Al más puro estilo 'preparacionista', ese grupo de personas que desde la tensión nuclear de la Guerra Fría mantienen en su casa un refugio con víveres por si ocurre una catástrofe, el PSOE defiende hoy en el Congreso la puesta en marcha de una reserva estratégica de bienes de primera necesidad ante futuras hecatombes. Un nutrido grupo de diputados socialistas, entre los que aparecen nombres como los de Patxi López y José Zaragoza, defienden hoy en la Comisión de Industria una Proposición No de Ley (PNL) en esta línea.
Ante la sucesión de experiencias apocalípticas de las que somos testigos en los últimos tiempos -la llegada de una pandemia vírica, el asalto al Capitolio en Estados Unidos, la amenaza de los apagones energéticos y los prolegómenos de lo que podría ser la Tercera Guerra Mundial- el PSOE quiere un país en modo 'prepper'. Este grupo de diputados solicita a su Gobierno que se trabaje "en la creación de una reserva estratégica basada en las capacidades de producción industrial que aseguren la producción nacional de aquellos recursos de primera necesidad o considerados estratégicos para España y la Unión Europea".
La creación de la reserva estratégica no vendría sola. El PSOE quiere que lleve aparejada la creación de un "órgano interministerial" que seleccione una lista productos esenciales para que pasen a formar parte de la reserva. Tal y como reza el texto de la propuesta: "un órgano interministerial que permita la identificación, asesoramiento, planificación, coordinación y promoción de la industria nacional de productos esenciales y estratégicos con el objetivo de diversificar la producción y evitar futuros casos de desabastecimiento o paralización del comercio internacional".
A nivel europeo, solicitan a Bruselas que impulse los Proyectos Importantes de Interés Común Europeo (ICPEI) para "reforzar las cadenas de suministro de productos estratégicos y estén dirigidos a la extracción, procesamiento y reciclaje de materias primas esenciales".
Futuras pandemias y crisis climáticas
Los socialistas se apoyan sobre todo en que la emergencia sanitaria provocada por la aparición de la covid-19 "ha tenido a escala mundial unas consecuencias económicas y sociales sin precedentes". El impacto de esta sobre el desarrollo económico ha permitido observar, argumentan, "las vulnerabilidades de los países y regiones que, tras dos años de crisis sanitaria, han de seguir impulsando medidas para contrarrestar los efectos de esta situación". Consideran que la situación "ha facilitado el poder identificar oportunidades para permitir hacer frente, en un futuro, a nuevas crisis pandémicas o emergencias derivadas del cambio climático".
El punto de vista del partido al frente del Gobierno es que la covid-19 ha demostrado la dependencia de la Unión Europea respecto de terceros países en cuanto al suministro de materias primas esenciales y estratégicas y de bienes intermedios que intervienen en los procesos productivos. "Se trata de un problema que afecta a todas las economías desarrolladas, pero que afecta de forma particular a las europeas y, especialmente, a la española por las características de su tejido productivo", afirman.
De hecho, como ya adelantó Vozpópuli, el Gobierno planteó a la Unión Europea en noviembre de 2021 la creación de una reserva estratégica de materiales ante los problemas de suministro que estaban viviendo entonces las plantas de producción españolas. Y es que, al margen de los posibles desastres naturales que puedan acontecer, los países europeos llevan meses sufriendo los problemas del sector del transporte, vinculado a su vez a la subida del petróleo y las fuentes de energía mayoritarias. El precio de fletar un contenedor desde Asia a Europa se ha multiplicado por diez desde mediados de 2021. A lo que hay que añadir la escasez de chips y microchips, para los cuales necesitamos de Corea del Sur y Taiwan, y nuestra dependencia total de las importaciones para el vidrio, el aluminio o los productos químicos.
De estos desabastecimientos se hace eco directo el PSOE en su PNL, haciendo hincapié en las consecuencias que ha tenido en sectores como el automovilístico: "la falta de abastecimiento ha puesto bajo presión al mercado europeo, que ha afectado de forma desigual a los sectores productivos, impactando significativamente en la producción automovilística por la falta de semiconductores. Debido a ello, algunas empresas han reducido la producción, retrasando la entrega de bienes o la cancelación de contratos por fuerza mayor en empresas del espacio comunitario".
"La inestabilidad mundial y la creciente competitividad comercial, energética, tecnológica e industrial empuja a trabajar en el medio plazo a reforzar las cadenas de suministro de algunos productos estratégicos", concluye el grupo socialista.