Fuentes de la Casa Real niegan que el rey viajara a Botsuana junto a empresarios españoles que comparten con el monarca su gusto por la caza mayor. En esta ocasión, don Juan Carlos se desplazó al safari en compañía de un grupo de amigos británicos, el mismo con el que participó también en una breve gira por los emiratos árabes aprovechando su viaje a Kuwait del pasado 4 de abril. Hasta allí se desplazó, según la versión oficial, para garantizar el suministro a España de petróleo kuwaití, anticipándose al previsible embargo de crudo por parte de Irán. El hecho de que don Juan Carlos afrontara en solitario esta misión, sin la presencia de ningún ministro español, generó malestar en el Gobierno.
Después de su entrevista con el emir Sabah Al Ahmad y con las primeras autoridades del país, de la que se distribuyó testimonio gráfico, el monarca se fue de turismo por los emiratos con sus amigos ingleses hasta que el domingo, 8, se desplazó a Palma de Mallorca para participar con la reina Sofía, el Príncipe Felipe y la infanta Elena en la misa de Resurrección, cumpliendo así con esta tradición anual de la Familia Real. La mayoría de los medios reflejaron entonces la ausencia de la infanta Cristina y de Iñaki Urdangarin en la ceremonia.
Al finalizar el acto religioso del Domingo de Resurreción, el rey empezó a preparar su viaje a África
Al finalizar el acto religioso, el rey se separó de los suyos y viajó un día después, el lunes 9, a Botsuana para participar en el safari que había organizado la elegante princesa Corinna a través de su empresa Boss&Company Sporting Agency. En la cacería de elefantes estuvo acompañado también del hijo de la princesa, de once años de edad, fruto de su matrimonio con el príncipe Casimir zu Sayn-Wittgenstein-Berleburg, ocho años menor que ella. La amiga de don Juan Carlos tiene también otra hija, Nastassia, de 20 años, procedente de su enlace con su primer marido, Philip Atkins. Está divorciada de ambos. Las jornadas de caza del monarca fueron financiadas por el empresario sirio Mohamed Eyad Kayali, amigo suyo, cazador como él y asesor del hermano del rey de Arabia Saudí. El entorno de don Juan Carlos ha dado por buena esta versión.
La aventura terminó para el rey de España con la rotura de su cadera en circunstancias todavía no aclaradas del todo y en su regreso a Madrid en jet privado para ser intervenido de urgencia en un hospital de la capital donde recibió dos visitas de la reina doña Sofía que, según algunas fuentes, estuvieron rodeadas de gran tensión.
"El rey no ha parado de hablar por el móvil durante su estancia en el hospital"
Fuentes de la Casa Real informan que al rey le quedan, como mínimo, dos meses de intensa rehabilitación, con sesiones de mañana y tarde que le darán en Zarzuela sus propios fisioterapeutas. Hoy viernes por la tarde, mantendrá un despacho con Mariano Rajoy, el que tendría que haberse celebrado el lunes de Pascua, del que no habrá testimonio ni gráfico ni escrito. “Queremos que todo vuelva a la normalidad”, se asegura en Palacio. De forma progresiva y según evolucione de la operación de cadera, don Juan Carlos irá recuperando su agenda habitual, aunque no se espera que organice nuevas audiencias hasta mediados de mayo.
“Al rey le gusta mucho el móvil, de hecho, durante su reciente estancia en el hospital no ha parado de hablar por teléfono, habla con todo el mundo, por lo que las audiencias podrán esperar”, comentan las mismas fuentes.