El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha decidido retirar los plácet de Raimundo Robredo como nuevo embajador en Tailandia y de Felipe de la Morena para el mismo puesto en Sudáfrica, lo que ha provocado nervios en algunos compañeros de la carrera diplomática a los que se les asignó embajadas en junio con Arancha González Laya de ministra y que ahora ven incierto su futuro, según desvelan fuentes diplomáticas a Vozpópuli.
Ambas decisiones se producen tras dejar en agosto al exjefe de Gabinete de Arancha González Laya, Camilo Villarino, sin la embajada en Rusia. Un puesto que será ocupado por el actual embajador en Colombia, Marcos Gómez, tras solo nueve meses destinado en Bogotá, según adelantó la web especializada The Diplomat in Spain y ha podido confirmar este diario.
Las citadas fuentes consideran que se trata de un gesto "inamistoso" con el Ejecutivo colombiano de Iván Duque al no haber cumplido Gómez ni un año de trabajo en este país sudamericano, pero desde la Oficina de Información Diplomática (OID) rechazan tal posibilidad. Sobre todo, teniendo en cuenta que el propio Duque realizará una visita oficial a España la próxima semana.
Antes del nombramiento de un embajador, el Gobierno tiene que pedir autorización al país al que va a ir destinado. Es la solicitud de plácet, un trámite que tiene que ser aprobado por el Consejo de Ministros -aunque normalmente no trasciende- y que en muy contadas ocasiones es rechazada por las autoridades a las que se dirige.
El país receptor suele tardar varias semanas en dar luz verde al plácet y es entonces cuando el jefe de la diplomacia española lleva al Consejo de Ministros el nombramiento del elegido para su publicación en el BOE del día siguiente. Así que en estos casos de Villarino, Robredo y De la Morena, que Albares ha decidido revertir, se estaba en la primera parte de ese trámite diplomático.
Sin embargo, la retirada de un plácet por parte de España es un hecho "completamente inusual" en las relaciones bilaterales y suele sentar mal al país concernido por considerarlo una descortesía, insisten las citadas fuentes. En el pasado, ha habido algún caso tras cambiar de signo político el Gobierno. Por ejemplo, después de la moción de censura de 2018, Josep Borrell no quiso que Ramón Gil-Casares fuese embajador en México y le envió a Egipto.
Pero en julio hubo simplemente una remodelación de Gobierno en la que Laya cedió la cartera ministerial a Albares, de ahí que entre un buen número de diplomáticos haya sorprendido que este último no mantenga algunos de los compromisos adquiridos por su antecesora. La exministra llevó en junio un total de 27 peticiones de plácet al Consejo de Ministros, de los que solo una docena han cristalizado en nombramientos con Albares ya de ministro.
Albares justifica los cambios
El nuevo jefe de la diplomacia ya insinuó a finales de agosto, en su primera comparecencia parlamentaria, que la retirada de plácet no se circunscribiría a Villarino tras su imputación en el 'caso Ghali'. "Hay que buscar una cierta especialización en las jefaturas de emisión, especialmente en países muy relevantes -Rusia es un país muy importante, como lo es China, como lo es India o como lo es Japón-, y todo ello en la medida de lo posible, pues a veces no será posible encontrar un profesional de ese perfil", dijo en el Congreso cuando varios partidos de la oposición le preguntaron por la caída en desgracia del exjefe de Gabinete de Laya.
"Es importante que hablen el idioma del destino, es importante que tengan experiencia previa en ese país o en la región, o que hayan estado en contacto con ellos", justificó el ministro dando a entender que habría otras rectificaciones junto a la de Villarino. Eso sí, dejó claro que todas aquellas personas de la lista de Laya que fuesen removidas en las siguientes semanas, serían destinadas "a una jefatura de misión más adaptada a su perfil". Es decir, se les asignaría otra embajada.
En el caso de Robredo, ocupará la legación española en Sudáfrica. Desde la OID se hace hincapié a este medio en que dicho destino se adapta mejor a su trabajo en los últimos años en Exteriores, donde ha desempeñado el cargo de director general para el África subsahariana. Además, el destino de Pretoria tiene más lustre diplomático que Bangkok pues Sudáfrica es un país con mayor influencia en el tablero internacional que Tailandia.
Sudáfrica no era el destino previsto
Si bien sorprendió que Laya enviase a un experto en política africana a un país asiático, desde el equipo de la exministra se subraya a Vozpópuli que fue el propio Robredo el que solicitó -y pactó- ir a Bangkok por cuestiones familiares, por lo que este cambio de planes le ha provocado "incomodidad" al exdirector general. Es más, el nuevo subsecretario del ministerio, Luis Cuesta, le comunicó en un principio al afectado que iría a un país africano distinto que Sudáfrica.
Un destino con menos fuste y que aparecía en la lista de las 27 embajadas a las que ya se ha solicitado plácet, por lo que entre algunos embajadores ha cundido el "temor" de que una vez abierto el melón, Albares no se quede solo en los cambios de Rusia, Sudáfrica y Tailandia, y acabe rehaciendo buena parte de la lista de Laya.
Robredo salvó el 'match ball' pidiendo a Cuesta que en vez de la capital africana a la que le querían mandar, prefería la opción de Pretoria, donde finalmente será destinado con el visto bueno de Albares. Mientras, De la Morena podría recalar en alguna embajada de Oriente Próximo ya que era la zona en la que más ha trabajado estos últimos dentro de la Unión Europea.