La maratón de elecciones que los ciudadanos españoles han tenido en el último año y el hastío con los políticos que han llevado a la repetición de comicios provoca que muchos ciudadanos estén pensando si quedarse en casa el domingo 10 de noviembre, o votar pero no dar su voto a ninguno de los partidos. En todos los casos, estas opciones sirven para mostrar el descontento con los partidos políticos, pero muchas veces se desconoce a quién puede beneficiar decantarse por cada una de ellas. Por ello, es necesario conocer las diferencias entre abstención, voto nulo y voto en blanco.
¿Qué es la abstención?
La abstención representa el gran miedo de los partidos políticos, y en estas elecciones cobrará especial importancia por el significado que puede subyacer en el acto de abstenerse. Aunque en principio no beneficia ni perjudica a ningún partido, pues al no haber voto, no suma ni resta.
Abstenerse, por tanto, sería el acto de no emitir voto, y el porcentaje de abstención se calcula dividiendo el total de ciudadanos con derecho a voto frente a los que no lo han emitido. Un alto porcentaje de abstención suele significar un descontento con la clase política, con el sistema de ley electoral o con el sistema en general, y suele perjudicar a los partidos con menor fidelidad de voto.
En las últimas elecciones generales celebradas en abril, el porcentaje de abstención fue de un 24,23%, lo que supuso un total de 8.473.153 votos que no se ejecutaron.
Voto nulo
El voto nulo es aquel que no incluye una papeleta cumplimentada como estipula la Ley. Esto significa que cualquier objeto que vaya dentro de la papeleta, dos papeletas dentro de un mismo sobre o cualquier frase, garabato o dibujo dentro de la misma hacen que el voto no sea válido y por lo tanto nulo.
Este tipo de voto no beneficia a ningún partido, puesto que se considera como no emitido y no se contabiliza a la hora de repartir los 350 escaños. En las últimas elecciones generales, un total de 275.410 votos fueron nulos, lo que supuso un 1,05% del total de votos.
Voto en blanco
Se denomina voto en blanco a aquel sobre que se deposita en la urna sin ninguna papeleta dentro.
Este voto sí que afecta a los resultados electorales de los distintos partidos, ya que se contabiliza y suma para el total de votos válidos. Debido al sistema electoral español, que se basa en la Ley D'Hont, un partido político necesita al menos un 3% de votos en una circunscripción para poder tener representación parlamentaria. El número de votos en blanco hace que el total de votos se incremente y por lo tanto, también lo hace el mínimo para llegar al 3% del total, por lo que esta elección perjudica a los partidos más pequeños, que pueden verse desplazados y fuera del reparto de escaños.
En las pasadas elecciones, el número total de votos en blanco fue de 199.511, lo que representó un 0,77% del total de votos.