Un cliente agresivo intentando entrar, de malas formas, en una discoteca madrileña de madrugada. Es una de las situaciones más habituales a la que se enfrentan casi todos los fines de semana los vigilantes de seguridad y los agentes de la Policía Nacional. En este caso dos policías y un portero resultaron heridos leves por un energúmeno que quiso acceder a un conocido local de moda de Madrid, según han informado fuentes policiales a Vozpópuli. El agresor llegó incluso a morder a uno de los efectivos de seguridad que le redujeron al no deponer su actitud.
El suceso ocurrió a la 1.30 horas de la madrugada de este domingo en la discoteca Blackhaus, antiguo Buda, ubicada en la Carretera de la Coruña. Los vigilantes de seguridad tuvieron que llamar a los agentes de la Policía Nacional porque un individuo se mostró muy agresivo en el control de acceso al establecimiento.
Hasta el lugar se desplazó una patrulla del Grupo de Atención al Ciudadano (GAC) de la Comisaría de Policía Nacional de Moncloa. Los agentes intentaron calmar y mediar en la discusión ante este chico que no deponía su actitud.
Mordió a un policía
En un momento dado, de forma sorpresiva, el hombre agredió a uno de los porteros de la discoteca y también la emprendió a golpes con los policías. Los dos agentes resultaron heridos, uno por un golpe y otro por un mordisco en la mano.
Finalmente, los policías tuvieron que reducir a este individuo para detenerle por un delito de atentando contra agentes de la autoridad. El arrestado de nacionalidad tiene 32 años y carecía de antecedentes anteriores a este altercado en la discoteca madrileña.
La Confederación Española de Policía (CEP) ha lanzado un mensaje a los dos agentes heridos del distrito de Moncloa-Aravaca. El sindicato ha expresado su apoyo a estos funcionarios que tuvieron que lidiar con este "energúmeno violento".
La Policía Nacional, junto con la Policía Municipal de Madrid, están realizando en los últimos meses la iniciativa Ocio Nocturno Seguro con el objetivo de vigilar el correcto funcionamiento de este tipo de establecimientos. El final de la pandemia ha generado la vuelta masiva del negocio de este tipo de locales.
Tras unos meses duros de restricciones, estos locales han recuperado su actividad y también los 'vigilantes de la noche' que son los agentes de la Policía Municipal que son los encargados de inspeccionar estos establecimientos. Hay muchas de estas 'visitas' que se repiten cada fin de semana debido a que los policías detectan irregularidades en los mismos. Una de las más comentadas en las últimas semanas por redes sociales se produjo en la discoteca Shoko, cerca de la céntrica Plaza de Toledo.
La inspección de la discoteca Shoko
La intervención policial se produjo porque semanas antes el local tuvo que ser desalojado por exceso de aforo. Por ello, los agentes nacionales y municipales decidieron realizar sin aviso una intervención para vigilar que el establecimiento cumpliera con la legalidad.
El pasado 27 de octubre se hizo la intervención. El límite era de 610 personas y en su interior había 607 por lo que no se llegó a desalojar la discoteca. Sí se pidió a los clientes que abandonaran durante unos minutos la misma por temas de seguridad en la inspección.
La Policía Nacional detuvo en el lugar a dos jóvenes que tenían órdenes de ingreso en prisión. Se levantaron cinco actas por tenencia de drogas. Una vez que se comprobó que todo estaba en orden la noche de fiesta siguió en la conocida discoteca madrileña. Desde ese momento no se han producido incidentes reseñables en este local de ocio nocturno de la capital.
Nuba
Dos policías nacionales heridos? Y cuál es el problema. El problema sería que lo fuera el delincuente, eso sí sería un escándalo ¿Pero unos policías que están en la calle para la protección de la ciudadanía...? Por cierto, no lo he visto en TV, ni en la prensa no vaya a ser que nuestros policías levanten simpatías. Todo mi apoyo y administración a nuestra FFCCSE. Mal pagadas y encima ninguneadas.
Norne Gaest
Además de las exigencias administrativas y sanitarias, está la cuestión de los precios: los que los productores primarios deben pagar y los que reciben.