Educación

Baja el número de 'ninis': "Les educamos en Disney y la vida 'Walking Dead'"

La generación que irrumpió durante la crisis está viendo cómo adelgazan sus filas. Sin embargo, docentes y expertos en programas de juventud y empleo coinciden en que existe una disfunción entre lo que se enseña en las aulas y las exigencias del mercado laboral, una traba a la hora de conseguir oportunidades.

La generación nini, aquella que irrumpió durante la crisis, cada vez registra menos "afiliados". El número de jóvenes de entre 16 y 29 años que ni estudian ni trabajan ha disminuido durante el primer trimestre del año, un descenso que viene repitiéndose desde 2015, cuando se registró la primera bajada tras siete años al alza. En total, España cuenta con 1.118.400 jóvenes no ocupados y que no cursan estudios, según la última Encuesta de Población Activa (EPA) publicada por el INE relativa al tercer trimestre del año.

La cifra supone 156.300 menos ninis con respecto al mismo periodo del año anterior, cuando el número alcanzó los 1.274.700. Sin embargo, aún representa algo menos del doble de sísis, los que, por el contrario, compatibilizan un empleo con sus estudios, que llegan a los 640.000 este primer trimestre, 94.800 más que en 2016.

En su último informe  Panorama de la Educación 2016, la OCDE también constata el declive a lo largo de 2015. Uno de cada cinco jóvenes de entre 15 y 29 años ni estudia ni trabaja en España de acuerdo a los datos de la organización, lo que supondría 1,6 millones de chicos y chicas sin sitio en el mercado laboral, poniéndose a los niveles de 2009, aunque, eso sí, situando la tasa española como una de las más altas de la OCDE. Si en 2014 el porcentaje de ninis españoles llegó hasta el 24,3%, los datos de 2015 registran un 22,8%, un punto porcentual y medio menos.

Aunque las cifras apuntan a la recuperación, docentes, trabajadores sociales y responsables de programas destinados a jóvenes con riesgo de inserción en el mercado laboral, ya sea en el marco de asociaciones o grandes empresas, coinciden en que todavía queda mucho por hacer, ya que la tasa de desempleo juvenil roza el 43%.  

'Millenials' y paradigmas

"Los millennials son los que han sufrido las peores consecuencias de la crisis, son una generación heterogénea, pero tienen en común que están más formados y tienen menos oportunidades que las que tuvieron sus padres", ha dicho Javier Dorado, director general del Instituto de la Juventud (Injuve), durante la jornada 'Girar es posible, del NiNi al SíSí', organizada por Coca-Cola y Servimedia. "Han crecido bajo el paradigma de 'tú estudia, que luego tendrás un empleo', pero muchos han tenido que irse, hay un componente de obligatoriedad, tenemos una deuda con ellos", considera.

No todos tienen que ser ingenieros. La sociedad ha cambiado y también tenemos que enseñarles a esforzarse, esperar y frustrarse"

Francisco Castaño, sociólogo y profesor de Educación Secundaria, opina que es poco probable que el sistema educativo actual pueda atraer a este tipo de jóvenes que "no son malos, pero se comportan mal porque no saben hacerlo de otra forma" pues "seguimos con pizarras de tiza cuando tienen un smartphone en la mesa". "No todos tienen que ser ingenieros. La sociedad ha cambiado y también tenemos que enseñarles a esforzarse, esperar y frustrarse. Les educamos en Walt Disney y la vida real es The Walking Dead", ha añadido.

La "baza" de la tecnología

"Existe una disfunción entre lo que se enseña en las aulas y lo que demanda el mercado laboral, no miramos las habilidades que necesitan los jóvenes para acceder al mercado, es decir, por un lado, existe una alta tasa de paro juvenil y por otro, casi 450.000 potenciales empleos sin cubrir", explica Juan José Litrán, el director de Relaciones Corporativas de Coca-Cola Iberia y patrono de Save the Children. "Los chicos tienen que descubrir sus propias capacidades para motivarse y ganar confianza. Cuando los chicos van conociéndose a sí mismos, van descubriendo su vocación", explica Litrán haciendo referencia al objetivo de Gira, el programa de capacitación de Coca-Cola.

Ana Millán, directora de la fundación Accenture, incide en la "baza" de las nuevas tecnologías. "El mercado laboral está cambiando y hay que ser hábiles digitalmente. Es importante tener en cuenta las áreas de competencia digital para el desarrollo de previsiones futuras. La tecnología es un arma importante para los jóvenes y hay que potenciarla”.

"Como sociedad apoyamos mal a la familia y profesores. Cuando un padre se encuentra con un hijo que no estudia ni trabaja, es juzgado en lugar de ayudado. Además, en sus casas se suelen necesitar dos sueldos y eso es tiempo que se les roba a los hijos", opina José Luis Sancho, doctor en Psicología y director del programa Recurra Ginso. "Lo que está pasando es que no dejamos que los jóvenes demuestren su riqueza. Les trasmitimos desesperanza cuando tienen un potencial descomunal. Solo salen en las noticias por el botellón; estoy convencido de que la mayoría no son ninis sino sísis con mucha ilusión y talento", concluye.

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