El todo vale ha llegado a la campaña de las europeas, donde la ultraderecha española, a diferencia de lo que ocurre en otros Estados miembros, apenas había asomado la cabeza. La candidatura euroescéptica que se presenta a las elecciones al Parlamento Europeo Impulso Social, la coalición formada por los partidos Familia y Vida, Comunión Tradicionalista Carlista y Alternativa Española (AES), ha lanzado una polémica aplicación de ocio para móvil: Eurovago. Se trata de un juego para smartphone en el que el jugador deberá cuidar a un eurodiputado para "evitar que dimita y se vaya a trabajar a una gran compañía".
En el manual de instrucciones de esta APP, Impulso Social señala que para motivar al "eurovago" y conseguir que sea feliz, hay que proporcionarle todo tipo de vicios, como "malos hábitos, grandes comilonas, viajes de lujo, strepteases, incluso rayas de cocaína". De igual modo, continúa la coalición de ultraderecha, para regañarlo y corregir su vida de "vago", el jugador tiene que "mandarlo a visitar Impulso Social, a trabajar u obligarlo a dimitir".
El jugador puede corregir la vida del "eurovago" con una visita a Impulso Social, mandarlo a trabajar u obligarlo a dimitir
El objetivo de Impulso Social, según sus responsables, es denunciar y concienciar a la ciudadanía con esta aplicación para que las situaciones recreadas en este juego "no sigan reproduciéndose". Las cantidades asignadas al "eurovago", añaden, corresponden con las que reciben los parlamentarios de la Eurocámara en la realidad.
Litigio con ABC por los ERE
Esta coalición se presenta a las elecciones con el propósito de dar un "impulso a la Europa del trabajo, de los valores, de los Estados soberanos, de la vida y de las personas". El cabeza de lista de Impulso Social es el secretario general de Alternativa Española, el abogado Rafael López-Diéguez, yerno del fallecido dirigente franquista Blas Piñar. Otra de las últimas actuaciones dell partido de López-Diéguez ha sido presentar una demanda civil y otra penal contra el diario ABC después de que, según la versión de AES, la cabecera del grupo Vocento se negara a rectificar una información que relacionaba a este partido con la percepción de dinero de los ERE para "perjudicar" al PP.