La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) denuncia que la Dirección General de la Guardia Civil ha abierto un expediente para determinar si existe insuficiencia de condiciones psicofísicas, comprobar la aptitud para el servicio y en su caso, la limitación para determinados destinos a un guardia civil por las lesiones sufridas en un asalto a la valla de Melilla.
Según detallan desde la asociación, el agente se encontraba de descanso en la madrugada del 3 de marzo cuando recibió la llamada del jefe de su pelotón para que se incorporase de inmediato al servicio por un inminente salto de un grupo de alrededor de 2.000 inmigrantes. "Cuando el guardia civil se incorporó al servicio y ya estaba desplegado en la valla junto a sus compañeros comprobó que dichos asaltantes además de numerosos eran violentos y portaban objetos contundentes y punzo cortantes", inciden desde AUGC.
El agente, en declaraciones recogidas por la asociación, asegura que "nos vimos rodeados y superados en número, llegando a temer por nuestras vidas". Y añade: "Nos daban palos e intentábamos protegernos, cuando intenté socorrer a un compañero que pedía ayuda noté un fuerte golpe que me tiró al suelo…, volví en mí en el momento que era trasladado por un compañero y dos agentes de la Policía Nacional".
El agente, que acumula 23 años en la Agrupación de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil, sufrió diversas lesiones con motivo de su intervención en la valla de Melilla en marzo de 2022. En concreto, a este agente se le rompió el casco antidisturbios y padeció abrasiones en el brazo izquierdo y diversas lesiones cervicales, lo que supuso su baja para el servicio.
"Ahora, tras poco más de un año se apertura un expediente para determinar si existe insuficiencia de condiciones psicofísicas o limitaciones para determinados destinos, cuando todavía está evolucionando favorablemente y es recuperable con el tratamiento adecuado, según dice la Junta Médico Pericial", aseguran desde la asociación, al mismo tiempo que denuncian el "riesgo" al que están sometidos los agentes "por poseer material cuya vida útil caducó", es "anticuado, deficiente", y sin un seguro de responsabilidad civil.
"¿Cuál es el protocolo de actuación para este tipo de servicios y si es conocido por todos los componentes del ARS? ¿Para cuándo la creación del catálogo de puestos de trabajo en la Guardia Civil? ¿Quién es el responsable de la no actualización del material de protección del ARS? ¿Por qué la Guardia Civil sigue reparando cascos y material que el mismo fabricante no se hace responsable de los daños derivados de su uso por tener la vida útil superada con
creces?", preguntan AUGC.
La antigüedad de los cascos
A su juicio, "la solución no es comprar de manera apresurada 300 cascos antidisturbios y chalecos anti traumas", que no alcanzarían para cubrir todas las necesidades de las unidades: "Desde 2020 estamos demandando la sustitución y actualización del material antidisturbios (cascos, escudos, espinilleras y anti traumas), por ser el primer elemento de protección, por superación de su vida útil en más de diez años, según las especificaciones de la empresa fabricante FEDUR", extensibles hasta los quince años con un adecuado almacenamiento y cuidado, según la propia Guardia Civil.
De acuerdo a los datos que manejan desde AUGC, a partir de informaciones facilitadas por la Dirección General de la Guardia Civil, hay 8.576 cascos en dotación: 8.030 son fabricados antes de Julio del año 2007, otros 110 son fabricados en 2008, 286 en 2011 y 80 en 2012: "Existen otros 70 que se desconoce su antigüedad, si bien la misma es posterior a 2007", añaden desde la asociación.
"La mayoría del material antidisturbios y que actualmente utilizan los diferentes GRS no reúnen las condiciones óptimas para su uso, y la sustitución del material se hace de vital importancia para preservar la seguridad e integridad de los guardias civiles actuantes en sucesos similares a los relatados y que por causa-efecto de la no adquisición de nuevo material aumenten de 40 heridos a posibles fallecidos o se recompense, como es el caso, en la posible pérdida de especialidad", concluye AUGC.