La supresión de cualquier referencia a la abdicación del Rey Juan Carlos en la portada de la revista satírica 'El Jueves' continúa alimentando teorías conspiratorias y dando pábulo a quienes opinan que se trata de un nuevo caso de censura. El semanario confiesa en páginas interiores que preparó hasta 95 bocetos de portada sobre el monarca, que no sólo no aparecen en la tapa final de la revista, sino que ni siquiera se muestran en la popular sección ‘las otras posibles portadas’, donde habitualmente se comparten las alternativas desechadas.
Las presiones de la editorial RBA serían la causa de que finalmente la portada de la revista optara por abrir con el triunfo electoral de Pablo Iglesias, que era el diseño elegido antes de que saltara la noticia bomba de la abdicación este lunes. Desde la revista se afanan en negar que haya habido censura, alegando que todo se debió a un problema con los plazos de impresión y distribución.
“El motivo ha sido que hemos intentado cambiar la portada y no hemos llegado a tiempo porque el pliego de portada ya estaba cerrado y hemos conseguido salir este a quiosco cambiando el contenido pero no el pliego de portada. El consejo de redacción estuvo reunido hasta las tantas intentando hacer algo y no dio tiempo. La revista se cierra el lunes y si queremos estar en el quiosco hay que hacerlo todo rápido. No se imprime entera sino por pliegos, hay unos plazos del cierre", aseguró la portavoz de 'El Jueves' a Vozpópuli en una entrevista telefónica.
No obstante, el hecho de que varios dibujantes históricos de la publicación hayan dimitido alegando diferencias irreconciliables con los directivos de ‘El Jueves’ no contribuye a creer su versión. Censura de la Casa Real o autocensura ante la Casa Real, lo cierto es que la redacción de El Jueves no parece vivir el proceso normal de una publicación en libertad.
Otra pista que apunta a la censura es el editorial de la revista, dedicado al Rey, y que tradicionalmente coincide con la imagen satírica que publican en portada. En un tono muy duro, el editorial ataca a Don Juan Carlos, del que dicen entre otras lindezas que “nadie tiene nada que agradecerle”. Resulta paradójico que, pese a no abrir con un dibujo satírico del Rey, en las páginas interiores no escatimen en ataques a la institución monárquica. Será aquello de que "una imagen en portada vale más que mil palabras en páginas interiores".
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Sea como fuere, el temido efecto Streisand puede volver a repetirse siete años después de que la mordaz portada que mostraba a los Príncipes de Asturias en la más comprometida de las posiciones fuera secuestrada. Como en aquella ocasión, el revuelo mediático ya ha provocado la ira de muchos lectores, que al igual que los dibujantes, han dicho este jueves "adiós" a su revista satírica por excelencia.
