El golpe de timón que dio el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, el pasado jueves, cuando afirmó que su partido nunca se abstendrá en una eventual investidura del presidente del PP, Mariano Rajoy, no se trata de un hecho aislado, puntual, sino todo lo contrario. Según fuentes internas consultadas por Vozpópuli, la formación naranja lanzará en la recta final de esta campaña una ofensiva contra la figura de Rajoy, el “gran obstáculo” para que haya un entendimiento con los populares. El objetivo de este arreón lo reveló ayer el propio Rivera en Vigo: lograr un 1% más de apoyo, es decir, pasar del 14% a un 15%, lo que podría darles entre ocho y diez escaños más que los 40 cosechados el 20-D. De esta forma, "habría gobierno" y se conseguirían "más cambios", confesó el presidente naranja.
Con tal fin se ha difundido entre las bases de la organización centrista una consigna clave: “No hay que temer al PP”, apuntan las mismas fuentes. A partir de aquí, se emplaza a los cargos de Ciudadanos a que eleven el tono y redoblen sus mensajes contra la “incapacidad” de Rajoy para liderar la nueva etapa política que se iniciará el 27J y acometer las grandes reformas que requiere el país. De este modo, se les pide que sean contundentes en reclamar la retirada del jefe del Ejecutivo, sin miedo al PP ni a sus cuadros, porque, según dichas fuentes de la formación naranja, los populares son “necesarios” para impulsar ese cambio, esas reformas, siempre y cuando “se regeneren”, algo que pasa inevitablemente, inciden, en la no continuidad de Rajoy en La Moncloa.
Respecto a las críticas que llegan desde el PP y que acusan a Ciudadanos de imponer un veto a Rajoy, lo que podría conducir a otro fracaso en las negociaciones para la formación de gobierno, o lo que es lo mismo, a unas terceras elecciones generales en apenas un año, desde el aparato naranja emplazan a los suyos a repetir que C’s “es palanca de cambio y de soluciones, no de bloqueo”, y que así lo ha demostrado con sus apoyos a PP y PSOE en la Comunidad de Madrid y Andalucía, respectivamente.
En Ciudadanos hay quienes ya deslizan la posibilidad de un gobierno de partidos constitucionalistas sin Rajoy ni Pedro Sánchez
El argumentario difundido entre la militancia de C’s da por seguro que habrá acuerdo con el PP si Rajoy se aparta. También reitera que el ejemplo a seguir es la negociación llevada a cabo con la presidenta madrileña y responsable de la gestora del PP de Madrid, Cristina Cifuentes. La dirigente popular admitó este lunes que mantiene “una relación satisfactoria” con Ciudadanos y que profesa “cariño y mucho respeto profesional” al presidente centrista, Albert Rivera, si bien insistió, al mismo tiempo, en que “ningún partido debe decir al PP lo que tiene que hacer”.
En cuanto al PSOE, la dirección naranja también deja claro a sus afiliados que espera sumar con los socialistas, pero advierten que Pedro Sánchez deberán primero elegir entre pactar con los “populistas”, algo ha hecho el PSC con Ada Colau (Barcelona en Comú) en el Ayuntamiento de Barcelona, o con los partidos “constitucionalistas”.
La comunicación interna también hace hincapié en que “Ciudadanos es el único que puede hacer ver que los viejos partidos se regeneren” y destaca que “este país necesita un revulsivo no para romperlo todo sino para cambiarlo todo”, cuestionando así el proyecto de Podemos, el “cambio a peor”. Con esta búsqueda de la regeneración en PP y PSOE, hay quienes ya deslizan en el seno de Ciudadanos la posibilidad de plantear un gobierno de partidos constitucionalistas sin Rajoy ni Pedro Sánchez, al que podría relevar la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.
Un pacto que no será “moneda de cambio”
Quien se pronunció este lunes sobre la posible capitana de Ferraz al corte plazo, fue el responsable de la delegación andaluza de C's, Juan Marín. En una entrevista en la cadena Ser, señaló que está “legitimada” para liderar el PSOE y aspirar a la presidencia del Gobierno de España, pero avanzó que si la baronesa socialista da el salto a Madrid el acuerdo firmado entre el PSOE andaluz y Ciudadanos tendrá que volverse a negociar, partiendo “de cero”.
“Si se marcha (Díaz) tendremos que volver a hablar del acuerdo porque lo hicimos con ella y lo mismo su sustituto quiere llegar a un acuerdo con Podemos”, declaró Marín. No obstante, el portavoz naranja en el Parlamento andaluz comentó que esta cuestión no genera ninguna preocupación en su formación, centrada ahora en que haya gobierno tras el 26J. Además, Marín afirmó que el pacto entre socialistas y naranjas en Andalucía no peligaría si el PSOE pacta con Unidos Podemos a nivel nacional. “Andalucía no es moneda de cambio y mientras haya dos partidos (PSOE-C's) que sean capaces de ponerse de acuerdo y el pacto se cumpla, no hay riesgo de nada”, sentenció.