Una historia de 'amor' telefónico que podría usarse como argumento para una película típica de sobremesa. En plena pandemia, un hombre se refugió en una empresa de línea erótica para superar el confinamiento. De esta forma entabló una relación, muy cercana, con una de las teleoperadoras. Todo se volvió negro hace unas semanas. La mujer comenzó presuntamente a extorsionar y amenazar al cliente. Un juzgado de Miranda de Ebro ha incoado diligencias tras la denuncia del hombre, según adelantan fuentes jurídicas a Vozpópuli.
El comienzo de la relación entre los dos protagonistas de esta historia se remonta al mes de junio de 2020. El hombre se puso en contacto con una línea erótica a través de la cual comenzó a mantener contactos con una de las operadoras.
Las llamadas se multiplicaron en el tiempo. Según el hombre, el "clima de confianza y amistad" propició que el cliente relatara aspectos de su vida personal, que se encontraba casado y desvelara su lugar de residencia, entre otros datos. Un atrevimiento que propició todo el fatal desenlace.
La teleoperadora le manifestó que pensaba viajar a su ciudad para verle, algo a lo que se negó el cliente. Según la denuncia, este hombre pensaba mantener una relación de amistad a distancia, por lo que el contacto entre ambos prosiguió.
6.000 euros de extorsión
Sin embargo, a finales de junio, la denunciada comenzó a manifestar al hombre que estaba en su ciudad y que si no le realizaba una transferencia de 6.000 euros iba a acudir a su domicilio y contarle a su esposa que le estaba siendo infiel. El "miedo, angustia y desasosiego" hizo mella en el hombre que ejecutó el movimiento del dinero, tal como aporta en su denuncia. Todo con la fallida esperanza de que la mujer dejaría de molestarle.
A pesar de ello, la mujer no cesó en su actitud y le comenzó a solicitar más dinero como forma de extorsión. En concreto, el 27 de junio le escribió para exigirle un segundo pago de 6.000 euros. En este caso, el hombre se negó y para detener su conducta la envió un burofax que fue respondido por la teleoperadora de la línea erótica.
"Lo siguiente será una visita"
El pasado 9 de julio la trabajadora le envió mensajes como: "Si crees que esto se quedará así", "Lo siguiente será una visita donde tu sabes", "Me has estado dando largas y me has tomado el pelo", "Me debes un dinero y me lo vas a pagar", "Solo quiero los 6.000 euros que me debes", o "No voy a esperar más".
Ante esta situación, la víctima contrató los servicios de la abogada penalista Beatriz Uriarte, de Ospina Abogados, quien presento una demanda en un juzgado de Miranda de Ebro, quien ya ha incoado diligencias previas por este suceso. Los hechos podrían ser constitutivos de un delito de extorsión.
Para Ospina Abogados, la narración de los acontecimientos infringen el artículo 243 del Código Penal. Esta normativa establece: “El que, con ánimo de lucro, obligaré a otro, con violencia o intimidación, a realizar u omitir un acto o negocio jurídico en perjuicio de su patrimonio o del de un tercero, será castigado con la pena de prisión de uno a cinco años, sin perjuicio de las que pudieran imponerse por los actos de violencia física realizados. El presupuesto del tipo penal del delito de extorsión es la violencia o intimidación.
El rastro del dinero
"En el presente caso entendemos que de los hechos narrados se acredita de manera más que suficiente el elemento de la intimidación, dado que la denunciada está amenazando a mi mandante con un mal inmediato que le atemoriza: que su mujer tenga conocimiento de que mantenía conversaciones con una línea erótica. Por tanto, a efectos de evitar esto, mi mandante ha realizado una disposición patrimonial", subraya la denuncia. Los hechos son calificados de extorsión.
El abogado solicita, entre las diligencias a practicar, la citación en calidad de investigada de la teleoperadora. También busca rastrear el destino del dinero y que se investigue la cuenta a la que se transfirió la cantidad de 6.000 euros por parte de la Policía Judicial de la Policía Nacional.
Urenga
Hay que llegar a más allá de la mitad del texto para descubrir que se trata de un nuevo publirreportaje encubierto (y van...) de Ospina Abogados. Me parece impresentable que se expongan estas cosas como si fuesen simples artículos.
CHUFAS
Una verdadera faena . Pero lo de siempre , no la hagas y no la temas