El próximo 18 de mayo es la fecha señalada por la Unión Europea para poner fin a su misión militar en Mali, de instrucción y asesoramiento, que actualmente lidera España. Apenas quedan diez días para que el repliegue sea total tras más de una década de participación española, en una de las regiones clave para la contención del terrorismo yihadista y otras amenazas que sacuden el Sahel africano. Y aunque la fecha límite está próxima a cumplirse, nuestro país no descarta la posibilidad de establecer nuevas vías de colaboración bilateral con Bamako, como ya hace con otros países del entorno, como Senegal o Mauritania.
Altas fuentes del Ministerio de Defensa detallan que "se explorarán" todas las posibilidades de una posible cooperación bilateral con Mali, aprovechando la herencia de las buenas relaciones que dejan los militares españoles en el transcurso de la misión EUTM Mali, de la Unión Europea, que expira la próxima semana.
Bruselas no se ha pronunciado sobre la continuidad de esta misión de asesoramiento e instrucción, que ha servido para formar a más de 20.000 efectivos de las tropas malienses durante los once años en los que ha permanecido activa. Las continuas asonadas militares y la ausencia de las prometidas elecciones democráticas, así como la irrupción de mercenarios rusos de Wagner, han dificultado la continuidad de la misión.
El fin de EUTM Mali
Así, ante la ausencia de una decisión de la Unión Europea, la misión alcanza su fecha límite, condicionando su repliegue definitivo. A fecha de este miércoles aún quedan 102 efectivos españoles en Mali, que ya han comenzado a regresar a nuestro país de forma escalonada. Según ha podido saber Vozpópuli, España también está gestionando el regreso de los efectivos del resto de países que aún participan en la misión.
Las mismas fuentes de Defensa destacan la importancia que tiene el Sahel para España, por su proximidad geográfica y ante el riesgo de que las crecientes amenazas de la región se proyecten hacia Europa: principalmente el terrorismo yihadista, con la creciente influencia de las filiales del Estado Islámico y Al Qaeda, pero también por la actividad de organizaciones criminales que, entre otros, se lucran con el tráfico de seres humanos, propiciando los flujos migratorios irregulares.
Es por eso que España manifiesta su disposición, tras el repliegue de la UE, a explorar nuevas vías de colaboración bilateral en materia de Defensa con Mali. Las altas fuentes del Ministerio que dirige Margarita Robles inciden en que la relación entre las autoridades malienses y los mandos militares españoles es más que fluida, tras más de una década de despliegue bajo el paraguas de Bruselas.
Del mismo modo, recuerdan que España ya tiene misiones bilaterales con otros países del entorno, con el objetivo de contribuir a la seguridad regional del Sahel. Actualmente hay efectivos desplegados en Senegal y Mauritania, y habitualmente también se mantienen actividades en Ghana y Cabo Verde.
Videoconferencia de robles
Precisamente, este miércoles, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha celebrado una reunión por videoconferencia desde el Mando de Operaciones (MOPS) con diversas misiones en el exterior, entre las que figuraba Mali, además de Irak, Líbano y Atalanta, ésta última de lucha contra la piratería en aguas del Índico.
La titular del departamento ha agradecido al general Santiago Fernández Ortiz-Repiso, al frente de la misión de la Unión Europea en Mali, su desempeño en los últimos meses, que culminará con el citado repliegue del contingente internacional.
"Tenemos un prestigio bien ganado entre los malienses, se lo ha ganado a pulso España, dentro de todos los países de la Unión Europea que han colaborado en la misión", ha destacado el general Ortiz-Repiso, después de destacar "ha sido una misión cumplida" tras once años de despliegue de las Fuerzas Armadas españolas: "Debemos continuar no solo por propio interés, también porque nos enriquece por nuestra relación con Mali", ha valorado el militar, ante preguntas de la ministra de Defensa.
Por su parte, Robles ha expresado su preocupación por la situación en el Sahel y ha defendido la necesidad de que la Unión Europea no abandone la zona, al mismo tiempo que ha incidido “en las buenas relaciones de España con las autoridades malienses. La población civil ha reconocido también el papel de España”.