Los últimos acontecimientos vividos en Israel, tras la ofensiva de milicias de Hamás y la lluvia de misiles, sacude el tablero de Oriente Próximo, donde España mantiene un fuerte contingente militar en el Líbano con motivo de la misión de pacificación de la ONU. Según indican desde Naciones Unidas, esta misión ya ha activado un plan de protección en refugios para salvaguardar la integridad de los efectivos que la integran. Al dispositivo se le conoce bajo el nombre de 'plan porcupine' y cuenta con una red de túneles bajo tierra para guarecerse del impacto de proyectiles.

La Fuerza Provisional Naciones Unidas en Líbano (FPNUL, por sus siglas en inglés), misión en la que participan más de 600 militares españoles y que está dirigida por nuestro país -el general Aroldo Lázaro al mando-, ha informado de que en la mañana de este domingo, a primera hora, las fuerzas de paz de la ONU han detectado varios cohetes disparados desde el sudeste del Líbano con dirección a Israel. También fuego de artillería procedente de Israel hacia el Líbano, en respuesta al anterior ataque con misiles.

"Estamos en contacto con las autoridades de ambos lados de la Línea Azul, en todos los niveles, para contener la situación y evitar una escalada más grave -indican desde FPNUL-. Nuestro personal de mantenimiento de la paz permanece en sus posiciones y trabajando. Continúan trabajando, algunos desde refugios por su seguridad.

En su comunicado, la misión de la ONU en el Líbano urge "a todos a actuar con moderación y utilizar los mecanismos de enlace y coordinación de la FPNUL para reducir la tensión y evitar un rápido deterioro de la situación de seguridad".

La situación que se vive en Israel representa la mayor crisis de seguridad en los últimos tiempos. Las milicias de Hamás entraron en territorio israelí y mataron y secuestraron a cientos de civiles, además de lanzar cientos de misiles contra su territorio. Benjamin Netanyahu ha declarado el estado de guerra y ha puesto en marcha toda su maquinaria militar para responder a la agresión de Hamás, con ofensivas y bombardeos sobre la Franja de Gaza.

El 'plan porcupine'

Una escalada de tensión que sacude la seguridad de las tropas de la ONU en el Líbano, encargadas de mantener la paz ante la frágil estabilidad que se vive en la frontera con Israel. Más de 600 militares españoles integran esta misión, uno de los mayores despliegues en el exterior que afronta nuestro país.

Entre las misiones principales de las tropas españolas se encuentra la vigilancia de la Blue Line, una línea de referencia definida por las Naciones Unidas en el año 2000 que se extiende a lo largo de 120 kilómetros con el propósito de comprobar la retirada de las fuerzas israelíes del sur del Líbano, según detalla el Estado Mayor de la Defensa (EMAD).

"Como señalización visible de esta línea, se dispone de los Blue Barrels, unas estructuras cuya historia se remonta a 2007, cuando se inició el proyecto para su instalación. Gracias a ellos, tanto la población civil como las tropas desplegadas en la zona identifican claramente la línea, evitando así los cruces involuntarios que pudieran provocar una escalada de la tensión entre las partes", apunta el EMAD.

La ONU cuenta con un plan de protección para sus tropas en el Líbano ante un posible ataque con misiles en la región. Se le denomina 'plan porcupine', cuenta con un enrevesado sistema de túneles bajo la base de Marjayoun, y las tropas españolas ya han recurrido a él en más de una ocasión.