El Juzgado de Instrucción Número 43 de Madrid investiga al dueño de un restaurante marroquí situado en el barrio madrileño de Vallecas tras haber abandonado a una de sus empleadas en el Hospital Gregorio Marañón, después de que esta hubiese sufrido la amputación de cuatro dedos de la mano derecha. La mujer trabajaba en la cocina del local sin contrato con un horario ininterrumpido de nueve horas (9:30- 18:30 horas) y por el que percibía 900 euros mensuales que cobraba en efectivo.
La presunta víctima estaba elaborando postres tradicionales marroquíes para los que troceaba frutos secos en una picadora de carne eléctrica. Según se detalla en el sumario al que has tenido acceso Vozpópuli, el dueño del local había comprado la máquina de segunda mano, "averiada y sin empujador". La reparó él mismo y la colocó en el suelo del sótano en el que trabajaba S.B. y le explicó como utilizarla para moler los frutos secos, "depositándolos con las manos en la abertura prevista para introducir carne".
Según el testimonio de la denunciante, el día del accidente el dueño del restaurante le llevó en coche hasta el hospital, donde la dejó sola y sin prestarle ayuda, ya que ella no sabía hablar español, en la puerta. Justo antes de llegar al centro sanitario, este le quitó la vestimenta del restaurante para simular que el accidente se había producido en su casa.
Días después, el dueño del local se puso en contacto con la empleada que se encontraba recuperándose de las secuelas del accidente laboral. En los mensajes de WhatsApp aportados por la víctima, puede verse como el jefe le pide disculpas por lo ocurrido y le pregunta por su estado. Justifica la acción exponiendo que no tiene dinero desde que la Policía le ha cerrado el comedor por el deterioro del techo, ocasionado por unas goteras en el piso de arriba. Tras explicar su situación, el dueño se comprometió a visitarla en un par de días y a darle algo de dinero cuando le fuera posible.
Los testimonios recogidos por la Policía Municipal de Madrid de varios testigos acreditan lo desarrollado por la presunta víctima. Sus testimonios atestiguan, también, la existencia de una relación laboral entre la denunciante y el dueño del restaurante. Además, varias personas han afirmado que ellos mismos han trabajado en este local sin un contrato legal.
Relación laboral entre el dueño y la afectada
Asimismo, Inspección Provincial de Trabajo de Madrid, después de que la parte denunciante pusiera los hechos en conocimiento del departamento correspondiente, no vio relación laboral entre las partes. En un email remitido por Trabajo, puede leerse textualmente: "Respecto a este accidente, la Inspección de Trabajo no ha admitido dicho expediente como tal. Se recibió denuncia de la interesada y, tal y como se le contestó a ella misma, este organismo no encontró causas para tramitar el expediente como accidente de trabajo".
Por su parte, la Policía Municipal de Madrid concluye en el apartado del las "causas del siniestro laboral" que en este caso se daba un "procedimiento de trabajo inadecuado, al tener que aproximar las manos al mecanismo de corte de una máquina cuyo uso implica riesgo de atrapamiento y ausencia de formación e información en materia de Prevención de Riesgos Laborales, al carecer de contrato laboral".
El equipo policial madrileño recoge en sus conclusiones que queda suficientemente acreditada la relación laboral entre la denunciante y el denunciado. Respecto a las lesiones, el defendido por el abogado Alfredo Arrien Paredes, se enfrenta a un delito contra los trabajadores, con resultado de lesiones graves e incapacitantes, por incumplimiento de la normativa de Prevención de Riesgos Laborales.