España

El PP hace frente a su enemigo más temido: la abstención

Génova le teme a la abstención en caso de nuevas elecciones. La fatiga en la opinión publica le pasará factura a todos. El PP engrasa su maquinaria para combatir el desánimo del electorado más olvidado: quince millones de españoles de la España profunda. 

  • El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy.

El PP se dispone para afrontar unos comicios que se adivinan ya inevitables. Rajoy dio este martes instrucciones a sus equipos para engrasar la maquinaria de la formación de cara a una cita electoral de finales de junio. La fatiga de la opinión pública es creciente lo que se traducirá, según los analistas, en el aumento de la abstención. Un fenómeno esperado que afectará a todos. El PP teme un castigo mayor. El 20D perdió 3,5 millones de votos. Muchos descontentos y cabreados se pasaron a Ciudadanos pero más de 1,5 se quedó en casa. El objetivo ahora es no sólo frenar esa fuga, sin recuperarla en la medida de lo posible. 

El PP se va a dirigir a los votantes olvidados, a aquellos que residen en ciudades pequeñas, en localidades reducidas, en pueblos minúsculos

Para ello se van a dirigir a los votantes olvidados, a aquellos que residen en ciudades pequeñas, en localidades reducidas, en pueblos minúsculos. Sólo el PSOE le disputa el voto en estas zonas preteridas y menospreciadas por las formaciones de 'la nueva política'. Castilla y León y Castilla la Mancha son casos paradigmáticos. Génova elabora un plan de encuentros masivos con alcaldes de poblaciones con menos de cinco mil habitantes, un ejército casi anónimo, que puede inclinar la balanza de un resultado electoral.

También se prepara un gran encuentro con presidentes de Diputaciones, la institución administrativa provincial que Ciudadanos quiere sepultar. "Cuando habla de este asunto, Rivera demuestra que no sabe apenas lo que dice. Lo mismo le ocurre a Garicano, su gurú económico, que se refiere a estos asuntos con una frivolidad supina", comenta un alto dirigente del PP. Quince millones de personas residen en estas zonas a las que el PP va a volver la mirada en las próximas semanas. "Una cosa es jugar a los pactos y salir en los platós y otra es arremangarse y acercarse a la gente", comenta el mencionado interlocutor.

Abatimiento y pesimismo

La cúpula de Génova, coordinada por el vicesecretario general de Organización, Fernando Maíllo, prepara la puesta en marcha de este plan de acción para movilizar sus estructuras regionales, donde residen los mecanismos clave para animar a las bases y atraer al votante más remiso. Los dirigentes autonómicos se encuentran abatidos y descorazonados. El optimismo se ha evaporado del grueso de sus filas, aunque aún aparecen líderes combativos, dispuestos a dar una vez más la gran batalla. 

Cinco convenciones nacionales sobre los asuntos que preocupan a España (empleo, educación, unidad de España, bienestar social y fiscalidad) serán también ocasión de encuentro con la militancia a lo largo de estos meses de negociaciones. Estos actos sectoriales buscarán otro tipo de asistencia, cuadros medios con otro perfil, más joven, más moderno, más orientado a disputarle el voto a Ciudadanos, sin duda el principal enemigo a batir. 

Los cuarteles generales de las cuatro grandes formaciones políticas del país se afanan en su particular tablero para salir del imposible enredo de estos últimos meses y evitar con ello la celebración de unas nuevas elecciones

Los cuarteles generales de las cuatro grandes formaciones se afanan en su particular tablero para salir del imposible enredo. Encuentros a dos bandas, a tres, pactos, protocolos, documentos, programas, odios personales, ataques, críticas. La intensa liturgia de una situación sin precedentes. El cansino 'rigodón', las conversaciones, los diálogos... El pesimismo se impone pero nadie renuncia a buscar una solución. No moverse, ahora, pasará factura a la vuelta de ocho semanas. Incluso Rajoy ha decidido desprenderse de su imagen de inmovilismo y se ha puesto en marcha con cierta decisión. Tiene en su programa un encuentro con Sánchez y con Rivera para esta misma semana. Fotografías y teles, sin más resultados, comentan en el PP.

Todos quieren evitarlo pero apenas se divisa una fórmula para escapar del horizonte electoral que asoma antes del verano. El PP ha puesto sus condiciones de liderar la gran coalición que propugna, sin titubeos, desde el día siguiente al 20D. Sánchez y Rivera se avienen a negociar, pero ambos reclaman la cabeza política del líder del PP. Y Podemos se ha retirado en la práctica de toda futuro acuerdo. Las posiciones son demasiado firmes. Faltan aún dos meses. Todo es posible. Pero en el PP no se fían y se trabaja ya para afrontar una campaña electoral con un objetivo claro y definido: el voto de los olvidados. Rajoy se trabajó mucho este segmento de la población en la anterior campaña. Ahora se trata de repetir el esfuerzo. La máquina se ha puesto ya en marcha.

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