La Dirección General de Tráfico ha ampliado el número de test de drogas a conductores que realiza desde hace unos meses. El objetivo de la DGT es realizar 100.000 test de drogas en 2017 y 150.000 en 2018, en el marco de una campaña orientada a evitar la presencia en la carretera de conductores que hayan consumido este tipo de sustancias.
La DGT remitirá al laboratorio encargado de analizar las pruebas procedentes de los controles realizados por los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en las carreteras. Una vez analizadas, Synlab, la firma encargada, realizará un informe analítico que certificará, en su caso, la presencia de drogas en el organismo en el momento que se les ha realizado la prueba.
En la fase analítica, se determinan y cuantifica las distintas sustancias psicoactivas que están en la saliva, y si un conductor da positivo en la prueba indiciaria se le requerirá una segunda muestra, que se envía al laboratorio para analizar y confirmar, en su caso, el positivo, con las adecuadas garantías de cadena de custodia y cadena de frío.
Al llegar al laboratorio, cada muestra pasará por las fases de pre analítica, analítica y post analítica, perfectamente protocolarizadas y sometidas a los controles de calidad requeridos internacionalmente. Es en la fase analítica donde se determinan y cuantifican las sustancias psicoactivas mediante técnicas de gran precisión como la cromatografía de líquidos y espectrometría de masas en tándem.
Según los análisis realizados, el 98% de las pruebas que se envían a laboratorio confirman el positivo de la prueba indiciaria, si bien las sanciones se producen una vez confirmada la presencia de estas substancias en el test.