El nombre de Esperanza Aguirre aparece hasta en una veintena de ocasiones en el extenso sumario de la Operación Púnica, principalmente en los tomos en los que se reproducen las escuchas telefónicas que la Guardia Civil realizó a los presuntos cabecillas de la trama, Francisco Granados y David Marjaliza. En estas páginas, la lideresa no figura como protagonista de ninguna corruptela, pero es citada varias veces por la importancia de su palabra para poner fin al cisma que existía en 2014 en el PP de Valdemoro, fruto del afán de los imputados por mantener sus privilegios en este municipio. De los pinchazos telefónicos también se deduce que Granados estaba molesto con Esperanza Aguirre tras su salida de la política.
La mayoría de las referencias a Aguirre en las miles de páginas del sumario están motivadas por la inquietud de Granados y Marjaliza sobre la situación del PP de Valdemoro antes de las elecciones locales del pasado 24 de mayo. Este municipio es considerado como el epicentro de esta trama de corrupción y los presuntos urdidores de la Púnica no querían perder su influencia tras estos comicios, por lo que pretendían apuntalar su control sobre la agrupación local del partido. En ese proceso, Aguirre jugaba un papel clave como presidenta de la formación en la Comunidad de Madrid, de ahí el interés de los dos imputados por saber si estaba de su lado o contra ellos.
De las alusiones a la lideresa del partido que figuran en la instrucción de este caso, también se deduce que su relación con Francisco Granados era mala, meses después de que el imputado fuera arrinconado en el partido tras descubrirse que poseía una cuenta a su nombre en Suiza con 1,5 millones de euros. Entonces, dimitió como senador y como Diputado de la Asamblea de Madrid y se alejó por completo del núcleo de decisión del PP.
Los cabecillas de la Púnica mantuvieron sus rencillas sobre el control de Valdemoro para la legislatura 2015-2019
En algunas conversaciones, Granados critica abiertamente a Aguirre, como en la que mantuvo el 19 de junio de 2014 con María Victoria Rodríguez Araujo, su antigua asesora y en ese momento perteneciente a la fundación FAES, presidida por José María Aznar. La transcripción realizada por la Benemérita de esa charla telefónica es la siguiente: "Continüan hablando de temas personales y la coronación del Rey. Comentan que 'Espe' (Esperanza Aguirre) estaba en el Congreso, que se habrá movido para que la inviten porque por tocar no le tocaba estar. Hablan de la forma en que dimitió Esperanza Aguirre y de cómo se comporta ahora".
En otro momento, en el que hablan del futuro de Rodríguez Araujo, 'Vicky', el exalcalde de Valdemoro incluso habla de presionar a Aguirre: "Vicky dice que quiere hablar con (José María) Aznar. Que la han quitado del proyecto. Francisco dice que va a hablar con (Javier Fernández-) Lasquetty y Vicky le dice que no. Francisco dice que había pensado en ver a Esperanza y amenazarla o llamarla por teléfono y contarle todo esto. Francisco Granados dice que no quiere requemar este asunto, que todo tiene un límite, que él ya tiene lo suyo y que está hasta los cojones, que le están jodiendo (sic)".
El espionaje político en la Comunidad de Madrid
También hace alusión a la presidenta en dos llamadas en las que habla con sus interlocutores sobre su declaración en los tribunales sobre el caso de espionaje político al exconsejero de Aguirre, Alfredo Prada, y al exvicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, supuestamente ordenado por el Gobierno autonómico. Una de estas charlas la mantiene con el entonces gerente del PP, Beltrán Gutiérrez. La otra con José Luis Caro Vinagre, amigo personal de Granados e implicado en el caso por tratar -supuestamente- de dificultar la investigación de la Guardia Civil. En concreto, el juez Eloy Velasco sospecha de que trató de obtener información privilegiada sobre las actuaciones de la Benemérita en relación a la Operación Púnica, así como de que avisó a David Marjaliza de que sus empresas estaban siendo vigiladas.
En la conversación que mantienen ambos, Granados se refiere a la futura declaración sobre el espionaje en la Comunidad de Madrid de la siguiente forma, según las transcripciones de la Guardia Civil: "José le pregunta si ya ha preparado su declaración. Francisco que no, que está todo muy claro, que todo Io organizó José Caro Vinagre con Sergio Gambón y eran ellos los que le reportaban las cosas directamente a Esperanza Aguirre, que no recuerda nada, que tiene muy mala memoria. Se rien".
Las escuchas al presunto conseguidor de esta trama, Alejandro de Pedro, también incluyen una referencia a Esperanza Aguirre, dentro de un diálogo sobre unas periodistas con las que parece que pretendían trabajar. Asimismo, se puede ver otra referencia a la expresidenta en un fragmento en el que Granados habla con un contacto (Carlos) sobre Mercedes Rojo, exasesora de Aguirre. Lo hace dentro de una larga conferencia telefónica en la que destacan la influencia de Ignacio González en Caja Madrid, así como sobre los sueldos de sus consejeros.
