Dina Bousselham ha cumplido con los pronósticos y ha desligado a Pablo Iglesias de cualquier ilegalidad relacionada con el robo y posterior rotura de su tarjeta telefónica. En su declaración como testigo ante el magistrado del caso Villarejo (la tercera desde que se abrió esta pieza décima de Tándem) Bousselham ha dicho que no tenia nada que perdonar a su entonces jefe ya que no se siente agraviada con su actuación. De esta forma, cierra la puerta de manera definitiva a que se pueda investigar al exlíder de Podemos por delito de revelación de secretos; un escenario que tampoco se contempla ya en el juzgado.
El instructor llamó a declarar a Bousselham, su exmarido Ricardo Sá Ferreira y el ex director adjunto de la Policía (DAO) Eugenio Pino. El objetivo era acometer las diligencias ordenadas por la Sala de lo Penal y zanjar de esta forma la investigación del conocido como caso Dina, como ya hizo en octubre de 2020. Entonces procesó a los dos periodistas implicados en el procedimiento y al propio José Manuel Villarejo por delito de revelación de secretos en relación a la difusión del contenido de la tarjeta telefónica que se sustrajo a Bousselham en noviembre de 2015.
La Sala de lo Penal, no obstante, admitió a trámite los recursos interpuestos por los principales protagonistas de esta causa (incluida la Fiscalía Anticorrupción) y ordenó al juez que citase a estos tres testigos. Fuentes jurídicas presentes en sus declaraciones explican que no ha habido sorpresa y que Bousselham ha desligado a Iglesias de cualquier irregularidad. Así, ha precisado que no tiene que perdonarle de nada en concreto porque Pablo Iglesias era una persona de su absoluta confianza y no hay ningún problema con el hecho de que tuviera bajo su poder la tarjeta telefónica al menos entre enero de 2016 y verano de ese año.
Bousselham ha matizado que este perdón no se puede ampliar al resto de investigados en el procedimiento, en concreto a los periodistas Alberto Pozas y Luis Rendueles. Ambos reiteran que el perdón no puede ser selectivo y que si no ve perjuicio en la actuación de Iglesias tampoco lo habría con ellos. Rendueles y Pozas fueron los que contactaron con Iglesias para darle la tarjeta telefónica de Dina toda vez que la recibieron de un anónimo. Los tres visualizaron el contenido, de manera que entonces el dispositivo no estaba dañado.
Reproche del juez
Al respecto Bousselham ha dicho al juez que cuando ella lo recibió de manos de Iglesias pudo visualizar parte del mismo, corrigiendo el testimonio que prestó en mayo de 2020 en sede judicial, cuando dijo que no pudo recuperar nada. Dice que tenía especial interés en acceder porque había contenido personal valioso para ella que quería recuperar pero que cuando trató de volver a verlo tiempo después ya no pudo.
Del mismo modo también ha acusado a los periodista de la revista Interviú de actuar con machismo hacia ella al no haberle contactado directamente tras recibir el dispositivo. Cabe recordar que tanto Pozas como Rendueles explicaron en su turno en sede judicial que llamaron a Iglesias directamente porque, tras visualizarlo, descubrieron que muchas de las fotos que había en el teléfono eran de Pablo Iglesias.
Dina, que había pedido declarar en numerosas ocasiones tras su última citación en mayo de 2020, ha reiterado que parte de los pantallazos de su teléfono que aparecieron publicados en Ok Diario los reenvió ella a grupos internos de Podemos y que su expareja -que también ha comparecido- estaba en algunos de ellos. Tanto Dina como Iglesias han sostenido siempre que detrás del robo y la difusión en prensa del contenido de la tarjeta se encontraba la policía patriótica con Villarejo a la cabeza. La finalidad sería denigrar su imagen ante la opinión pública acusándoles de financiarse de manera irregular.
Investigación sobre miembros de Podemos
Por su parte, Eugenio Pino, que ha sido el último de los tres testigos en declarar ante el juez, ha negado en un primer momento que en la Dirección Adjunta Operativa existiera una investigación concreta sobre este asunto, así como que él recibiera personalmente de Villarejo un pendrive con el volcado del dispositivo. No obstante, a preguntas de las partes, el exnúmero dos de la Policía -imputado en la pieza Kitchen- ha precisado que en la DAO había investigaciones a determinadas personas de Podemos pero no al partido como tal.
Al respecto ha aludido a la existencia de pesquisas de carácter confidencial sobre algunos miembros del partido (como el propio Iglesias o Juan Carlos Monedero) aunque no ha ofrecido más información al respecto por ser secretas. Pino -cuya comparecencia solicitaron Iglesias y Dina- también ha indicado que Villarejo le dijo que accedió al dispositivo porque se lo dieron Pozas y Rendueles. El comisario jubilado mantiene que no hubo ningún robo de la tarjeta ni tampoco ningún operativo contra la formación morada.
Sin embargo, todas las miradas se fijaron en él cuando los agentes que le detuvieron en noviembre de 2017 encontraron, entre todo el material incautado, parte de la documentación que tenía Bousselham en su móvil. Preguntado por esto Villarejo dijo que era porque en la Policía se rastreaba si el partido se había financiado irregularmente y, en el marco de estas diligencias, le había llegado parte de la documental, pero se desligó del robo y de la difusión en los medios.
Hoy, Pino ha precisado que Villarejo en ningún momento le dio un pendrive con el material, aunque no ha descartado que accediera al mismo otros exmiembros de la DAO. En último lugar han comparecido también los peritos policiales que elaboraron el último atestado policial incorporado al procedimiento. Ambos han ratificado sus conclusiones acerca de la gravedad del destrozo no les permitió acceder al contenido ni tampoco determinar si el daño causado a la tarjeta de Dina fue intencionado o por error.