La grave situación de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) ha llevado al Ayuntamiento de Madrid a buscar soluciones que aseguren su viabilidad. Tras aprobar una bajada de sueldos de un 7% a todos los trabajadores a partir de 2014, al equipo de Ana Botella se le han ocurrido una batería de medidas para garantizar la sostenibilidad económica de la empresa, recogidas en el Plan de Futuro de la Empresa Municipal de Transportes, presentado este viernes por la alcaldesa. Dicho plan contempla la fusión de Madrid Movilidad y la EMT en una única sociedad, algo que según Botella servirá para reducir costes, aumentar la eficiencia y optimizar recursos inmobiliarios para poder vender algunos de ellos. Sin embargo, su "última ocurrencia", como califican el plan desde la oposición, mantiene las pretensiones de la bajada salarial y desequilibra los presupuestos aprobados hace exactamente una semana. PSM, IU y UPyD tachan el proyecto de "falto de rigor" e incluso de "aberración". Los sindicatos se muestran cautos.
"Si con la fusión la empresa va a ser más viable, ¿se mantiene la bajada salarial del 7%?". La respuesta es sí, y así lo reconoció el director gerente de la EMT, Rafael Orihuela, al contestar a la pregunta lanzada por la sección sindical de UGT-EMT durante la reunión de Coordinación en la que se dio a conocer el proyecto al Comité de Empresa. Los afectados son los cerca de 8.100 trabajadores de la sociedad municipal, de los cuales en torno a 5.700 son conductores. Los 430 empleados de Madrid Movilidad en principio mantendrán su convenio.
UGT-EMT apuesta por la cautela y por estudiar con detenimiento las consecuencias del plan y, aunque no creen que los ingresos que prevé Botella vayan a ser tales, ven como algo positivo que se aleje la idea de la privatización
El anuncio de este plan de futuro llega después de que el pasado día 20 se aprobara en pleno extraordinario el Presupuesto General del Ayuntamiento de Madrid para 2014 y sus sociedades mercantiles, el cual se ve alterado con la propuesta de la alcaldesa. Aunque Botella defiende que la nueva configuración de la EMT no solo ahorrará costes, sino que reportará nuevos ingresos a la empresa municipal, sobre el papel no se deduce lo mismo. Madrid Movilidad es una empresa que consigue equilibrar el presupuesto de 2014 con una inyección del Ayuntamiento de unos 19 millones de euros, por lo que, según apuntan desde el PSOE madrileño aportará más déficit a la EMT.
Para la concejal socialista y consejera del Consejo de Administración de la EMT, Ruth Porta, el plan no resuelve ni concreta la viabilidad de la EMT para los dos próximos años y considera intolerable que se haya presentado sin convocar al Consejo de Administración. "Suena a ocurrencia de Nochevieja, algo para salir del paso porque vencen los plazos el 31 de diciembre y hay que dar respuesta a las pérdidas" (estimadas en 9 millones de euros). Por su parte, a los trabajadores de UGT-EMT les cuesta creer que los ingresos que vaticina Botella sean tan relevantes. Aunque hacen una lectura positiva, que es que "aleja la idea de la privatización y acerca la empresa al Ayuntamiento", critican que no se especifique cómo se va a llevar a cabo el proyecto y reprochan que se haya diseñado esto en lugar del plan de viabilidad que vienen exigiendo. "Queremos saber la letra pequeña y qué otros ingresos se prevén si la EMT se nutre económicamente del Consorcio y de la aportación del SACE (control mediante vídeocámaras instaladas en vehículos de infracciones en el carril bus)". Con todo, apuestan por ser cautos y estudiar las consecuencias de los cambios.
Botella, todo positivo
El plan del Ayuntamiento es un compendio de muchas intenciones, pero pocas concreciones; una exposición de lo que se quiere hacer sin explicar cómo
La propuesta de absorción de Madrid Movilidad por parte de la EMT es la primera de las medidas que incluye el plan. Pero además contempla la integración de la grúa municipal y el servicio de control de aparcamiento de la EMT (SACE) en un mismo servicio; la reducción de la estructura directiva, especialmente de los cargos intermedios, y reorganización de personal; la ampliación a las marquesinas de su gestión de los espacios de publicidad; la implantación de medidas de eficiencia energética con la que estiman un ahorro del consumo de un 20%; y la apuesta por la integración de energías limpias.
Para Botella y su ayuntamiento es todo positivo. Según sus previsiones, la nueva fusión permitirá reducir los costes de explotación, obtener ingresos y efectuar posibles enajenaciones de activos. Según la alcaldesa, la integración de servicios y trabajadores permitirá "liberar espacios" para poder venderlos. Eso si no ocurre lo mismo que con las antiguas y devaluadas cocheras de Carabanchel, terrenos que el Consistorio mantiene inutilizados y por los que no consigue ni un euro tras una sucesión de errores y contratiempos. Aunque quizá la previsión más ambiciosa es la del mantenimiento de los puestos de trabajo. "El 80% del presupuesto de Madrid Movilidad se va en coste de personal, y cerca del 75% en el caso de la EMT. ¿Me explica Botella cómo va a mantener el empleo?", se queja Porta. "O la alcaldesa no conoce las cuentas o sigue mintiendo".
El Plan de futuro deberá ser aprobado en los dos consejos de administración de ambas sociedades antes de que la configuración de la nueva empresa se eleve al pleno municipal para después aprobarse en la Junta de Accionistas de la EMT.
