparación con el mismo período del año pasado. Tras un 2013 que se cerró con una caída del 1,2%, la economía catalana acumula cuatro trimestres consecutivos de crecimiento interanual y para 2015 la Generalitat prevé un incremento del 2,2%, si bien esas mejoras no se han traducido en un recorte contundente del nivel de desempleo.
Según los datos de la última EPA, la tasa de paro se situó en Cataluña en el 19,1% de la población activa en el tercer trimestre de 2014, frente al 22,84% de un año antes, lo que deja el número total de desempleados en esta comunidad en 726.100 personas, una cifra que el Servicio Público de Empleo recorta hasta los 581.652 parados registrados en noviembre.
A pesar de que las exportaciones continúan experimentando un buen comportamiento, las importaciones ganan terreno, por lo que la economía catalana sustenta su crecimiento en la demanda interna, apoyada por la buena marcha de sectores como el de los servicios y discretas mejoras en la industria.
Privatizaciones para aumentar ingresos
La Generalitat ha intentado este año suplir su falta de ingresos con privatizaciones, pero el plan previsto en los presupuestos ha quedado muy lejos de cumplirse, ya que ha fracasado la principal operación prevista, la de las depuradoras del área metropolitana. El Govern que preside Artur Mas con una mayoría relativa y bajo el apoyo de sus socios independentistas de ERC -que durante los anteriores años de gestión del tripartito junto con PSC e ICV aumentaron la deuda en 40.000 millones- ha seguido explotando la venta de edificios públicos y ha preparado el procedimiento para revocar la adjudicación de la empresa pública Aigües Ter-Llobregat a Acciona.
Este proyecto está siendo un fiasco en cuanto al conflicto judicial creado en la revocación de la adjudicación a Acciona ha sido presentado por Artur Mas como la principal privatización dela Generalitat en su historia, un fiasco que amenaza con afectar a las delicadas finanzas dela Generalitat.
Cataluña no puede financiarse en los mercados
Ante la imposibilidad de acudir a los mercados, Cataluña ha continuado explotando la opción del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), del que habrá recibido un total de 7.920 millones al cierre del año. En los tres últimos ejercicios, el Govern ha solicitado más de 30.000 millones al FLA para el pago de facturas a proveedores y de salarios públicos, entre otras partidas.
El debate acerca de la independencia de Cataluña también se ha extendido en 2014 al terreno económico, y se han presentado diversos estudios sobre el impacto que tendría la secesión sobre la economía catalana, algunos de ellos alertando sobre las reducciones de los flujos comerciales con el resto de España que se producirían en el corto plazo.