En el año más electoral en España, las urnas y los votos llegan también al seno de la Policía Nacional. El próximo 19 de junio los agentes están llamados a elegir a sus representantes en el Consejo del Cuerpo. Si las elecciones generales y locales se debatían en los términos de izquierda y derecha, estas lo hace en los de “continuismo o regeneración”.
Este órgano es el encargado de mediar entre los trabajadores y la Administración en los posibles conflictos laborales que puedan surgir. En estas elecciones se eligen dos consejeros menos que en 2015 porque ha bajado la plantilla, por lo que serán 14 los representantes de los sindicatos.
Para los comicios, como en los políticos, también se han tanteado posibles coaliciones para detener el avance de los nuevos sindicatos, aunque finalmente quedaron en nada por distintas discrepancias. Además, se da la circunstancia de que la afiliación a las organizaciones está cayendo en picado: estas son las primeras elecciones que se convocan habiendo 10.000 agentes sin estar adheridos a ninguna formación, afirman fuentes policiales.
Claves de la legislatura
Esta última legislatura ha estado marcada por dos grandes hechos a nivel laboral: el primero la equiparación salarial de los policías con los agentes de Mossos d’Esquadra y Ertzaintza. El año que viene los trabajadores tendrán en su bolsillo 500 euros más gracias al acuerdo que alcanzaron los sindicatos representativos con el Ministerio del Interior en marzo de 2018, un aumento que desde una organización nueva, Jusapol, siempre han visto insuficiente.
Jusapol, una plataforma que aúna a policías y guardias civiles, se presenta a las elecciones a través de su rama policial Jupol. Desde que nacieran hace dos años, los sindicatos tradicionales han denunciado en numerosas ocasiones las actitudes de sus miembros en redes sociales e incluso en dependencias policiales. “Me han arrancado y pintado los carteles informativos de la comisaría”, denuncia un agente que prefiere mantener el anonimato. La entrada de Jupol en el Consejo es una de las grandes incógnitas de estos comicios.
Los policías no tienen derecho a huelga, pero las manifestaciones convocadas por Jusapol se han repetido desde que se firmó la equiparación salarial. También los cruces de reproches e incluso insultos entre agentes de distintos bandos han sido una constante en los últimos meses. Se han llegado incluso a denunciar amenazas. Los nuevos se defienden: “Estamos haciendo una labor propositiva, no vamos en contra de nadie”.
El segundo tema que ha marcado los últimos cuatro años reside ahora en la Audiencia Nacional. La presunta utilización de la cúpula de Interior, y de algunos mandos de la policía como los comisarios José Manuel Villarejo o Enrique García Castaño, por parte del antiguo ministro Jorge Fernández Díaz para atacar a rivales políticos y defender al Partido Popular en los procesos judiciales en los que se encuentra inmerso han marcado la agencia mediática y política. “Vamos a seguir luchando porque la corrupción esté fuera de la Policía”, afirma el portavoz de un sindicato con representación.
Resultados y espectativas
Los resultados de 2015 dejaron al Sindicato Unificado de Policía (SUP) como la organización mayoritaria en el Cuerpo con siete representantes. El segundo puesto fue para la Confederación Española de Policía (CEP) con cuatro, seguido del Sindicato Profesional (SPP), la organización “de los mandos” con dos, los mismo que consiguió la Unión Federal de Policía (UFP). Por primera vez, Alternativa Sindical de Policía (ASP) tuvo representación con un consejero.
SUP
El sindicato mayoritario históricamente se aferra a que su “mejor aval es el trabajo realizado estos cuatro años” y no a la “manipulación de las redes sociales”. Sobre la equiparación, creen que “va a ser difícil decirle a la gente que no tenemos 387 euros más desde hace 17 meses, porque lo tenemos”, afirma su portavoz, Ramón Cosio.
Enntre sus reivindicaciones para la próxima legislatura está la “reclasificación del grupo B”, la distribución proporcional en la entrega de condecoraciones o la dotación de defensas extensibles y pistolas eléctricas, como ya tienen otros Cuerpos policiales.
JUPOL
“La equiparación va a ser nuestra línea roja desde el momento que nos sentemos en el Consejo”, avisa el portavoz de comunicación de Jupol, Pablo Pérez. La formación aspira a conseguir entre siete y ocho consejeros y ser primera fuerza. ¿Puede esta postura bloquear la legislatura? “Si vemos que no lo conseguimos, nos planteamos provocar un conflicto laboral permanente hasta que se solucione”.
Esto supone que el órgano sólo se reuniría para tratar el problema de la equiparación, insuficiente para Jusapol, dejando de lado el resto de trámites. Se puede llegar a este punto con un tercio de representantes, es decir, con cinco, una cifra que el sindicato espera sobrepasar con holgura. Además, apuntan, se van a centrar en reivindicaciones históricas de las organizaciones sindicales clásicas, como pedir chalecos antibalas para todos los agentes y ajustados a las mujeres, la incorporación del táser o que los policías lleven fundas de pistola antirobo.
ARP
La Asociación Reformista de Policías (ARP) también espera entrar en el Consejo este año. Creada a finales de 2016, y con gran implantación en la Comunidad Valenciana, se han caracterizado por ser el ‘azote’ de los sindicatos clásicos, denunciando prácticas presuntamente irregulares en los cursos de formación o poniendo en la diana nombres como el del comisario de Alicante, Alfonso Cid. “Tenemos buenas vibraciones, la campaña está yendo bastante bien para los medios que tenemos”, afirma el coordinador nacional de ARP, Luis Miguel Lorente.
Y es que no pertenecer al Consejo de la Policía priva a los sindicatos de tener espacios en la comisarías donde anunciar sus propuestas, el acceso a subvenciones o tener liberados que puedan dedicar su trabajo en beneficio de sus compañeros. Las propuestas de ARP se centran en que la equiparación llegue a los agentes de segunda actividad y en “descentralizar” el Consejo para que sea más cercano.
UFP
Desde la UFP asumen que estas son unas elecciones “muy diferentes” por la entrada en juego de Jupol. “Tenemos miedo de que si paralizan el tema de la equiparación nos quedemos sin cobrar el tramo pactado para 2020”, afirma su portavoz, José María Benito, con 30 años de experiencia en el mundo sindical.
Así que, además de luchar por otras reivindicaciones, su mayor, preocupación es la de cobrar ese dinero que se firmó hace dos años entre Interior y los policías y guardias civiles. Tanto la UFP como el CEP plantearon confluir conjuntamente, como ya hicieran en 2011, a estas elecciones, pero los distintos problemas internos por los que atraviesan las formaciones lo impidieron.
ASP
Desde ASP creen que conseguiran un segundo representante este año: “Si continuamos representando a los compañeros será bastante mejor, sino volveremos a lo que teníamos en el 2015, oír, ver y callar”, dice su portavoz nacional, Raúl Cuesta, que pone el foco en la jubilación de los agentes, la conciliación familiar y las mejoras en los medios materiales.