En los próximos meses, por las calles de las ciudades españolas se podrían ver a militares patrullando. No irían con sus uniformes verdes, ni el país habrá entrado en un estado de sitio. Lo harán con vestimenta azul y de la mano de las Policías Locales.
Es, al menos, el último plan que quiere desarrollar el ministerio de Defensa codo con codo con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). En un reunión entre la ministra del ramo, Margarita Robles, y el presidente de la organización, el también socialista Abel Caballero, se planteó seriamente esta solución para los militares que cumplan 45 años, según adelantó El Independiente. Al llegar a esa edad no pueden seguir formando parte de las Fuerzas Armadas y se van al paro con dos años de prestación y sin una sola línea en su currículo.
“¿Pero quién les ha dicho que queremos ser policías?”, dice el presidente de la asociación militar 45 Sin Despidos, Jenner López. El enfado de los militares de la asociación con el ministerio es notable, porque nadie se ha puesto en contacto con ellos y porque lo que quieren es “seguir siendo militares”. El asociacionismo en el ejército es complicado. La organización que preside López tiene 300 miembros en los escasos seis meses de vida que lleva. Nació para combatir la ley que les obliga a colgar el uniforme al cumplir 45 años, buscando una segunda ocupación como tienen la Policía Nacional o la Guardia Civil.
En la reunión con Caballero, la ministra de Defensa destacó que los militares de Tropa y Marinería cuentan con una formación, una experiencia profesional, unos valores y una vocación de servicio muy útiles, en un momento como el actual, en el que los retos de seguridad de los ciudadanos son cada vez mayores.
“Nos venden como los mejores trabajadores del Estado pero no nos quieren”, dice el presidente, que considera que mandarlos a los cuerpos de policías municipales es un desprestigio para sus compañeros. “Lo que, en teoría, no sirve en el ejército lo mandan a los municipios, yo me sentiría insultado”, añade. López se pregunta: “¿Cómo puede no ser apto a los 46 en el ejército cuando pasa unas pruebas anuales y sí serlo para la Policía Local que no las pasan?”.
El planteamiento de Robles no es nuevo. La Ley 8/2006 de Tropa y Marinería establecía que los ayuntamientos podría reservar un cupo de plazas en las convocatorias de agentes locales para militares profesionales con más de cinco años de servicio. El problema es que los militares como López desean permanecer en el ejército: “No queremos ser policías locales”.