"Si bebes no conduzcas" es uno de los míticos lemas de la Dirección General de Tráfico (DGT), originario de su campaña más emblemática en 1985 con Stevie Wonder. Sin embargo, en España parece no llevarse a muy a pecho este eslogan. A los españoles les gusta tanto beber que de hecho es el segundo país que más cervezas bebe del mundo: una media de 417 al año por habitante.
La cerveza, como cualquier otra bebida alcohólica, tiene su parte mala pero también sus beneficios, siempre que se tome con moderación. Aunque no es lo más recomendado, la cerveza puede ayudarte a combatir el insomnio, fortalecer los huesos, prevenir el alzhéimer o a aumentar el colesterol bueno entre otros tantos beneficios.
No obstante, a la hora de coger el coche después de haberse tomado un par de cañas hay que tener cuidado porque estamos peligrando tanto nuestra vida y la de los que van en el coche como la de cualquier vehículo que se encuentre en la carretera.
Ante está incógnita que ocupa la cabeza de muchas personas, la DGT y la Guardia Civil han revelado el número de cervezas que hace falta para dar positivo en un control de alcoholemia. Sí es cierto que hay que tener en cuenta que el efecto del alcohol depende de las condiciones físicas de cada individuo. El peso, la altura, la alimentación... y las lista de los factores que pueden alterar la capacidad de metabolizar el alcohol.
La DGT desvela cuántas cervezas hacen falta para dar positivo en un control de alcoholemia
La DGT alerta de que el alcohol es uno de los factores de riesgo más implicados en los accidentes de tráfico. El alcohol está involucrado entre el 30% y el 50% de los accidentes mortales. Por lo que hay que tener la máxima precaución posible si se coge el coche después de haber consumido un par de cervezas.
En España el máximo de alcoholemia permitido es 0,25 mg por litro de aire espirado y 0,5 gramos por litro de sangre para los conductores que lleven con licencia más de un año. Para aquellos conductores que se estén estrenando -y también para los profesionales- la tasa se reduce hasta 0,15 mg por litro de aire espirado y 0,3 gramos por litro de sangre.
Según investigaciones de la DGT, dos cervezas pequeñas serían suficientes para que el alcoholímetro se posicionase en positivo en aquellos conductores que pesen alrededor de 70 kg de peso. Para las personas que se encuentren con un peso inferior a este bastaría una cerveza para dar una tasa superior a la permitida legalmente.
Lo mismo ocurriría con esas personas que se acaban de sacar el carnet de conducir de la DGT y cuya tasa permitida es menor. Además de condicionantes físicos de cada individuo, la graduación de la cerveza también es un elemento clave en el resultado que se obtenga al soplar el alcoholímetro.
Y es importante tener en cuenta que el alcohol tiene efectos negativos en la conducción ya que es un depresivo del Sistema Nervioso Central, lo que se traduce en una mala coordinación y concentración. Es por esto que la DGT recomienda conducir bajo cero consumo de alcohol para asegurar la circulación segura.
Según la Dirección General de Tráfico incluso dar la tasa mínima en el control de alcoholemia podría alterar al conductor poniendo en peligro al resto de vehículos que circulan en la carretera. "Si beber y conducir se convierte en algo habitual, que el accidente se produzca es una mera cuestión de tiempo. La única tasa realmente segura es 0,0 g/l." es el eslogan que te puedes encontrar en su página web.