El municipio madrileño de Alcorcón fue el lugar elegido por el comando etarra de José Miguel Beñarán Ordeñana, alias Argala, para retener al almirante Luis Carrero Blanco. Porque su plan inicial no era el magnicidio, sino secuestrar a quien estaba llamado a ser presidente del Gobierno de España. Y, para ello, construyeron un zulo, una "cárcel del pueblo", en un bloque de viviendas, en una ubicación muy cercana al actual centro comercial TresAguas. Han pasado cincuenta años de aquellos acontecimientos y Vozpópuli desvela datos inéditos sobre el episodio.
Nos ubicamos en 1971. Hasta esa fecha se remonta la primera pista sobre los pasos del comando de ETA asentado en Madrid, aunque no se descarta que hubieran llegado antes. Junto al citado Argala, también conocido como El Flaco, está su compinche Pedro Ignacio Pérez Beotegui, alias Wilson. Ambos se acercan a entornos anarquistas de la ciudad para tratar de elaborar una red de apoyo lo suficientemente fuerte como para sostener su actividad terrorista.
Porque ETA, aunque ya daba dentelladas, aún no era el monstruo en el que se convertiría. Hasta la fecha había matado a tres personas: el guardia civil José Antonio Pardines, el comisario Melitón Manzanas y el taxista Fermín Monasterio Pérez. Únicamente el asesinato de Melitón Manzanas, implicado en escándalos de torturas, fue planificado.
La banda terrorista sufría además un desgaste interno, fruto de las diferencias de opiniones y las consecuentes escisiones. El propio Argala enfiló su actividad delictiva hacia ETA VI Asamblea, para después dar el salto a ETA V. Y sus jefes le destinaron a Madrid. Lejos de un premio, suponía un alejamiento de su tierra natal, una degradación posiblemente derivada de su actitud errática en el seno de la organización.
El primer objetivo de Argala fue asesinar al periodista Alfredo Semprún. "Tiene planes y es obsesivo con ellos, aunque no lo va a lograr", apunta en conversación a este diario el historiador Gaizka Fernández Soldevilla, investigador del Centro Memorial Víctimas del Terrorismo, quien aporta información sobre el caso en el podcast Sierra Delta.
En esas, Argala entra en contacto con círculos anarquistas y comunistas. Y conoce a Genoveva Forest, casada con el dramaturgo Alfonso Sastre, quien le ofrece la ansiada red de apoyo en la capital. "Eva Forest recurre a un albañil, a unas amigas suyas, a amigos de sus hijos... -apunta Fernández Soldevilla-. Les convence de que está formando un grupo revolucionario español; un grupo propio, sin hablar de ETA, pero que en la práctica actuaba para los etarras: les ofrecía infraestructuras en pisos, contratos en viviendas, zulos para armas en casas de conocidos... aunque a éstos los engañaba muchas veces, diciendo que no habría más que propaganda".
El soplo
Es en este momento, coincidiendo con la creciente influencia de los etarras en Madrid, cuando reciben una información que cambiaría el curso de la Historia. No es una información confidencial o difícil de obtener, pero sí les ofrece un objetivo: el almirante Luis Carrero Blanco sale todos los días de misa a la misma hora en la iglesia de los Jesuitas, en el madrileño distrito de Salamanca.
Aquí pergeñan el plan del secuestro. "Cuando el frente militar de ETA tiene la información de los hábitos de Carrero, que no es particularmente secreta, se lo transmiten a sus jefes. Éstos hablan con la dirección de ETA; no a toda, porque el plan era muy secreto, pero sí a una parte. Entonces obtienen permiso para secuestrar a Carrero Blanco. Ese era el plan. No el asesinato", detalla el investigador del Centro Memorial.
Los terroristas eligieron una vivienda en Alcorcón para retener al almirante en contra de su voluntad. A cambio exigirán a Francisco Franco la liberación de los reclusos de ETA y los presos políticos. Una exigencia que, a todas luces, era de improbable cumplimiento. El secuestro estaba abocado en definitiva al asesinato.
¿Y cómo era el zulo que prepararon Argala y sus compañeros? La información recogida en el sumario del atentado de la cafetería Rolando, en Madrid, arroja luz sobre este pasaje, uno de los más desconocidos de la Operación Ogro. Cabe recordar que los autores del atentado de la cafetería, en septiembre de 1974 y que acabó con la vida de 13 personas, fueron los mismos que acabarían matando a Carrero Blanco, y que buena parte de la información del magnicidio no se conoció hasta años más tarde.
Un zulo para Carrero Blanco
El contenido del sumario consultado por Vozpópuli detalla que ETA, "con la ayuda directa del Partido Comunista [en referencia a la citada red de apoyo], había hecho construir en diferentes lugares de la capital de España; tales refugios corresponden a la Avda. de América, 8, 3º B; Onésimo Redondo, 38, 2º; Fernando Sexto, 27, 4º; Virgen de Nuria, 11, 4º; Virgen del Val, 19, 6º A; Alfambra, número 5, bajo; Avda. de Lisboa, 14, 3º, y Hogar, 68 casa 4, letra B de Alcorcón".
La extensa lista de ubicaciones revela el frenético nivel de actividad de este comando, que había pasado desapercibido para las Fuerzas de Orden Público (FOP). Cuál sería su sorpresa cuando localizaron en Alcorcón el zulo destinado al almirante Carrero Blanco.
Así lo detalla la información del sumario: "Se construyó una auténtica 'cárcel del pueblo' con dimensiones aproximadas de 12 metros de largo por 4 de ancho y 1,90 de altura; era conocido por 'El Hogar' y 'La Granja', cuya construcción corrió a cargo de liberados de ETA y que debía de servir para el secuestro, inicialmente planeado, del Presidente del Gobierno Almirante Carrero Blanco".
En este piso de Alcorcón se localizó un gran arsenal de los terroristas, compuesto por siete rifles, una ametralladora, tres escopetas, una pistola con telémetro, cinco armas cortas, dos pistolas de gas y aire comprimido, 54 cajas de municiones, 15 cargadores, aparatos receptores transmisores, material explosivo de plástico, así como documentación de vehículos, placas de matrículas y propaganda de ETA y del Partido Comunista. Y unos grilletes, destinados a Carrero Blanco.
Una información errónea
Pero la información recogida en el sumario contiene un error que se ha venido reproduciendo en las escasas referencias bibliográficas al zulo de Alcorcón. Éste no se ubicaba en la calle Hogar, número 68; sino en la calle 'Hogar 68': la denominación de la vía recoge en sí misma la referencia numérica.
Este diario ha accedido a la referencia catastral del edificio donde realmente se preparó la 'cárcel del pueblo' destinada a Carrero Blanco. Se trata de un edificio residencial con varias plantas y diversos domicilios en cada una de las alturas. Se ubica muy cerca del centro comercial TresAguas, al otro lado de la autovía A-5, y del Hospital Universitario Fundación Alcorcón. Este, y no otro, era el lugar donde pretendían mantener secuestrado al almirante mientras se prolongase el pulso con Franco para la liberación de los presos.
"No era posible trasladarlo a otro país como al cónsul alemán Eugene Bëihl, así que eligieron Alcorcón -explica Fernández Soldevilla-. Pero es indudable que Franco no iba a ceder, no iba a soltar a los presos. El desenlace más previsible era el asesinato, no había otra salida. Se suele olvidar que ETA, en sus papeles y desde los años sesenta, apuesta la estrategia de acción-reacción".
O lo que es lo mismo, tratar de provocar una inusitada represión franquista para que la ciudadanía se uniera a la causa de ETA. La acción terrorista contra Carrero Blanco estaba enmarcada en esa estrategia.
El resto es Historia. El comando de Argala desdeñó el plan del secuestro al comprobar que Carrero Blanco, una vez designado presidente del Gobierno, contaba con una escolta y protección mayores, lo que frustraba sus pretensiones del secuestro. Sin avisar a sus superiores del frente militar, los etarras apostaron por el magnicidio. Un golpe que no sólo pretendía la citada represión, sino atraer la atención de la comunidad internacional.
Pero aún hay episodios de esta parte de la Historia que quedan en la sombra y que son desconocidos para la mayoría. Vozpópuli aportará en los próximos días nueva información sobre el atentado que cambió el curso de España, del que esta semana se cumplen cincuenta años.
*Nota al lector: El zulo que ETA construyó en Alcorcón para secuestrar a Carrero Blanco antes de decidir su asesinato es el segundo reportaje de un serial elaborado por este diario con motivo del 50º aniversario del magnicidio, que arrancó este domingo con Los papeles de la CIA sobre el atentado de Carrero Blanco: del escape de gas a vincularlo a un juicio contra CCOO.
Xiomara
Un hombre honrado, honorable, religioso y bondadoso. ¿Dónde hay ahora alguno ? Nunca España tuvo un gran periodo de paz como con Franco.
Botiflash
Éste tipo, de su padre no puede decir nada porque le es absolutamente desconocido...y su madre tampoco puede dar pistas porque son muchos los candidatos...y es que entonces todavía enganchaba a muchos cabritos...ay con el pobre expósito, que desde que se supo cunero, todo le fueron problemas mentales, de entendimiento y de comportamiento...en fin, hoy es solo la basurilla que conocemos...que se vaya a tomar por saco y que no moleste con sus chirridos de can pingo rabioso...
COROVLU
En Internet se comenta por todas partes la implicación de la CIA y de Kissinger en el atentado, y aquí Vozpópuli dándonos la versión oficial sin pestañear. Sin extrañarse de que unos catetos, que hasta la fecha no habían pasado del tiro en la nuca, consiguieran explosivo militar y un grado de precisión semejante para su explosión. Ni planteárselo. Mala señal en lo que se refiere a la independencia del medio.
DANIROCIO
aunque lo digas en tono jocoso,dirias lo mismo si fuera tu padre
pancho
Hay que reconocer que este comando ha logrado cambiar la historia de España. Después del asesinato de Carrero, el régimen ha agonizado hasta la muerte de Franco.