Los Servicios de Información de la Guardia Civil han dado caza este fin de semana a Antón García Matos, alias Toninho, quien llevaba 13 años huido. Con él cae el último referente del independentismo radical gallego y se apuntala la derrota policial de Resistencia Galega. Este fue su último intento de establecer una organización terrorista en Galicia con un modelo de organización similar al que usó ETA para diversificar sus estructuras y gozar de apoyo social.
Resistencia Galega fue considerado terrorista por la Justicia y Toninho será trasladado a la Audiencia Nacional y previsiblemente ingresará en prisión. Los informes de los expertos en la lucha contra Resistencia Galega siempre consideraron a ese grupo heredero de otros movimientos violentos presentes en Galicia desde hace casi 50 años. Algo así como la marca en la que desembocó la experiencia de otros grupos anteriores como los Irmandiños o la Loita Armada Revolucionaria (LAR) y el Exército Guerrilleiro do pobo Galego Ceive (EGPGC).
El EGPGC contó entre sus filas con Antón García Matos. Los encargados de seguirle la pista durante años siempre ubicaban a este veterano de 51 años nacido en Santiago de Compostela viviendo en la clandestinidad en algún punto del norte de Portugal junto a su compañera María Asunción Losada Camba, de 53 años. Se consideraba que contaban con algún tipo de apoyo logístico e infraestructura en el país luso. Este fin de semana han sido detenidos los dos finalmente en Vigo en el marco de una operación bautizada con el nombre de Lusista. La última vez que se tuvieron noticias suyas fue el 18 de julio de 2014 cuando se difundió un vídeo suyo de cuando estaba escondido donde pedía continuar con la lucha armada.
Nacimiento de Resistencia Galega
Para las fuerzas de seguridad, el nacimiento de Resistencia Galega data del año 2005 con un comunicado y la colocación de un artefacto explosivo en el domicilio de Francisco Vázquez Pereiro en La Coruña. Era un miembro de AMI (Asamblea da Mocidade Independentista) al que acusaron de ser confidente de la Policía. Desde entonces le sucedieron decenas de acciones similares, casi siempre con artefactos explosivos de fabricación casera. La última acción tuvo lugar en el Ayuntamiento de Baralla (Lugo) en octubre de 2014.
Ninguna acción tuvo víctimas mortales. Los propios expertos admiten que el objetivo de este grupo no era tanto matar como generar destrozos como altavoz de sus reivindicaciones. Pero eso no impidió que las fuerzas de seguridad creasen equipos centrados en específico en este tipo de terrorismo gallego.
Atentaban contra intereses capitalistas como sucursales bancarias, o contra quien amenazase el paisaje gallego y el medio ambiente. También contra políticos. En 2011 colocaron uno de estos artefactos artesanales en la casa del fundador del PP, Manuel Fraga. Cuando eso sucedió, ya hacía años que Toninho se había fugado. De él dicen las fuentes consultadas que tenía experiencia en la fabricación y manejo de este tipo de explosivos.
Se fugó tras una detención
Toninho fue detenido junto a otras nueve personas en 2005 en la llamada Operación Castiñeira de la Guardia Civil. Se les acusaba de asociación ilícita, enaltecimiento del terrorismo, daños y alteración del orden público por integrar AMI. El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz los dejó en libertad provisional y aprovecharon para huir. Hasta ahora.
Resistencia Galega se integraba en torno a una estructura más amplia y compleja llamada Movimento de Liberaçom Nacional Galego (MLNG), al estilo del MNLV de ETA. En ese entorno Asamblea da Mocidade Independentista (AMI), fundada en su día por Toninho, jugaba un papel clave. Las fuerzas de seguridad llegaron a calcular que hasta medio millar de personas formaban parte de AMI, que anunció su disolución en 2015.
Las mismas fuentes consultas ubicaban en esa órbita a la Asociación de Familiares e Amigos de Presos Galegos Que Voltem Para a Casa, que organizaban actividades como visitas a las cárceles. También actuaba en esa esfera el Colectivo de Presos Independentistas Galegos (CPIG), que en abril de 2015 quiso poner fin a las deserciones de sus presos con un comunicado: “Exigimos lealtad y firmeza con nuestro colectivo, lo resumiremos en una frase clarificadora: dentro del colectivo todo, fuera del colectivo nada"
Golpes policiales
En 2015 la Guardia Civil llevó a cabo una operación contra una plataforma llamada Causa Galiza, dedicada a ensalzar las acciones del terrorismo gallego como el establecimiento de Día da Galiza Combatente, en imitación del Gudari Eguna de ETA. Aquel año, la Fiscalía de la Audiencia Nacional advirtió en su memoria anual que Resistencia Galega representaba una "amenaza potencial" al contar con "suficiente capacidad operativa" para llevar a cabo acciones "violentas".
Por estas características, los expertos en la lucha antiterrorista siempre otorgaron a Resistencia Galega cierta capacidad de regeneración pese a las detenciones, pero en los últimos se sucedieron los golpes policiales que mermaron hasta el límite sus estructuras siempre la cuenta pendiente de dar caza a su principal responsable.