Ahora, una vez que ha trasladado a Madrid su glorioso Club Balonmano Ciudad Real (probablemente lo único que le ha dado alegrías en los últimos tiempos) y que ha cerrado algunas cabeceras en Castilla-La Mancha tras el triunfo en las urnas de María Dolores de Cospedal, Díaz de Mera ha situado su objetivo en Alemania.
No parece haberle servido de experiencia la ruinosa inversión de Metrovacesa en el país alemán ni la suerte que han corrido algunos vehículos inmobiliarios promovidos desde España por empresas del sector, que han tenido que reinventarse innumerables veces porque no terminan de funcionar.
El empresario manchego cree que en el país de Angela Merkel puede hacerse un buen negocio inmobiliario y que los que hasta ahora han fracasado allí lo han hecho por seguir una estrategia equivocada.
Díaz de Mera viaja ahora con frecuencia al país teutón y, de momento, se dedica a tomar nota…En cualquier caso, ha demostrado con creces que es un empresario con fácil escapatoria.