Jon Iñarritu es el portavoz abertzale en la comisión de Exteriores del Congreso, donde ya ha mantenido un debate con el ministro García Margallo. Lo primero que hizo nada más aterrizar en la madrileña Carrera de San Jerónimo fue apuntarse a clases de inglés. Una diputada del PP que no le conocía y comparte pupitre con él, le espetó a la cara cuando se enteró de su militancia: “¡Tu no puedes ser de Amaiur, pero si eres una persona normal…!”.
Buena parte del esfuerzo desarrollado por los siete parlamentarios de la izquierda abertzale integrados en el Grupo Mixto se ha dirigido en estos meses, precisamente, a disipar esa imagen rocosa, odiosa, antipática y radical con la que aterrizaron en el Congreso, ahora hace 26 años, Jon Idígoras y los otros cuatro dirigentes de Herri Batasuna que vinieron a ser la voz de ETA en Madrid. Participaron entonces en un par de debates e hicieron mutis por el foro después de sufrir un atentado en el que perdió la vida Josu Muguruza, uno de los redactores, entonces, de los comunicados de la organización terrorista.
En alguna medida, este esfuerzo por distanciarse de aquella etapa ha surtido sus frutos. Los siete parlamentarios de Amaiur, la coalición formada por Aralar, Eusko Alkartasuna y Alternatiba, participan en estos momentos en 14 comisiones del Congreso, incluida la Constitucional. En ellas no solo han defendido “el derecho de los vascos a decidir” o el “reconocimiento de Euskal Herria como nación”. También han respaldado mociones sobre la Política Agrícola Común o han participado en debates sobre el modelo de crecimiento económico hasta con el propio presidente del Gobierno.
Sin ir más lejos, el miércoles pasado el diputado Rafael Larreina invitaba a Mariano Rajoy a apostar por la economía productiva y por reformas estructurales que ayuden a la creación de empleo. Y se atrevió, incluso, a poner como ejemplo lo que está haciendo Finlandia, con Gobierno conservador, para consolidar las prestaciones a los parados.
Pese a que Amaiur advirtió hace tres meses que solo participaría en los debates parlamentarios vinculados al País Vasco, es frecuente que ahora se dispute con el resto de los integrantes del grupo mixto la portavocía en asuntos tan variopintos como el Pacto de Toledo o la política energética. Llegaron al Congreso preguntando a algunos periodistas por la técnica parlamentaria y los usos y costumbres que rigen en la Carrera de San Jerónimo y le han tomado gusto a la cosa.
Odón Elorza, ex alcalde de San Sebastián, interpreta el giro de Amaiur como consecuencia de la necesidad de “cuidar los votos conseguidos en las últimas elecciones generales”. En su opinión, Amaiur le está diciendo a ETA que es posible sacar rédito del papel institucional y prepara su campaña para las próximas autonómicas.
A quien más perturba electoralmente hablando la decisión de la izquierda abertzale de ampliar su juego en el Congreso es al PNV. En las legislativas del pasado 20 de noviembre, Amaiur obtuvo siete diputados frente a los cinco nacionalistas. Y se convirtió en primera fuerza política en Guipúzcoa. Su actual representación en el Congreso está formada por un catedrático de Hidrogeología, dos abogados, un licenciado en Derecho, un informático, un consultor de comunicación y una agricultora. Casi nada.