Se celebra a finales de este mes de julio el Día del Trono en Marruecos, edición número 25 de la llegada de la monarquía de Mohamed VI con la sombra de la reciente muerte de su madre. En este cuarto de siglo los poderes económicos siguen exactamente iguales que cuando falleció Hassan II

En la zona en discusión internacional del Sáhara Occidental, los que rindieron obediencia cuando España dejó el Sáhara siguen dominando los negocios y conservando nacionalidad española en manos de herederos o de protagonistas del aquel periodo y que siguen estando en política como Moulay Hamdi Ould Errachid. Los Derham, Errachid y Joumani están amurallados: no pasa nada en ese mercado que no circule antes por sus manos. La presencia de empresas españolas en la zona apenas llega a 19 sociedades, según el listado que el Polisario remitió a la ONU en 2022.

Nadie recuerda aqueda aquella vez cuando Jatri Said Ould Joumani, procurador por designación del Jefe del Estado, manifestó el primer día de noviembre de 1975 que se encontraba en Madrid para interesarse por el proyecto de ley sobre Descolonización del Sahara. "Hemos presentado ya una enmienda a la totalidad del proyecto, con un texto aprobado por todos los procuradores del Sahara". Al cumplirse los 25 años de reinado de Mohamed VI, los clanes saharauis acusados de traición entonces siguen en todo lo que sea extractivo, de primera necesidad y que se pueda tocar. No entran en nada que sea intangible, eso es cosa de 'nórdicos'.

Producto de los acuerdos con Hassan II, el clan Joumani es concesionario de sectores estratégicos en un esquema que sumaría 470 millones de euros en sectores como banca, transporte y pescado. El holding familiar sigue metido en la cocina de los negocios tras los acuerdos de adhesión con Hassan II. Manejan ese dinero desde sociedades como Egecos, que se dedica a la obra civil, carpintería metálica, canteras de piedra; trituradoras con la mercantil BET Joumani, Lux Transportes y filiales; Méharis, que se dedica al transporte por carretera de materiales peligrosos; STMA, transporte de mercancías por carretera. Las pesqueras Artère Congelación y Pêche Sud Atlas hacen transformación, conservas, harina y aceite de pescado. En agricultura son dueños de JoumaPack, que hace embalaje y exportación; SI2A, que produce cítricos junto a APAS.

En otras actividades no son dominantes pero sí mandan porque los permisos siempre pasan por las manos del poder local. Eso ocurre con la compañía naviera Africa Maroc Link (AML). Son socios más allá de las fronteras del Sáhara con la Compagnie de Transports au Maroc (CTM), creada en 1919 y que cotiza en la Bolsa de Casablanca. El presidente de CTM es Ezzoubaïr Errhaimini y es socio de Eurolines España, Linebus y Alsa. Con la recompra de acciones del Bank of África este 2024, CTM ampliará su presencia en el sector del transporte marítimo en Marruecos y continuará el desarrollo de AML. Se trata de una empresa conjunta creada en junio de 2016 y que hasta ahora controlaban Bank of Africa (51%) y el armador griego Attica Holdings (49%), que reforzará sus conexiones marítimas a través de sus barcos. Tienen influencia en el Sáhara parte de la cooperativa de crédito Banque Populaire. En el consejo de la empresa se sientan tres Joumani: Sidi Mokhtar Joumani, Sidi Salah Joumani y Sidi Mohamed Joumani que representan directamente el 21% de la sociedad. Los Joumani tienen parte de sus negocios colocados en Las Palmas como base financiera del negocio logístico del pescado, mayormente. De hecho, la naviera AML sería apenas uno de sus negocios visibles en las islas por no hablar de las miles de cabezas de camellos que tienen en el Sáhara, un símbolo de poder en entre las tribus.

La derecha saharaui

La familia Ould Errachid (del partido Istiqlal, hermanados al PP en España) manejan en El Aaiún sectores como inmobiliario, construcción, logística, licencias pesqueras, turismo, salud y energía: se calcula una fortuna de 490 millones de euros. Las nuevas generaciones de funcionarios en Rabat andan tras la pista del gasto público y han mandado a auditores a revisar la contabilidad pública.

Por primera vez desde que Ould Errachid, miembros de las Cortes Generales en Rabat, proclamara su fidelidad a Hassan II tras la Marcha Verde la vieja guardia Istiqlal en El Aaiún ha tenido que asumir una cierta renovación. El líder del partido, el ministro Nizar Baraka, intenta este 2024 cerrar las heridas. El presidente regional de El Aaiún, Sayyed Hamdi Ould Errachid, y el jefe del consejo comunitario de la ciudad,  Moulay Hamdi, son dueños de Myher Holding.

Una de las sociedades del grupo es Sopétrole, que ha vendido el 49% a Vivo Energy y crearán una base logística para la comercialización y distribución de carburantes y lubricantes de la marca Shell en todas las ciudades del Sáhara Occidental. Desde 2020 todas las estaciones de servicio de distribución de combustible son propiedad de Sopétrole, incluida la red Shell en Marruecos. Shell es el único proveedor de combustible del ejército marroquí en el Sáhara Occidental. 

Tras ese acuerdo con Shell ha lanzado una fábrica de cemento de tamaño medio con sede en El Aaiún (en la ciudad hay tres fábricas), Myher Best, y una fábrica de hielo, Myher Glace, esta unidad es en realidad un complejo frigorífico equipado con la última tecnología para la fabricación de hielo en barra, en escamas, en escamas y en cubitos para el sector pesquero, turismo y sanitario. El miembro más influyente y conocido del clan Ould Rachid no es otro que Hamdi Ould Rachid, teniente de alcalde de la ciudad de El Aaiún y presidente de la región incluye las provincias de Laâyoune, Boujdour, Tarfaya y Es-Semara.

"En esa región hay unas 30 familias saharauis con IBAN marroquí y fortunas entre 80 y 140 millones de euros", detalla Óscar Ovejero, experto en comercio exterior y que participó en la organización de misiones comerciales en ese entorno además de ir múltiples veces a "sacar de problemas" a empresarios canarios y peninsulares "que se ponen a desarrollar negocios sin las medidas lógicas de autoprotección en cualquier país donde uno se vaya a internacionalizar.

En el caso de los Al-Rashid "controlan porque se les puede considerar dueños de El Aaiún, una reserva empresarial y electoral", subraya Ovejero, que indica que se ha replicado "lo mismo" que ha ocurrido en Marruecos con los Mahmoud Arshan en Tiflet, Tarek Kabbaj en Agadir, Chabat en Fez , Benaissa en Asilah, Qiouh en Hawara y Ould Laroussia en Marrakech pero el caso de Al-Rashid va de arriba a abajo en todas las instituciones donde hay sufragio en medio y, de ahí, a empresas públicas en manos de Moulay Hamdi, su hermano Khali Hana, Sidi Hamdi, el sobrino de Moulay Hamdi, y hasta el escaño en Rabat de la familia Al-Rashid en la persona de su hijo, Sidi Mohamed Ould Al-Rashid, concejal, parlamentario y promotor de la Cámara de Comercio e Industria de El Aaiún.

El grupo Derham (con algún alto mando hermanado al PSOE en España desde la mítica USFP, salida del Istiqlal), es dueño de estaciones de servicio por el país, negocios de construcción, tomate y licencias pesqueras para pescar pulpo a perpetuidad prácticamente y con una fortuna de 480 millones de euros. Está presente en todos los sectores de la economía: desde petróleo a medios de comunicación o logística pesquera. Su filial Marcab es un armadora que suministra a otras petroleras y operadores como Vitol en el mar en el Mediterrámeo. Tras la Marcha Verde el patriarca Derham recibió como premio la red de estaciones de servicios Atlas Sahara en las antiguas provincias españolas. Ahora con Cepsa tiene 50 estaciones, 11 en propiedad, con la marca Atlas Nord Hydrocarbures. 

Una parte de la familia se encarga de las divisiones agrarias como el tomate que se exporta a la UE y Reino Unido tuteando al tomate de Canarias y de Almería. El lanzamiento de los negocios fue en 1976 y hoy Derhem Holding es una empresa familiar de los herederos de Si Hmade Derhem, que inició sus actividades en el Sahara a principios de los años 1930 en la época, obviamente, española.

La sucesión recayó en Dahman Derhem, político, parlamentario y ex alcalde de Tánger. Marcab suministra en el sector petrolero marroquí a Afriquia SMDC, Total Energies Maroc, Petromin Oils, Petrom, ZIZ, Somap y Atlas Sahara. Tiene una flota de cinco buques dedicados exclusivamente al transporte de productos refinados del petróleo y productos químicos. Parte de ese petróleo procede de Guinea Ecuatorial.

Los Holsatek de clan Bouaida mueve cada año 430 millones de euros en el negocio de alimentación, es decir, granos, petróleo y logística. Los dueños de la petrolera Petrom tienen en política a Mbarka Bouaida, primera presidenta regional. Creada en 1945 por el grupo americano Esso, la empresa no tomó el nombre de Petrom, Maghreb Oil, hasta 1974. Posteriormente, en 1993, la empresa se unió al grupo Holsatek, pasando a ser 100% marroquí. Fundado por el Haj Ali Bouaïda, el grupo se especializó entonces en la molinería harinera y en el comercio de productos cereales en el sur del Sahara teniendo el control político en Guelmin bajo las siglas del partido moderado RNI. En Marruecos tener la confianza real para producir pan es algo muy serio porque cualquier desequilibrio en los precios puede generar revueltas populares.

La inversión internacional en el Sáhara Occidental ha asentado en estos últimos 25 años a empresas en la que los clanes empresariales saharauis apenas influyen salvo para subcontratas: las compañías extranjeras saben que tarde o temprano hay que pasar por los Derham, Joumani, Errachid o los Bouaida; pero sin pasarse en los precios porque se han instalado con salvoconducto real de Rabat directamente. En esta zona, según el censo de empresas que ha hecho la ONU en 2022 al que ha tenido acceso VozPópuli, operan extranjeras de Bélgica, Australia, Canadá, China, Dinamarca, Finlandia, Francia, Corea del Sur, Reino Unido o Alemania y en el documento de la ONU Marruecos figura como un país extranjero más.

Se trata de sociedades como Worley Ltd Phosphate,  Windvision NV Renewable Energy, Metalex Ventures Mining, la china Chint Group Renewable, la chipriota FML Ship Management , COWI Infrastructure, Deugro Danmark, Wartsila, Nokia Infrastructure, Azura Group Agriculture, Engie, Veolia Environment, Sogestran Group, BNP Paribas, Société Générale, Vinci Group Infrastructure, Chancerelle Seafood, CMA CGM, HeidelbergCement AG Cement la italiana Enel, la japonesa Hitachi Renewable Energy o la lituana Baltlanta ZAO Fisheries. De esta lista apenas hay 19 empresas españolas pero básicamente en el negocio de la pesca y no tanto en construcción, ingenierías o sector financiero. 

• Tags
• África
• empresas
• Marruecos
• Sahara