Félix Bolaños espera ansioso cada miércoles el careo con Cayetana Álvarez de Toledo en el Congreso de los Diputados. Así se lo pregonó ayer: “La eché de menos la semana pasada, que no me formuló pregunta ni interpelación”. La actitud que mantiene pleno tras pleno con la portavoz popular, a ojos de la dirección del partido, es directamente “machista”. En el entorno de Alberto Núñez Feijóo abundan en una idea: “No puede soportar que una mujer quede por encima de él, y ella le saca dos cabezas”. Un diputado de la dirección del grupo, sobre las alusiones "personales" de Bolaños a su compañera de filas, añade: "Es complejo freudiano”.
En el Pleno de este miércoles, durante una interpelación urgente “sobre el balance de las actuaciones del Gobierno que han provocado el deterioro democrático actual”, defendida por la portavoz popular, el ministro tiró de diplomacia y altura para tratar de hacer mella en su figura. “Pensé que la tenía castigada el señor Tellado”, dijo displicente en el preámbulo. Acto seguido, se sacó el chiste de la chistera: “Señor Tellado, si usted impide que la señora Álvarez de Toledo me pregunte, no se lo perdonaré jamás, parafraseando a la propia Álvarez de Toledo”. Nadie en el Hemiciclo soltó una sola carcajada. Tampoco se inmutó la aludida, impertérrita en su escaño. Si acaso, esbozó una sonrisa mientras tomaba notas.
De hecho, Bolaños afeó a Álvarez de Toledo que lea sus arengas. “Mire, estoy encantado de que tengamos una interpelación y un debate usted y yo, señora Álvarez de Toledo, me gustaría que algún día tuviéramos un debate en el que no leyera usted todo de principio a fin, que fuera un debate sin papeles, donde podamos confrontar ideas, confrontar modelos y no venga usted a leernos un discurso que podrá haber preparado usted o cualquiera de sus colaboradores”. Eso sí, él, en cada una de sus intervenciones, subió a la Tribuna con varios folios repletos de anotaciones. Y agachó la cabeza para seguir el guion en alguna ocasión.
Después, centró los esfuerzos en retratarla. “Quiero empezar poniendo en contexto, porque me parece importante, quién es Álvarez de Toledo, quiero que los ciudadanos lo conozcan”. A partir de ahí, soltó una retahíla de finas perlas: “Usted es historia viva del bulo, la cara visible de la mentira en esta Cámara”. O: “Usted se ha quedado como la última mohicana ultra del PP, sí, ultra, usted pertenece a la internacional ultra con líderes ultraderechistas del mundo, usted pertenece a esa internacional ultra”.
En ocasiones, hasta le echó en cara “sus intervenciones tan engoladasss” [SIC], estirando las eses, tratando de imitar con las manos y la boca la gesticulación y el acento argentino de la diputada popular. En definitiva, tratando de caricaturizarla. No es la primera vez que lo hace. En anteriores ocasiones, ha ironizado con el “tono perdonavidas” de Álvarez de Toledo. 2"
"Ultra, ultra"
Por su parte, la portavoz adjunta de los populares en la Cámara Baja ignoró el grueso de las palabras de Bolaños. Apenas le reprochó que salió a la Tribuna “por bulerías… eso sí, un poco fuera de compas”, que mantiene sus “soliloquios guturales: ultra, ultra y, ahora, bulo, bulo”, y que es un “bulócrata que se camufla de regenerador”.
En sus dos intervenciones, trató de poner en solfa el “deterioro democrático actual”. Y se retrajo a “aquel seminal ‘no es no’” para concluir: “Toda la acción de Sánchez ha tenido como objetivo liquidar la alternancia democrática en España”. Álvarez de Toledo denunció que España no cuenta con un “Gobierno mínimamente coherente, capaz de aprobar unos Presupuestos sin la humillación” de los socios. “Lo que preside Sánchez es un proceso de incomunicación, de desconexión de unos españoles con otros y de todos con la democracia”, sintetizó.
“Qué sería de este Gobierno sin los ultras, sin Bildu, sin Puigdemont, sin Junqueras, sin Franco, sin la polarización, como son incapaces de gobernar por adhesión intentan gobernar por odio, levantan muros entre españoles, juegan al divide y vencerás y reescriben la historia”, radiografió.
Sobre la intención manifiesta de Sánchez de conmemorar los 50 años de la muerte de Franco, matizó: “No fue derrotado por una izquierda heroica y valiente, sino por una vulgar flebitis”. Sí ensalzó la Transición Democrática y algunos de sus protagonistas: Adolfo Suárez o Torcuato Fernández Miranda, “un guionista al frente de la reconciliación” al que puso frente al espejo de Bolaños: “Un tramoyista de la discordia”.